lunes, 31 de agosto de 2015

DOBLE MORAL


 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

Apetecía esta semana sacar punta a lo del conseller catalán Germà Gordó, que quiere extender la Buena Nueva más allá de su jurisdicción, purificando nuestra vacuidad con la milagrosa senyera. Pero no vale la pena repetir argumentos que han expuesto en la prensa local Vidal Valicourt, Font Rosselló o Ramón Aguiló Sr. Como estamos en plena melopea del catalanismo, quitándose la careta que sólo algunos les veían, hay mucho donde escoger. Yo me decantaré por lo de la Capitanía General, ya saben, el heroico alcalde de Manacor, Miquel Oliver (Més), que se ha negado a facilitar un concierto conmemorativo del citado ente militar. ¿Iban a cometer algún delito en el acto? Parece que no. Pero, ¡ah!, los Decretos de Nueva Planta, 300 años atrás, donde mentalmente viven algunos de nuestros políticos, son la causa de la prohibición. La Capitanía “es una consecuencia” de esos decretos y parece ser que quedó contaminada de por vida.
Tiendo a juzgar algo que existe ahora mismo por la función que cumple, no por su origen. Si entráramos en la dinámica de sexar los inicios, y somos decentes aplicándolo a todo, nos va a quedar muy poco que celebrar. Con el castellano hacen lo mismo: Felipe V nos lo impuso. Ya se hablaba y escribía en Baleares, por cierto, pero aceptemos el duelo: el castellano se impuso (o reforzó) oficialmente por la fuerza. ¿Pero de eso concluimos que hoy necesariamente carece de legitimidad y debe ser extirpado de las islas? Si deducimos eso, también tendríamos que aplicar el mismo juicio sumario al catalán, que no nació precisamente en Baleares sino que fue impuesto con más violencia todavía por las tropas de Jaume I. Por tanto, “es una consecuencia” de un genocidio.
Por supuesto, nuestros catalanistas de medio pelo no sacan ese resultado, pero deberían hacerlo si fueran honestos intelectualmente y aplicaran idéntico criterio a lo que les gusta y a lo que no. Ambas lenguas fueron impuestas, bienvenidos al mundo real, eso es lo que solía suceder a la largo de la historia. Pero los toscos cuentitos de buenos y malos que nos endilgan el manacorí o Miquel Ensenyat no tienen consistencia. Es el sectarismo cainita de toda la vida, esta vez con lacito cuatribarrado.

lunes, 24 de agosto de 2015

JEWISH CONNECTION


 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

Ha muerto el gran Daniel Rabinovich, uno de los componentes más conocidos de Les Luthiers. Era judío, como su compañero Marcos Mundstock, y la gracia que destilaban las apariciones conjuntas de los únicos que no componían y apenas tocaban instrumentos ofrecía la esencia más divertida e ingeniosa del humor hebreo.
Lo que sucede con los judíos, con humor y sin él, es pasmoso. Se les odia desde épocas bíblicas, sus éxodos ya nacen con Babilonia, y lo curioso es que, manteniéndose ese odio, va cambiando su cara a los largo de los siglos. Quiero decir que las excusas para perseguirlos se adaptan al sentir de cada época. Primero fue el “pueblo deicida”, luego que eran usureros y banqueros, después comunistas, etc. Ahora se les odia bajo la carátula del sionismo. Si bien es obvio que no son defendibles muchas acciones del Estado de Israel, la furia que les dirigen algunos es del todo irracional y enfermiza. A cuenta de esto ha recibido estos días Matisyahu, ese cantante norteamericano de reggae cuyo pecado es ser judío y no condenar a Israel. No parece que sus letras manifiesten beligerancias brutales como las de Soziedad Alkoholica, ejemplo que algunos han sacado a pasear para ponerlo equidistantemente a la altura del caso Matisyahu. Pero poco que ver, creo yo.
El problema de los organizadores del Rototom es que se acomodaron excesivamente en la bolsa amniótica de la moral española, tan encaprichada con los judíos, olvidando que en el resto de Occidente los parámetros son diferentes. Por eso, sólo rectificaron cuando el mundo quedó alucinado con el veto a un cantante tan poco batallador, sobre todo desde que cambió su look y estilo hacia el mainstream popero.
España es probablemente el país más judeófobo de Europa. No tuvimos judíos durante siglos porque ya se encargaron los católicos Padres Fundadores de expulsarlos, pero aún así los seguíamos maldiciendo: en la literatura, en prensa, en política. Muestra fehaciente de que, cuando uno está trastornado, si no tiene enemigo para sustentar su paranoia directamente se lo inventa y luego se dedica a cultivarlo como una planta. En Mallorca, qué les voy a contar, con nuestros chuetas, chivos expiatorios siempre a mano, sabemos bien de qué va el asunto.

