lunes, 29 de febrero de 2016

SIN (DES)ÁNIMO DE LUCRO


 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

No soy muy partidario de dedicar estas disecciones a los temas más mediáticos de la semana, pero respecto al circo Nóos que se ha instalado en Palma me gustaría decir alguna cosa. Una de ellas me urge imperiosamente. Le tengo aprecio a mi integridad moral y física, y preferiría desviar de mí toda posibilidad de bullying social. Por eso declaro que no tengo nada que ver con el fiscal Pedro Horrach. En absoluto. No es familia ni tampoco conocido. Ni vecino ni saludado. ¡Nada! Pertenezco a la rama pobre pero decente de los Horrach. Gracias por su atención.
El otro protagonista nóostico es Diego Torres. Con la de años que llevamos hablando de este tipo y me tiene absolutamente maravillado cómo se las ha arreglado para escamotear su condición de menorquín. Mahonés, en concreto. Los medios, tanto nacionales como isleños, apenas se refieren a su origen, y en parte entiendo que se intente presumir sólo de los que descollan sin recurrir a imputaciones judiciales (Sergio Llull), pero tanta omertà me tiene intrigado. Ya sea mérito de Torres, ese Houdini del gentilicio, o demérito de la prensa, ahí queda la hazaña.
Como todos estos inventos cuya finalidad es trincar toda la pasta posible, pública sobre todo, porque es la más incauta y facilona, Nóos presumía de no buscar el ánimo de lucro. Y de hecho su ánimo no era buscado sino que ya venía de fábrica, con más voracidad que un niño de Etiopía en las hambrunas de los 80.
Con las Diputaciones pasa algo similar. Al fin Ciudadanos y PSOE han dejado sobre la mesa la propuesta de suprimirlas (aunque sólo sean las de régimen común, una pena), cosa que ya debió realizarse cuando en la Transición se crearon las Comunidades Autónomas. Pero algunos próceres de la partitocracia se han mosqueado.
El PP, ese partido que sólo practica la meritocracia en el arte del expolio, esa banda que cuando gobierna te fríe a impuestos pero luego paga las obras de su sede nacional en negro, anda muy ofuscado con este proyecto de cerrar las Diputaciones. Todos sabemos porqué. Pero ellos siguen intentando retorcer la realidad hasta la toxicidad paternalista, convirtiendo lo que son organismos caros e ineficientes, refugio de una legión de mediocres con carnet, en un pilar esencial de cualquier democracia.
Pero los pobres Rivera y Sánchez desconocen los arcanos de la sabiduría mística de Maharishi Rajoy: somos sentimientos y tenemos muchos seres humanos en nuestro interior a los que hay que alimentar. Hágase.

lunes, 22 de febrero de 2016

PUERTO HURRACO TV


 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

Nuestra actualidad carpetovetónica se transformó hace tiempo en un multicanal de televisión donde se ofrecen películas de diverso pelaje, algún estreno y muchas reediciones. En prime time tenemos ahora la nueva temporada de nuestro Puerto Hurraco moral. Un guión extasiado de los “temas posicionales” que señalaba la semana pasada y con las ondas guerracivilistas retumbando con fuerza en cada rincón del país. El asunto Rita Maestre.
Unos defienden la existencia de capillas católicas en universidades públicas, además del medieval delito de blasfemia. Otros santifican una invasión con gritos tan conciliadores como “arderéis como en el 36”. A lo mejor es urgente colocar vallas publicitarias en todo el país anunciando que no es obligatorio vivir sectariamente las 24 horas del día, y que una postura intermedia entre ambos extremos no es una enfermedad ni un delito.
La melopea es tan aguda que incluso periodistas talentosos (alguno queda) como Rubén Amón se han despeñado con analogías disparatadas que comparan el caso Maestre con el de Charlie Hebdo, cuando existen profundas y múltiples diferencias entre un juicio injusto y el ametrallamiento de 12 personas en París.
Pero si estamos cansados de esta programación de trinchera, tenemos otras opciones. En el canal naranja podemos ver un estreno, algo inaudito en España, casi milagroso: creo que es el primer caso de un partido que se adelanta a la fiscalía a la hora de denunciar a uno de sus miembros. Se trata de Ciudadanos, que ha llevado ante los jueces a su tesorera de Logroño por fraude. Hasta ahora nuestros corruptos partidos se limitaban a echar a alguno de sus dirigentes tras ser imputados, pero miraban a otra parte antes de la acción judicial.
El problema para C's es que el mérito acarrea también su contrapeso: le está saliendo rana mucha gente. Por haber ido demasiado rápido: lo que no hicieron en 4 años, lo han apresurado en pocos meses. Porque, antes que ir implantando el partido a nivel nacional, Rivera y su cúpula prefirió cual cigarra consagrar la anterior legislatura a las mediáticas tertulias.
Para acabar, el LA Confidential palmesano, con una entusiasta Policía Local que por comparación está a un paso de convertir a la Gestapo en candorosos niños de San Ildefonso. La intriga reside ahora en saber cuándo aparecerá en escena el empresario en el que todos pensamos, su padrino político (l'amo de tots els amos) y su perro de presa el ex-director general de Turismo que hace cuatro años amenazaba a competidores molestos en una grabación aparecida en EL MUNDO.

