lunes, 26 de septiembre de 2016

SÁLVESE QUIEN PUEDA


Trump dice que el cambio climático es “una broma” de los chinos, aunque parece tomarse más en serio el creacionismo. Afortunadamente aquí somos mucho más serios: defendemos la igualdad de los españoles y la redistribución de la riqueza… con el blindaje de los Conciertos Económicos de Euskadi y Navarra, y la exigencia de otros calcados para Cataluña, Baleares, Galicia, etc. También preservamos la inclusividad del sistema educativo excluyendo al castellano y las modalidades, junto a la insidiosa meritocracia. Llegaremos lejos.
Si la madurez nos enseña algo es que la realidad suele frustrar nuestros deseos. Como montar una Facultad de Medicina para indígenas que no quieren/pueden viajar, y que luego te la copen al 61’3 % bribones peninsulares, lo que obliga a impartir las clases en ese instrumento luciferino llamado castellano. O que el Día sin Coches genere un récord mundial de atascos, hasta el punto de que algunos le hayan rogado a Radio Carmena, azote de los puteros sin putas, que ni se le ocurra declarar un Día sin Asesinatos. Mejor un Día sin Sexo, ¿no?
Con lo bien que estaríamos todo el día en bici y ‘truequeando’ con los colegas, y nos da por pecar, viciándonos con el coche y en grandes centros comerciales. Yo no he ido al Fan, pero me parece estupendo que existan lugares así. Porque no soy un enemigo del comercio, que diría Escohotado, y también para poder disfrutar del desconcierto beato y virginal de los de Més y Podemos, apóstoles con sexenios de los negocios ben nostros de clientela cautiva.
Pero tranquilos, porque acude al rescate de nuestra alma el ayuntamiento de Calvià, que acaba de cerrar un mes entero un gran aparcamiento de Santa Ponça para ubicar allí nada menos que el Oktoberfest. Sin duda un ciudadano en permanente curda se reconciliará mejor con el credo emancipador de nuestros eminentes líderes.
Y qué decir del serial interno del PSOE, que no llega a Juego de Tronos, porque tiene más de película de Mariano Ozores que otra cosa, pero al menos entretiene y se acerca ya a su clímax: la escisión. Mientras Iceta se consagra al griterío endemoniado, imitando grandes gestas de Snchz (cuando un dirigente psocialista no sabe qué decir, baila o grita), el barón García-Page confiesa que no es “partidario de quemar Ferraz”, señal de que al menos lo ha considerado. Lo apoya su barón vecino, un Fernández Vara que tal vez no se decante por la pira purificadora pero sí resignadamente por la autopsia, pues no deberíamos olvidar que en su juventud fue, ojo al dato, el forense de la masacre de Puerto Hurraco. 

 (disección publicada hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

lunes, 19 de septiembre de 2016

DEVOCIONARIO PSOCIALISTA



No entiendo a C’s ni a la asociación de profesores PLIS. Tampoco a mi compañero Ramón Aguiló Obrador. Hablo de esos libros de texto de bachillerato que circulan por nuestras escuelas y en los que, además de vapulear la legislatura de Bauzá, se elogia la “nueva etapa de esperanza” del tercer Pacte. ¿Adoctrinamiento, Pericay? Bah, palabras gruesas, yo sólo veo formación en valores.

De verdad, ¿qué queremos enseñar a los chavales? ¿Separación de poderes, bilingüismo, autocrítica y meritocracia? Ni hablar, esas antiguallas lo único que hacen es deprimir y agobiar a nuestros sensibles y confusos alumnos. Para evitarles cualquier neurosis, lo ideal es mostrarles un camino sólido y digno. Las cosas claras.

Y sobre todo modelos exitosos de liderazgo, como Armengol. Que, si bien es cierto que en su vida ha ganado unas elecciones y que tocó fondo en votos en las pasadas autonómicas, tiene el mérito inigualable de transformar lo defectuoso en algo positivo, gobernando con mano lúcida e integridad personal nuestra comunidad. ¿No decía ZP a su esposa que a España la puede gobernar cualquiera? A Baleares sin duda, y en esto nuestra Francina lo que obra es un cariñosísimo homenaje al hombre común, al pueblo como realmente es y no como nos gustaría que fuera.

¿Que el PP también cotiza muy al alza en dignidad y escrupulosidad política? Sin duda. Pero el músculo del PSOE tiene más pedigrí todavía, guarda comodines que le permiten ir más lejos cuando procede. Por eso creo que su presencia en los libros de texto es demasiado reducida, tienen muchas hazañas que mostrar orgullosamente al mundo. Sin ir más lejos, noticia de estos días, los ERE de Andalucía, donde con 116 imputados han batido el récord en un solo caso, superando a la trama Gürtel y a la Malaya marbellí. 741 millones sustraídos que dejaron a la intemperie a 120.000 trabajadores. Pero, seamos serios, es sensato que el dinero vaya a los bolsillos psocialistas que mejor lo sabrán redistribuir.

Esos logros no están al alcance de cualquiera, y sería justo reconocerlo. Si no aparecen en los textos de bachillerato sólo es por la infinita modestia de nuestro PSOE. Como la joya de la corona de su legado, algo que ya sólo recuerda Coleta Morada. Eso de la cal no sé qué más, que Iglesias citó en el Congreso hace unos meses. No nos los merecemos.

Ya sé que yo, ser despreciable donde los haya, no tengo categoría ni integridad para formar parte de este club tan selecto y eminente. Pero ustedes sí. No lo duden, afíliense lo antes posible. Háganse este regalo.

