viernes, 4 de junio de 2010

BIBLIOTECA GIRARD

Girard y señora (Martha McCullough)

Entre muchos olvidos en los que un servidor ha incurrido desde que estrenó este blog y que tienen que ver con René Girard se encuentra el de ofrecer una lista bibliográfica de sus obras. Ahora que parece que, esta vez sí, la tesis que realizo sobre este pensador ya inicia su (espero que) definitivo despegue, tal vez no sea un mal momento para recapitular por orden de edición las obras más importantes del curioso pensador francés.

Mensonge romantique et verité novelesque, 1961 (Mentira romántica y verdad novelesca, Anagrama 1985). En esta su primera obra ya plantea Girard la cuestión del 'deseo mimético' (aquí llamado, muy levinasianamente, 'deseo metafísico'), o 'deseo triangular' (sujeto-objeto-modelo) trazada a partir de las obras de 5 novelistas europeos: Cervantes, Stendhal, Flaubert, Dostoievski y Proust. Aunque pendiente de desarrollos posteriores, ya da una idea muy fidedigna de las intenciones y posibilidades del proyecto girardiano.

Dostoïevski: Du double à l'unité, 1963. En ella Girard profundiza en una de las patas de su teoría mimética: la obra dostoievskiana, desde el punto de vista de una 'psicología subsuelítica' que conduce las relaciones ambivalentes con el modelo-adversario hasta un conflicto extremo. No traducida todavía al castellano.

La Violence et le sacré, 1972 (La violencia y lo sagrado, Anagrama 1983). Obra capital en la trayectoria girardiana. De largo, se trata de su texto más filosófico, en lo que respecta al procedimiento reflexivo que asume y desarrolla. Constituye el paso de la teoría mimética (psicología) al mecanismo sacrificial (antropología), en un fascinante despliegue de hermenéutica trascendental (en el sentido kantiano de tratar las condiciones de posibilidad) que desarrolla una ambiciosísima hipótesis de posibilidades casi omniabarcadoras.

Des choses cachées depuis la fondation du monde: Recherches avec Jean-Michel Oughourlian et Guy Lefort, 1978 (El misterio de nuestro mundo. Claves para una interpretación antropológica, Sígueme 1982). La otra obra fundamental de la trayectoria de Girard, donde se desvela más claramente su vinculación intelectual con el cristianismo, aunque aquí todavía sea asumido de una manera más objetiva que en su última época (más entregada a un profetismo en ocasiones tosco y panfletario). Muy estructurado (cosa rara en Girard), va desgranando uno a uno los temas principales de su teoría. Inaugura un estilo dialógico (Girard va contestando las preguntas de interlocutores inscritos generalmente en la misma estela girardiana) que caracterizará su obra en la mayor parte de entregas de las dos últimas décadas.

To Double Business Bound: Essays on Literature, Mimesis and Anthropology, 1978 (Literatura, mímesis y antropología, Gedisa 1984). Recopilación de artículos, la mayoría escritos en inglés, que dan cuenta de la condición multidisciplinar de la teoría girardiana. Dante, Camus, Deleuze, Lévi-Strauss o Wagner se dan cita en esta obra importante aunque, dado su carácter recopilatorio, irregular.

Le bouc émissaire, 1982 (El chivo expiatorio, Anagrama 1986). Girard amplía aquí los análisis de La violencia y lo sagrado, con el agravante de que pone más en relación, tratando así de explorar las diferencias, el tratamiento que sobre la violencia se lleva a cabo en los mitos y en la escritura judeocristiana (especialmente en los Evangelios).

La route antique des hommes pervers, 1985 (La ruta antigua de los hombres perversos, Anagrama 1989). El veterotestamentario Libro de Job convertido en pieza fundamental para entender las derivas de la crisis mimética y su génesis interna. Se centra básicamente en el rol que juega la víctima en todo este proceso persecutorio y, en consecuencia, en el sistema de acusaciones que trata de imponérsele.

A Theater of Envy: William Shakespeare, 1991 (Shakespeare. Los fuegos de la envidia, Anagrama 1995). Aunque primero publicada en francés (1990), se trata de uno de los pocos casos en que un libro de Girard fue originalmente escrito en inglés (como Literatura..., recopila artículos publicados en revistas anglosajonas). Girard amplía aquí los límites literarios de su tesis mimética a un sexto autor decisivo, un Shakespeare analizado de una forma absolutamente original.