lunes, 15 de febrero de 2016

ONDAS GUERRACIVILISTAS


 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

¡Estos científicos son la leche! Siempre a sueldo de la Troika, el Club Bilderberg y el Real Madrid, ahora se sacan de la manga eso de las ondas gravitacionales de un tal Einstein (¡sionista!, seguro) para desviar la atención de los asuntos de verdadera enjundia: los titiriteros, El Rubius, el gallinero del Congreso, los chemtrails o el enésimo intento de las farmacéuticas para matarnos a todos. Menos mal que hace unas semanas hice un cursillo de sanación psicosideral chamánico y puedo comunicaros sin duda que nos engañan y que... (fin de la melopea).
13.800 millones de años después del Big Bang, desde un rincón minúsculo de un universo prácticamente infinito hemos conseguido dar con una ventana al cosmos, un mensajero galáctico del conocimiento. Un prodigioso logro científico y también tecnológico. Pero estos descubrimientos, como pasara hace 4 años con el bosón de Higgs, no se celebran como debería. Porque aunque sean esenciales material e intelectualmente, no aportan combustión alguna a nuestras ideologías. Carecen de significados clausurantes que nos faciliten demonizar a otros y acercarlos al mundo de los muertos, como un entrañable abertzale local me dejó caer esta semana en Facebook por una discusión bastante civilizada con un tercero.

Cualquier cosa vale para el guerracivilismo. Mejor si no se trata de Gran Política, sino de esos asuntos mucho más de andar por casa llamados “temas posicionales”, que siempren están teñidos de antagonismo. Aunque anda tan excitado el corral que incluso el civilizadísimo cricket sería una munición aprovechable para esta nueva recreación de nuestro eterno y estéril cainismo.
La ciencia, al menos la del siglo XXI, con criterios más objetivos que nunca y multitud de proyectos en los que se coordinan decenas de países (el CERN de Ginebra o, en este caso de las ondas, el LIGO, en el que participan 16 estados, incluida la ayuda de nuestra UIB), en su universalismo no permite ser utilizada como munición para la guerra identitaria, para la trifulca doctrinaria. “Es más facil desintegrar un átomo que un prejuicio”, aseguraba precisamente Einstein.
En España no interesa algo que permita apuntalar la excelencia de conciliadores proyectos colectivos, de empresas útiles en las que todos salgan ganando. Mejor quedarse varados en la disensión de supuestos derechos históricos, modelos maniqueos de suma cero o la supremacía de una ideología u otra. Un enfrentamiento civil continuo deseoso de pasar de las palabras a los hechos. Por eso las ondas gravitacionales sólo nos han interesado un ratito para ciertos memes en Twitter y alguna gracieta en prensa.

