(artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)
Extra
Ecclesiam nulla salus. Fuera de la Iglesia no hay salvación.
Existen muchas iglesias, pero hoy les hablaré de una en concreto: la
pesemera. Como todas, funciona con claves antagónicas y una
irrefrenable tendencia a la unanimidad. Su última gesta ha sido
negar una modesta ayuda económica (3.837 euros) en el Consell de
Menorca y en el Institut d'Estudis Baleàrics solicitada por la
Fundació Jaume III para Sa norma sagrada. Un libro del que no
pueden negar el rigor y el interés intrínseco, pues aglutinando
multitud de datos realiza una investigación de la que Baleares
andaba huérfana.
No
respetan la legalidad, pues han vetado una obra escrita en un catalán
medido y elegante por el pecado de seguir el modelo lingüístico de
las modalidades que está protegido por el artículo 35 del Estatut
d'Autonomia. Aducen “líneas estratégicas”, o sea, criterios
ideológicos de comisario político para negar aquello que le
conceden a todo el mundo. Incluso con Antoni Vera el IEB apoyaba
proyectos de tinte independentista. Bastaba con garabatear dos líneas
inanes en una servilleta sucia para que te diera una ayuda. Pero
ahora, sólo admiten fieles y pusilánimes.
No
hablemos ya de la OCB, que vive a cuerpo de rey con el dinero de
todos, con IB3 retransmitiéndole en directo cualquier sarao mientras
que a la Jaume III ni agua. Millones de euros de Baleares y Cataluña
se han llevado estos dialogantes amigos del fair play.
Tienen
un sentido patrimonialista del poder. Como han demostrado con la
Conselleria de Cultura, que al parecer sólo pueden dirigir Venus de
Willendorf menorquinas adscritas a MÉS. La Conselleria es su corral
y sólo valen sus normas.
Será
verdad que al final esto se parece bastante a Sicilia. No sólo por
el PP y su socio bipartidista, el PSOE, agentes destacados de una
cleptocracia ineficiente, sino también por nuestros pesemeros, que
no quieren quedarse atrás en el repertorio de artimañas sectarias.
Con Sa Feixina ya demostraron a esos 20.000 nuevos votantes a los que
estafaron en mayo que el escorpión es incapaz de ser otra cosa: su
veneno siempre sale por alguna parte, aunque sea picándose a sí
mismo.
Con
Sa norma sagrada están imponiendo sus líneas
estratégicas minuciosamente: primero la omertà, no sea que
alguien se entere de la existencia del libro, ergo de las claves que
sostienen el tinglado pesemero. Y segundo, negándole cualquier
ayuda. Luego dicen que defienden la lengua catalana. ¡Un memeu!
Con la laminación de las modalidades baleares casi parecen
considerarlas otra lengua. Son fábricas industriales de
anticatalanistas.
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