(artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)
Si alguien quiere prosperar rápidamente en Baleares, y
carece de dotes para ser futbolista, cuenta con una salida óptima
para la incertidumbre laboral y económica: la OCB. Pocas
organizaciones privadas y con supuesta vocación cultural se han
embolsado cantidades tan elevadas de dinero público durante las dos
últimas décadas, sobre todo de manos de los dos Pactos de Progrés,
principales mecenas de la causa. Muchos, demasiados, millones de
euros salidos de nuestros bolsillos han caído dentro de sus ávidas
redes. La semana pasada el Tribunal Superior de Justicia de Baleares
desestimó un recurso presentado por la organización catalanista en
la que reclamaba quedarse con dos millonarias subvenciones,
adjudicadas a dedo y sin concurso público, por valor de 131 mil
euros. Francina Armengol había sido la responsable directa de este
enésimo regalo de dinero público en 2011, justo antes de las
últimas elecciones autonómicas. Dado que las perspectivas de
derrota eran evidentes, se quiso premiar la fidelidad a la causa de
forma harto generosa. Y no será por falta de prodigalidad previa,
porque durante esa legislatura (2007-2011) sólo del Consell de
Mallorca la OCB percibió cerca de un millón de euros. Eso sin
contar la aportación recibida del Ayuntamiento de Palma, con Calvo
de alcaldesa, o del Govern balear de Antich. Por no hablar de la
contribución de un organismo ajeno a las Baleares, como es la
Generalitat de Cataluña. ¿Se imaginan que la Comunidad de Madrid
financiara al Círculo Balear? Qué no dirían entonces del Círculo
los miembros de la Assemblea de Docents, que ahora ya lo demonizan
con epítetos fóbicos como “els tentacles de ses tenebres”.
La OCB no siempre ha sido la misma. Hasta principios de
los 90, con Bartomeu Fiol al mando, era todavía una organización
cultural bastante respetable y plural. En esa época fue un miembro
destacado el ahora presidente de la Fundación Jaume III, Josep
Zaforteza, mientras que hoy los cachorros 'oceberos' lo insultan y
escupen por la calle. Sin embargo, la llegada a la dirección de
Antoni Mir cambió el panorama, porque la OCB inició bajo su mandato
una singladura mucho más política y beligerante, adoptando un
patrón (“fer país”) que en Cataluña había conllevado el
arrinconamiento de toda disidencia. De cierta cultura del diálogo y
del respeto se pasó a ocupar un lugar inflexible en las trincheras,
identificando a todos y cada uno de los enemigos para ser aplastados
sin matices. Tras dejar la OCB, Mir ascendió a la madre nodriza, la
Generalitat, e incluso acabó recibiendo de manos del páter familias
Jordi Pujol la Creu de Sant Jordi, un merecido broche a los servicios
prestados.
5 comentarios:
Disculpe mi ignorancia, ilustreme su eminencia, tenga la bondad. Cómo es la cosa, a ver: el Círculo Balear se ocupa de la lengua castellana o español, que es la que se habla en Madrid. O bien, el Círculo Balear se ocupa de la lengua balear ¿?, y se da la circunstancia que esta lengua despierta mucho interés entre los madrileños. Yo no le veo el sentido a la comparación.
Seamos rigurosos. ¿Tan difícil le resulta a usted entender la existencia de organizaciones culturales que promuevan la lengua propia de su territorio? O es que en el fondo considera que la única lengua con derecho a ser promovida es el castellano, es decir, la propia de uno.
¿Acasp el Instituto Cervantes no recibe cuantiosas cantidades de dinero para asegurarse que el castellano o español sea bien conocido y considerado en todo el mundo, especialmente en los paises hispanos? ¿O no debo llamarlos así, ya que nos han suprimido por ley los paises catalanes?
Me parece que hay muchas emociones y aversiones arropadas en razonamientos.