lunes, 17 de agosto de 2015

PATERNALISMO ESQUIZOIDE


 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

       Me parece estupendo que llueva y bajen las temperaturas. Sin duda, lo mío no es el verano en general, y en concreto este verano de 2015, una tortura china prolongada como la Guerra de los Cien Años. Pero que bajen poc a poc, coño, porque también llevo mal la esquizofrenia meteorológica: que bajen 12 grados en pocas horas, que cuando está más o menos despejado y con sol radiante te caiga encima el Diluvio Universal, etc. Confiado por la salida de los rayos solares después de un precioso día de tinieblas, la tarde del viernes salí un rato a por tabaco... y casi no vuelvo. Una cosa es empaparte y la otra transformarte en estado líquido, como esos personajes hechos de agua que salían en un capítulo de Futurama. Un vecino mío al menos tenía una colchoneta a mano para deslizarse gozosamente por La Soledad como un marqués en un carruaje. Hay video en Youtube, no se lo pierdan.
Cómo cambian las cosas en apenas tres meses. Resulta que mi ex partido (a estas alturas, ex partido a secas) ha decidido no presentarse a las elecciones catalanas “para no dispersar el voto constitucionalista”. Vaya, resulta que ese argumento (no dispersar el voto regeneracionista) es el que yo aduje para dimitir de mi candidatura al Parlament a mediados de abril. Por supuesto, los que ahora defienden no presentarse en Cataluña me machacaron con entusiasmo. ¿Qué lógica tiene eso?
Es como esa discusión que tienen Walter White y su cuñado Hank al inicio de Breaking Bad: si la metanfetamina estuvo permitida durante años en EEUU, ¿por qué es más legítima la decisión de prohibirla que se tomó a posteriori? Esto venía a cuenta de unos habanos, ilegales en EEUU por el embargo a Cuba, que Hank había conseguido vía FBI. ¿Algo puede ser bueno antes y malo después? Al final esos criterios son tan bipolares como esta meteorología que provoca que nunca pueda uno estar seguro de nada. Pero bueno, si somos humanos es para experimentar la inseguridad y no caer en la tentacion de inventar falsas certezas. Para algunos, en definitiva, la clave no está en el motivo sino en quién toma la decisión. Puro (y decimonónico) argumento de autoridad paternalista.

