sábado, 27 de octubre de 2012

ENTREVISTA RADIOFÓNICA


Antes de que se me olvide, cuelgo el link de la entrevista (en mallorquín) que me hicieron en la radio autonómica de las Baleares (IB3 Radio) este verano (9 de julio), en el programa 'Tassa i mitja' de Noemí Garcies (arriba en la imagen). El tema fue la tesis doctoral (comienza a partir del minuto 28:14).


lunes, 8 de octubre de 2012

DICCIONARIO DEL SUBSUELO (4): SALUD


  fotograma de Inseparables (Cronenberg, 1988) 

Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció en 1946 que la salud consiste en el completo bienestar físico, y no sólo en la ausencia de afecciones o enfermedades, el origen del término lo encontramos en el latín salus, que significa en sentido literal un 'estar a salvo', aquel estado en el que se permanece de alguna forma alejado de las enfermedades que puedan atacarnos. Por tanto, en la definición oficial la salud implica un espacio en el que se estaría de forma continuada, un topos que se construye asépticamente al margen de las transiciones, mezclas y ambigüedades que implica la dinámica propia del existir. En la salud, por tanto, no hay tránsito, pues se edifica como un dique frente a la enfermedad de lo exterior; la misma enfermedad se define como todo lo que puede perturbar desde fuera el estado de inmovilidad (supuestamente redentor) de lo propio.

Si interpretamos la cuestión desde una óptica heideggeriana, la salud se construiría como un dique frente al claro de la apertura, la dimensión de lo abierto que es el ámbito dinámico de lo creativo pero que, por su inestabilidad esencial, no puede ser habitado más que de forma nómada y esporádica. En lo abierto no se pueden echar raíces, pues su naturaleza carece de fundamento genético, de arraigo en sentido absoluto, y es de su potencial creador-destructor de lo que trata de defenderse la dimensión del salus, que se resguarda en la acogedora (pero estéril) oscuridad del bosque. Por su parte, Ernst Jünger también considera el potencial 'caótico' (creador pero desestabilizante) de la apertura, otorgando a la enfermedad, concretamente a la fiebre que provoca un resfriado, enormes posibilidades creativas, siendo las noches de fiebre espacios de fecundidad; en ellas todo cobra mayor grado de intensidad: uno sube como agua que se desborda de los diques.

artículo publicado en la revista KILIEDRO

martes, 2 de octubre de 2012

LAS MATEMÁTICAS AL SERVICIO DE LA TEORÍA MIMÉTICA

 fragmento de La escuela de Atenas (Rafael, 1512)


Dado el alto componente teórico de las tesis miméticas de René Girard (las tesis sacrificiales resultan más fácilmente demostrables), nunca está de más tener en cuenta verificaciones científicas que vayan apareciendo. Estas últimas semanas me he topado con una especialmente interesante, descubierta en la sección científica del programa radiofónico La brújula de Onda Cero (aquí dejo el audio).


En este programa se hicieron eco de un estudio publicado en la revista Physical review Letters, que consiste en la aplicación de un modelo matemático a una situación hipotética caracterizada por 3 individuos: 2 dogmáticos y un tercero equidistante. Recordemos que la hipótesis se desarrolla únicamente siguiendo patrones matemáticos, no formando parte de ellos teorías de tipo sociológico, aunque acaben ayudando a la consolidación de estas últimas (al menos las tesis girardianas). 

Los resultados, creo yo, no pueden ser más extraordinarios si tenemos en cuenta la teoría mimética de René Girard, es decir, si consideramos el modo del ser del hombre como una pasión antagónica al servicio de la configuración de identidades (lo que en mi tesis llamé 'pathos identitario', esto es, el deseo-de-ser-yo articulado como un intento-de-ser-otro). Resulta que en casos de polarización creciente, según este estudio, la moderación acaba difuminándose per se, camino de uno de los extremos, que acaban imponiéndose fruto de su contagiosa obcecación continuada. Pero lo más interesante es que, si el moderado es tozudo, es decir, mantiene su moderación de un modo 'dogmático', resulta más fácil que se acabe convirtiendo al discurso antagónico de un extremo; el moderado sólo se mantendría en un terreno intermedio cuando considera que la moderación es un objetivo en sí mismo, es decir, cuando se preocupa de dar contenido teórico a su moderación, que no es ya una posición de partida rígida (fruto de cierto requisito de equidistancia provocado por un tipo de personalidad que comparte con los dos dogmáticos, la girardiana pretensión de autonomía absoluta), pues ésta, sin contenido, resulta fácil de llenar por uno de los discursos extremos.
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