 (disección publicada hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

lunes, 12 de septiembre de 2016

SALVADORES DE ALMAS



Los ciudadanos de Palma tenemos la negra con nuestro consistorio. Desde Ramón Aguiló, todo ha sido un Via Crucis. Como guinda final tras Los Hombres de Rodri nos llega la miscelánea tripartita, que si en algo está cohesionada es en un intransigente deje redentor.
Si primero nos colaron un derribo de sa Faixina que no aparecía en ninguno de sus programas, ¡y estos eran ni más ni menos que tres!, luego la concejala Jhardi se lanzó a una cruzada contra las terrazas de la ciudad, mientras Truyol, en una inventiva gestión y tras ejercitarse en la delación y la mentira, trata de mejorar la limpieza de una Palma cochambrosa con oportunos cursos de catalán.
Hoy le toca recibir a Joan Ferrer Ripoll, antiguo condiscípulo en Sant Josep Obrer, cuando cursábamos EGB en los años 80. Hasta ahora no le había echado el guante en estas disecciones creo que por mala conciencia. Ya de muy niño se veía a la legua que, cómo decirlo, las mujeres no eran precisamente la debilidad de Joan. Todavía me acuerdo de lo mal que lo pasaba el pobre en las clases de deporte con el ‘marine’ Ferragut. La crueldad infantil es infame, y me da vergüenza reconocer que no me abstuve de las burlas que recibía entonces Joan. Espero que algún día me lo perdone.
Pero todo esto no puede evitar una semana más que no me refiera de una vez a su llamativa gestión en el área de Movilidad. No sé si se estará vengando de sus ex-compañeros de clase, puteando el tráfico rodado en las barrios donde algunos de estos residen o qué, pero el caso es que van desapareciendo carriles de circulación y plazas de aparcamiento a la misma velocidad que Munar & Matas S.A. limpiaban nuestras arcas públicas. Ferrer llama a estas iniciativas “pacificar” el tráfico… No sabía que estábamos en guerra circulatoria, pero yo suelo estar siempre en Babia.
Es sorprendente, o realmente no del todo, que muchos políticos de nuestra izquierda se parezcan tanto a sacerdotes sin sotana, a clérigos laicos que histriónicamente quieren salvarnos de nosotros mismos. Somos pecadores. Por ir en coche. Por fumar, ir a los toros, beber. Por vivir, vamos. No perdonan ni a sus votantes.
Pero al menos podemos estar tranquilos de que nuestras alborotadas almas ya están en vías de gozosa rehabilitación gracias a la gesta de estos titanes de la pureza que se sacrifican para enderezarnos y convertirnos así en hombres de provecho. Resignémonos, estamos condenados a padecer sermones. Sean de la Conferencia Episcopal o de nuestro querido Pacte.

 (disección publicada hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

lunes, 5 de septiembre de 2016

REINO DE ZUGZWANG

(disección publicada hoy en El Mundo-El Día de Baleares)


¿Existen estudios sobre las secuelas irreversibles que produce en diputados, paparazzi e incautos ciudadanos el serial macabro de nuestra política? Estas sesiones de (no)investidura sólo son comparables a delicadezas tan exquisitas como una colonoscopia o una batucada de 24 horas, y deben suponer un desgaste mental que ni el de las trincheras durante la Gran Guerra. Como soy un poco “mariquita para el dolor”, que decía Butanito, sólo puedo seguirlas con la vaselina del diferido, seleccionando (¡y sobre todo acelerando!) intervenciones. Y con la digestión ya consumada, por si acaso.
Pero el espectáculo no cambia apenas: la nada nadeante heideggeriana en todo su esplendor. O, mejor aún, el “preferiría no hacerlo” de Bartleby como lema que podría cincelarse en mármol en la cúpula del Congreso para que sus señorías leviten ante su visión como Homer con la cerveza Duff. Si en los evangelios se habla de tener oídos para no escuchar, nosotros tenemos políticos para hacer cualquier cosa salvo política.
Decía hace unos meses que el PSOE se encontraba justo en esa posición de ajedrez llamada zugzwang, cuando cualquier movimiento te conduce a la inexorable derrota. Tal vez por eso el sin par Snchz, ese genio que ha cosechado en sólo seis meses los dos peores resultados del partido en su historia, se ha plantado y, en la línea de Mariano Pantocrátor, ha decidido no decidir. Esa percha bobainas y su lealísima Ejecutiva (estas cosas sí funcionan a raudales en política: la fidelidad sectaria del apparatchik) se enrocan, secuestrando a un timorato Comité Federal y, de paso, al país entero.
Ya no somos el Reino de España, sino el Reino de Zugzwang. ¿No decía Larra que la consigna nacional era, y sigue siendo, “vuelva usted mañana”? Con ese chocante filón podríamos innovar, convertir esta parálisis no sólo en materia identitaria sino incluso constitucionalizarla. Una España desvertebrada, esclerótica y paralizada.
Como no hay país sino como disgregación narcisista, tampoco toca gobierno. Ni tampoco hay política, sólo logorrea meningítica, que diría Celine. España únicamente entendida como aquel extraño balneario africano cuyo nombre no recuerdo al que van de turismo ciudadanos europeos.
Visto lo visto, y para limitar daños, mejor sería cerrar al público el Congreso, como si fuera Chernobil o Fukushima, y enclaustrar allí a los diputados y su legión de asesores, sin olvidar a la prensa lameculista. Y que fuera un cónclave como el de Viterbo (1268), que dio origen al término (cum clavis), encerrados bajo llave, a pan y agua. Sin olvidar los gintonics de Rufián y Tardà, para que sigan cultivando sus florilegios dadaístas sin afectar a inocentes.
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