(disección publicada hoy en El Mundo-El Día de Baleares)
Queridos
hermanos, bienaventurados seáis. Os habla Francina, vuestra amada
lideresa. He tenido una revelación. El sábado fue el Congressus
Maximum de mi iglesia, los Apóstoles del Noísmo, y puedo anunciaros
urbi et orbi que he salido reforzada en mi liderazgo
carismático. Todo fue una plétora de palmas y loas ditirámbicas.
He obtenido nada menos que el 98 % de apoyo… contra ningún
postulante, y es que hay ocasiones mayestáticas en que sólo se
combate contra una misma. Es cierto que cuando tengo rivales de otros
credos el castigo es severo, ¿pero no dice nuestro Mesías que “los
últimos serán los primeros, sobre todo si son los nuestros”
(Pedro 4, 11)? Sin duda nuestro príncipe del aire y rico en
misericordia a veces nos confunde, pero siempre nos ilumina, como
anteayer: “Fuera de la ley no hay nada, pero con la ley no basta”
(Pedro 14, 3). Ciertamente la razón es el pecado original, y por eso
el espíritu sopla donde quiere.
Últimamente
el prócer local Noguerus, que de carisma va sobrado porque en sus
comicios no fue ni siquiera segundo sino tercero, ¡quién pillara
tan altas bajas cotas!, está intentando hacerme sombra con sus
epístolas de corto alcance. Sed fuertes, no cedáis a sus insidiosos
arrumacos. ¿Qué sabrá él de lo que es tocar fondo, como yo en los
comicios de 2015, con el peor registro de mi cofradía en 32 años?
Tampoco saben nada Jarabus o Barcelonis. No están a mi egregia
altura, y por eso serán neutralizados por la eclosión de mi sublime
martirologio en 2019.
Debemos
trabajar por el bien ciudadano: derribando la Faixina, destruyendo la
igualdad fiscal (Régimen Especial) y decidiendo unilateralmente. No
os quepa duda de que en el ágora de Balearis tenemos plena parresía,
es decir, libertad máxima para expresar lo que se quiera. Eso es
así, descuidad, porque ya me encargaré yo de expedientar a quien
diga lo contrario.
Alejaos
de las asechanzas de Lucifer y los saduceos de Orbis, hijos de la
ira. Confiad en las plegarias redentoras de nuestro amado líder:
“Las naciones brotarán de vuestra alma como soplo divino” (Pedro
9, 2). Si dejamos que Orbis y su sicofante Horrachus se salgan con la
suya, será el llanto y el crujir de dientes, y se abrirán los siete
sellos del apocalipsis. Hay que arremangarse en la tarea purificadora
que os marco, y si en la defensa de nuestros valores sois tibios, ni
fríos ni calientes, os vomitaré de mi boca. Dejaos guiar por mi
mano clarividente y así la dicha será eterna y colmará a
generación tras generación.
En
nombre del Pacte, de la Coherencia y de la Verdadera Siniestra, amén.
Podéis ir en paz.
2 comentarios:
Tremendo, Herr Horrach!
Es que nuestra lideresa tiene labia, ehh? Qué bien le salen sus epístolas
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