lunes, 10 de agosto de 2015

PRECARIEDAD


 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

No es de extrañar que la izquierda, y más concretamente el PSOE, considere que los trabajos que genera la industria turística, y la empresa privada en general, son precarios. Ellos están acostumbrados a bicocas como la del chaval Jordan Thomas, que sin estudios ni nada y con sólo 20 añitos se llevaría al año, si no se hubiera visto obligado a dimitir, 46.000 euros como asesor de la Conselleria de Sanidad.
Son multirreincidentes. Me acuerdo de Miriam Muñoz Resta, una chica sin estudios cuyo blog era un festival del desfase: lo que hace el EI con sus víctimas lo perpetraba esta afiliada del PSOE (concejal y diputada) con la ortografía y la sintaxis. Pero esa incompetencia absoluta le permitía llevarse cada mes unos 8.000 euros. Luego tú te consagras a estudiar, te sacas un doctorado, idiomas, masters, etc., pero te quedas una larga temporada achicharrado bajo el sol del paro (incluso los presidiarios al menos están a la sombra).
Vivimos en un país algo dadá, aunque muchas veces aspectos importantes de esa extravagancia no quieran identificarse, en beneficio de otros más convenientes. Por ejemplo, somos el único país europeo en el que un líder regional como Mas cobra más (no iba a ser menos, con este apellido) que el presidente del gobierno. Y en concreto 58.000 euros al año de diferencia. También está el asunto de la sanidad universal, que muchos han querido vender como el súmmum de la normalidad (y del progresismo), pero que prácticamente sólo funciona como tal en España. Será que Dinamarca, Holanda o Noruega, epítomes de la socialdemocracia, son en realidad estados fascistas encubiertos, quién sabe. Ventajas de vivir en la inopia informativa.
Luego está la precariedad moral. No sé a ustedes, pero a mí me parece un caso a trabajar con detalle por la psiquiatría que individuos supuestamente defensores incondicionales de la vida animal deseen la muerte (“Taurino bueno, taurino muerto” coreaban muchos el pasado jueves en Palma) de semejantes que gustan de la tauromaquia. Es como ese tipo del que en su momento me habló Nadal Suau: “he quedado con mis amigos pacifistas para hostiar fachas”. Como dije la semana pasada, estamos ante esa pureza que necesita odiar frenéticamente al otro para sentirse superior.

lunes, 3 de agosto de 2015

EBRIEDAD


 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)


Winston Churchill fumaba unos 10 puros al día y era alcohólico. Bebía de todo: whisky, vino, brandy, champagne, lima Rose's. De hecho, era lo primero que hacía al despertarse. Comía sin control, y detestaba la fruta. En cambio, Adolf Hitler no fumaba, era abstemio, vegetariano y además ferviente animalista. El austríaco habría sido un ejemplar ciudadano moderno, al día en las normas de decencia. El inglés, por contra, sería más vapuleado que Merkel, y en algún país de nuestro entorno tal vez ni lo dejarían entrar. Sin embargo, fue el impuro Winston el que salvó a Europa del empuje criminal del puro Adolf.
Es una sencilla paradoja muy extendida. Hoy en día tenemos en el escenario a los criminales del Estado Islámico. Como señalé en una disección anterior (Si matas, no bebas), estos campeones del asesinato truculento y mediático son gente muy concienciadita, con principios. ¡Nada que ver con nuestra modernidad desarraigada y hedonista, oigan! Ellos saben perfectamente cuál es el Bien y el Mal. Y tampoco beben, ni al parecer fuman. Gente muy sana e íntegra.
La semana pasada hablaba en mi muro de Facebook con varios amigos sobre los grandes músicos de jazz de los años 50 y 60. Es curioso que todos esos genios eran drogadictos vitalicios, y a más de uno esa afición le costó la vida. Había muy pocos inmaculados, y ya ni recordamos sus nombres porque no aportaron apenas nada al canon jazzístico. Hoy en día los jazzistas parecen ser más moderados con los polvos mágicos y los licores tonificantes, y mira por donde no tenemos ni de lejos un Coltrane, un Miles Davis o un Charlie Parker. Bach no necesitó drogarse para ser el más grande, pero en ocasiones el estímulo es lo normal.
En el fondo, todo es ambivalente, las drogas también. Es el debate de siempre: disfrutar de un film violento, ¿potencia lo peor que llevamos dentro y, por tanto, estimula conductas agresivas? ¿O las apacigua y expía? El caso, tanto en los jazzistas, en Bach o en Churchill, es estar ebrio de algo, lo que sea. Porque la pureza en realidad acostumbra a ser algo tóxico, por antinatural y porque se sustancia en la demonización del otro, ese impuro desechable.
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