Trump dice que el cambio climático es “una broma” de los chinos, aunque parece tomarse más en serio el creacionismo. Afortunadamente aquí somos mucho más serios: defendemos la igualdad de los españoles y la redistribución de la riqueza… con el blindaje de los Conciertos Económicos de Euskadi y Navarra, y la exigencia de otros calcados para Cataluña, Baleares, Galicia, etc. También preservamos la inclusividad del sistema educativo excluyendo al castellano y las modalidades, junto a la insidiosa meritocracia. Llegaremos lejos.
Si
la madurez nos enseña algo es que la realidad suele frustrar
nuestros deseos. Como montar una Facultad de Medicina para indígenas
que no quieren/pueden viajar, y que luego te la copen al 61’3 %
bribones peninsulares, lo que obliga a impartir las clases en ese
instrumento luciferino llamado castellano. O que el Día sin Coches
genere un récord mundial de atascos, hasta el punto de que algunos
le hayan rogado a Radio Carmena, azote de los puteros sin putas, que
ni se le ocurra declarar un Día sin Asesinatos. Mejor un Día sin
Sexo, ¿no?
Con
lo bien que estaríamos todo el día en bici y ‘truequeando’ con
los colegas, y nos da por pecar, viciándonos con el coche y en
grandes centros comerciales. Yo no he ido al Fan, pero me parece
estupendo que existan lugares así. Porque no soy un enemigo del
comercio, que diría Escohotado, y también para poder disfrutar del
desconcierto beato y virginal de los de Més y Podemos, apóstoles
con sexenios de los negocios ben nostros de clientela
cautiva.
Pero
tranquilos, porque acude al rescate de nuestra alma el ayuntamiento
de Calvià, que acaba de cerrar un mes entero un gran aparcamiento de
Santa Ponça para ubicar allí nada menos que el Oktoberfest. Sin
duda un ciudadano en permanente curda se reconciliará mejor con el
credo emancipador de nuestros eminentes líderes.
Y
qué decir del serial interno del PSOE, que no llega a Juego de
Tronos, porque tiene más de película de Mariano Ozores que otra
cosa, pero al menos entretiene y se acerca ya a su clímax: la
escisión. Mientras Iceta se consagra al griterío endemoniado,
imitando grandes gestas de Snchz (cuando un dirigente psocialista no
sabe qué decir, baila o grita), el barón García-Page confiesa que
no es “partidario de quemar Ferraz”, señal de que al menos lo ha
considerado. Lo apoya su barón vecino, un Fernández Vara que tal
vez no se decante por la pira purificadora pero sí resignadamente
por la autopsia, pues no deberíamos olvidar que en su juventud fue,
ojo al dato, el forense de la masacre de Puerto Hurraco.
(disección publicada hoy en El Mundo-El Día de Baleares)
(disección publicada hoy en El Mundo-El Día de Baleares)