Ahí va mi eminentísima ilustración:
Por una parte, del Círculo Balear me he limitado a constatar que no recibe dinero público. Otra cosa es que me caiga mejor o peor (más de lo segundo que de lo primero). Lo comparo con la OCB en el sentido de que me parecen organizaciones con similar estructura de discurso (con objetivos opuestos, claro está), aunque una se haya hecho millonaria con el dinero de la ciudadanía y la otra se financie con lo que quieran aportar sus simpatizantes.
Punto dos: no creo que sea especialmente necesario promover lenguas oficiales, más allá de lo que exige la legalidad. Yo no lo haría, aunque tampoco me parece mal. Lo que le critico a la OCB no es eso, sino que con el tiempo haya evolucionado hacia una plataforma política de presión financiada con mi dinero y con el de mucha gente que no comparte sus objetivos (políticos) ni sus medios.
Punto tres: el Instituto Cervantes no se limita a promover el castellano (por si no lo sabe, también organiza actos y cursos dedicados al catalán o al euskera), sino que hace una labor puramente cultural de transmisión del legado español (también el hispanoamericano). Y lo hace en el extranjero, ojo, no en tierras españolas para empequeñecer a las lenguas minoritarias, ni mucho menos. Por tanto, tiene una idea plural de lo que es España. Puede parecer bien o mal, pero no hacen política. Quiero decir que no se constituyen en altavoz de posturas políticas determinadas. Lo de la OCB ya es otra cosa. Hay entre ellos la misma diferencia que podemos encontrar en las televisiones públicas: mientras que en el logotipo de TVE no hay una sola mención del color de la bandera española, el logotipo de TV3 siempre está definido ostensiblemente por la cuatribarrada. Ya pasaba con su anterior versión, pero también con la actual. Es la diferencia entre neutralidad y beligerancia.
un saludo, espero que mi eminente sabiduría la haya dejado completamente satisfecha
Ilustre, pero ingenuo, quiero creer.
Punto uno: yo hablaba del hecho de asociar Generalitat con OCB y Madrid con Círculo Balear. En cualquier caso su aclaración es muy pertinente.
Punto dos: aunque desconozco la cuantía de las subvenciones, puedo aceptar que a usted no le parezcan bien, al igual que a mí puedan no agradarme otras. No creo que la OCB sea rica, lo que sí ha hecho en el pasado es ofrecer cursos gratuitos. Ya en su momento había quien pensaba desde dentro que sería mejor que se pagase algo por ellos.
Punto tres: Admito que no estoy al día de las actividades del Instituto Cervantes, pero vaya, aunque en su declaración de intenciones explicite algo así como que favorecerá el conocimiento del catalan, gallego y esukera, además del castellano, la verdad es que aparte de ofrecer enlaces a otras entidades que sí organizan cursos, poco más creo que haga. Pero en fin, no lo conozco al detalle.
Lo que me parece ingenuo es pensar que actuando desde el poder del estado no se haga política, en comparación con una lengua que no tiene estado propio. Es la realidad.
Un saludo y buenas noches.
Curiosament, tota la gent que critica la OCB i/o la llengua catalana i/o a Pompeu Fabra, etc. ho fa emprant la llengua castellana, MAI LA CATALANA. I curiosament, com serà el cas de vostè, es neguen a dir-li al que parlam a les Balears LLENGUA CATALANA, que és el que està establit des de fa dècades de forma científica i objectiva (o sigui, ni visceral ni basada en l'odi).
En fi.. que més els hi val reconéixer el trauma que tenen amb aquest tema, a la gent com vostè, o seguir amargant-se la vida indefinidament escriguent dois en contra de tot aquell que defensa la nostra llengua.
Passi-ho bé.
Toni Sales Garcia, Palma de Mallorca.
Hola Toni. Això que dius és un tópic molt habitual. Aquest article està escrit en castellà perque apareix a El Mundo. Jo som catalanoparlant i escric molt en català (modalitat balear). Si ho vols comprovar, aquí tens es link des meus 30 articles (secció 'Mormes i eixabucs') més o manco que he escrit per sa Fundació Jaume III:
http://www.jaumetercer.com/index.php/ideari/mormes-i-eixabucs
salut
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