(disección publicada hoy en El Mundo-El Día de Baleares)
Señala
el modelo espacial de Anthony Downs que aquellos partidos políticos
que se sitúen en el centro ideológico tendrán más posibilidades
de ganar unas elecciones. En este sentido, España es una anomalía.
Es verdad que a veces enfatizamos injusta e identitariamente (también
hay narcisismo en la queja tremendista e irredimible) nuestros
defectos como país, pero en este caso está demostrado que nos
salimos del patrón definido por Downs que se da en la mayor parte de
elecciones democráticas.
Y
somos diferentes porque un partido como el PP, al que la ciudadanía
percibe como menos centrado que su rival histórico, el PSOE, ha
ganado cuatro elecciones, dos de ellas por mayoría absoluta. Es
decir, en España los votantes prefieren al partido que consideran
menos moderado que sus contendientes. Por no hablar de su categoría
como emporio de la corrupción, lo único en lo que han alcanzado un
incontestable prestigio meritocrático, aunque los socialistas no se
queden precisamente atrás.
Teniendo
en cuenta estas anomalías en la decisión del voto, no me extrañaría
nada que el experimento de Iglesias engullendo IU le acabe
funcionando. En teoría debería salirle mal o muy mal, porque si
esta operación supone algo es un evidente alejamiento de la
centralidad ideológica, el desanclaje de la supuesta transversalidad
podemita. Todo lo que se pueda ganar ahora de voto claramente
izquierdista podría perderse, y en mayor número, de voto centrado
cabreado que eligió en diciembre la papeleta morada. Algunos olvidan
que incluso medio millón de votantes de Rajoy en 2011 se pasaron a
Iglesias estas últimas generales. ¡Medio millón! Por no hablar del
numeroso voto socialista que quería castigar su gestión de la
crisis pero no entregarse al discurso de IU, o sea, del PC.
Esto
sobre el papel, pero en la práctica nuestro genio acostumbra a parir
mutantes. Hay que tener en cuenta lo que comentábamos sobre el voto
anti-downsiano que se da en España, y en paralelo a las extrañas
mayorías del PP se podría dar un aumento importante de escaños
para Unidos Podemos Més Compromís En Marea Equo... ¡y dos huevos
duros! Según las encuestas del CIS, la ciudadanía considera a IU y
Podemos de ideología comunista, pero ya sabemos que en España el
voto centrado, aquel que es fruto de la sensatez reflexiva y no del
vínculo doctrinario o de la melopea emotiva, es una quimera. Si
seguimos en nuestra línea dadaísta, y acontece el sorpasso,
Iglesias podría conseguir la proeza de la cuadratura del círculo
electoral y convertirse así en presidente del gobierno.
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