(mi segunda colaboración con El Periscopi de Tarabini)
Decía
Nietzsche que de tanto observar el abismo uno se acaba convirtiendo
en él. Mi maestro René Girard también iba un poco por ahí al
avisar del peligro mimetizador que subyace a todo odio obsesivo, pues
con el tiempo nos acabamos pareciendo a nuestros enemigos si nos
dejamos llevar por la furia ambivalente. Y digo ambivalente porque al
mismo tiempo que hay odio también se manifiesta cierta envidia por
el dogmatismo de la postura del otro, por la seguridad (aunque sea
aparente, incluso teatralizada) que se muestra, asomo de autonomía
que es el objetivo de todo enfrentamiento nacido de un complejo de
inferioridad que ambiciona sublimarse.
Tanta
crítica al bipartidismo y luego resulta que la mentalidad de
nuestros mediáticos críticos morados implica bipartidismo
esencialista, bipolaridad al cuadrado: dos a dos, cara a cara, are
you talking to me? Viene esto a cuento de la anunciada denuncia
de Podemos contra Aznar, que sigue a la formulada contra Esperanza
Aguirre hace un tiempo. Mucha gente ha expresado acusaciones
similares (financiación venezolana de Podemos), pero las denuncias
sólo van dirigidas contra vips de la derecha, personajes que por sus
características de cartón piedra pueden movilizar al sector más
claramente izquierdista de Podemos. Enfrentarse a Aznar o a Aguirre
entraña una posibilidad movilizadora interesante, porque despierta
en los más beligerantes la visceral pulsión antagonista. Se busca
así (y lo mismo sucede con el PP y sus líderes citados) llevar el
debate de las ideas al extremo de la estéril dualidad, en términos
políticos el bipartidismo, cuestión en la que el PP al menos es más
consecuente porque no pretende anularlo sino que vive descaradamente
de él.
Alberto
Jarabo ha ensayado en Baleares la misma táctica con sus
declaraciones contra los hoteleros, que incluso fueron criticadas por
un sector de su partido. Es evidente que entre una parte de los
hoteleros y el PP existe un vínculo opaco (a veces no tan opaco) que
es necesario poner sobre la mesa, y en UPyD hemos criticado por
ejemplo que se legisle en determinados casos en su favor (el alquiler
de viviendas vacacionales). Pero lo de Jarabo era un gesto 'made in
Iglesias' (“leninismo amable”): puñetazo en la mesa,
fijar un enemigo y sacar pecho. No parece una política muy
socialdemócrata y transversal, la verdad.
1 comentario:
Gran verdad ese peligro mimetizador!!!
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