lunes, 8 de febrero de 2016

REFLEXIONES SUICIDAS



(artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

Hace unos días se mató el mejor chef del mundo (según La Liste), Benoit Violier, 44 años, propietario del restaurante Hotel de Ville de Crissier. Y no lo hizo tras haberse descabalgado de la gloria, sino en el epicentro de la misma. No es el primer caso en este mundillo tan mediático y ultracompetitivo.
En estos últimos años el suicidio ha diluido algo su condición de tabú en los medios de comunicación. Después de considerarse temerosamente que la información de estos casos produciría un efecto mimético que multiplicara las muertes de aquellos que “levantan la mano contra uno mismo”, como escribiera el insigne suicida Jean Améry, ahora se está convirtiendo en una cuestión presente en nuestros medios. Hasta el punto de reconocerse su condición de importante problema social.
Nos preceden décadas, incluso siglos, de ocultamiento de esta realidad, fruto de la vergüenza (casi se prefiere reconocer la condición de asesino que de suicida en un familiar o amigo) y el temor. Prácticamente todas las culturas demonizaban el suicidio, en parte porque significa una transgresión individual de la tutela colectiva. De hecho, países comunistas como la RDA no ofrecían datos, por lo que pudiera entrañar de crítica al sistema que una serie de gente decidiera borrarse del 'paraíso'.
En España se matan unas 10 personas al día y lo intenta más de un centenar. Aunque parezcan cifras elevadas, comparados con otros países son de las más bajas de Europa. Pero no cantemos victoria: no me extrañaría que este prolongado y bizarro proceso de investidura que padecemos dispare los casos hasta niveles de los países nórdicos o Hungría.
En el mundo de la suicidología se dan varias circunstancias en todas partes (salvo en China): los hombres se suicidan tres veces más que las mujeres. Sin embargo, ellas practican las tentativas de autolisis en superior medida. La mayoría sin éxito, claro. Primero porque en estos casos matarse no suele ser el verdadero objetivo, sino utilizar su dramatismo para otras finalidades. También porque el método femenino habitualmente es menos letal e irreversible que el masculino: si ellos se decantan por las armas de fuego o lanzarse por un acantilado, ellas prefieren las pastillas.
Otro elemento a tener en cuenta, en este caso relacionado con el citado chef francés, es el perfeccionismo. En muchas situaciones los suicidas son idealistas que ven fracasados sus proyectos, o son víctimas preventivas del pánico a caerse del podio. Lo curioso es que en general los depresivos se suicidan mucho menos de lo que se piensa.

lunes, 1 de febrero de 2016

LLAMADA DE JOHNNIE WALKER



 (artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)
 
Si alguien esperaba que trate de analizar nuestro proceso cuántico-patafísico de investidura, que se decante por otra columna. A estas alturas, ya me he perdido en los vericuetos patriamente esperpénticos de la gobernabilidad. Algunos pretenden que este sarao sea un inspirado homenaje a House of cards, cuando si acaso estamos más cerca del landismo político de un Mariano Ozores.
Mientras siga el galimatías parlamentario, prefiero centrarme en la reciente visita europea del premier iraní, Hasan Rohani. Mientras que en Italia han claudicado a la exigencia de tapar estatuas desnudas de los Museos Capitolinos y desterrar al vino de la mesa protocolaria (o sea, que ni los italianos puedan beberlo), en Francia Hollande ha entonado un In vino veritas que ni Rajoy en sus mejores mítines.
Recordemos que a Rohani se le tilda de “moderado”, más que nada por comparación con Ahmadineyad o el ayatolá Jamenei. También era “moderado” Mohamed Jatami, que visitó Palma en noviembre de 2005 con motivo de la Alianza de Civilizaciones de ZP... y otro “moderado”, Erdogan, que eso pocos lo recuerdan. Jatami había estado en Madrid tres años antes, y el episodio del vino demoníaco ya protagonizó una precuela. En Europa ha habido polémica ante esta situación, porque más que respeto lo de Renzi, estando en Roma y no en Teherán, es pura claudicación.
Los ingleses, siempre ingeniosos, sacaron partido a una situación similar vivida en Pakistán, parece ser que en los años 70. Una delegación británica debía padecer una reunión oficial con las autoridades asiáticas durante horas sin probar una gota de alcohol. Así que se les ocurrió camuflar los licores en inocentes vasos con zumo, para así entonarse como toca y no molestar a los inquisidores. La serie de la BBC Yes, Minister sacó partido humorístico a este suceso en un capítulo maravilloso en el que los delegados ingleses acudían repetidamente a una “sala de comunicaciones” en la que parlamentaban con los señores Ballantines o Haig. Hacia el final de la reunión, del trinque entre tanta ida y venida al búnquer de los placeres el ministro casi se delataba: “tiene usted una llamada de Mr John Walker”. De la “scotch office... ¡sorry! ¡Scottish! office”.
Volviendo a Rohani, junto al asunto de la dogmática falta de reciprocidad está el ansia de pureza. No beber ni fumar, no sea que uno se distraiga de sus nobles deberes. Que en el caso de Irán no son otros que mantener el preciado liderato mundial en materia de pena de muerte. Unos siete liquidados al día, nada menos.
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