René Girard com teólogos da libertaçao: um diálogo sobre ídolos e sacrificios, 1991 (Sobre ídolos y sacrificios: René Girard con teólogos de la liberación, DEI 1991. Rareza absoluta en la obra de Girard. Incluso trabajos dedicados al autor dejan de lado este diálogo de Girard con teólogos de la liberación como Boff o Himkelammert en el escenario de un congreso celebrado en Costa Rica. Aunque poco simpatizante del capitalismo, Girard marca aquí distancias con respecto a un discurso comunista de ingenua (en el sentido de no atacar las causas fundamentales) emancipación del hombre.

Quand ces choses commenceront... Entretiens avec Michel Treguer, 1994 (Cuando empiecen a suceder estas cosas..., Encuentro 1996). Nueva entrega de libro dialógico, con título bíblico, aunque en esta ocasión Girard cuente con un entrevistador poco complaciente. Se trata de un libro breve pero muy interesante, en el que cada capítulo lleva por título alguna cuestión fundamental de la teoría girardiana. Incluye un sorprendente capítulo final en el que Girard da cuenta de su conversión al catolicismo, en otoño del año 1959, motivada por la maduración espiritual acaecida durante la escritura de su primera obra.

Je vois Satan tomber comme l'éclair, 1999 (Veo a Satán caer como el relámpago, Anagrama 2002). Se trata de una de sus obras más apologéticas, en la que plantea sin ambages el "triunfo de la cruz" contra las operaciones sacrificiales y encubridoras de los sistemas míticos. En la parte final de este libro, titulado de nuevo con una cita bíblica (evangélica más concretamente), trata una cuestión muy interesante: el papel fundamental, absolutamente central, que la figura de la víctima juega en nuestra civilización, llegando incluso hasta la paradoja moderna del 'victimismo persecutorio'.

Celui par qui le escandale arrive: Entretiens avec Maria Stella Barberi, 2002 (Aquel por el que llega el escándalo, Caparrós 2006). Nueva entrega dialógica, aunque aderezada en este caso con un texto sobre el 'relativismo nihilista' y, en la edición castellana, un epílogo académico: su discurso de entrada en la Academia francesa.

Le sacrifice, 2003. Texto muy breve (70 páginas) y sin traducción castellana, en el que Girard analiza la cuestión del sacrificio en los textos védicos.

Les origines de la culture, 2004 (Los orígenes de la cultura. Conversaciones con Pierpaolo Antonello y Joao Cezar de Castro Rocha, Trotta 2006). Veintiseis años después de El misterio de nuestro mundo, Girard repite operación recapituladora (y dialógica) en un contexto en el que su tesis ha ido acaparando cada vez más espacios del conocimiento. Fundamental para entender hoy en día las conquistas (y también las insuficiencias) del trabajo del francés.

Verità o fede debole? Dialogo su cristianesimo e relativismo, 2006. Editado en italiano por la editorial Transeuropa, se trata del diálogo que entabló Girard con Gianni Vattimo en una mesa redonda en Falconara (Italia). Dos cristianos atípicos ponen sobre la mesa sus diferentes formas de entender el relativismo y la esencia del mensaje evangélico.

Achever Clausewitz. Entretiens avec Benoit Chantre, 2007 (Clausewitz en los extremos. Política, guerra y apocalipsis, Katz 2010). El tardío descubrimiento del De la guerra de Karl Von Clausewitz permite a Girard, de nuevo acompañado por un interlocutor afín, aplicar su modelo mimético-sacrificial a la política europea de los dos últimos siglos.

Anorexie et désir mimétique, 2008 (La anorexia y el deseo mimético, Marbot 2009). Curiosa aplicación de sus tesis sobre el deseo mimético al ámbito de la obsesión con la comida (que unifica las aparentemente distintas anorexia, bulimia y gordura).

38 comentarios:

Anónimo dijo...

q pasa horrach?

hay nuevo seleccionador en el combinado nacional de rugby. Sempere va a jugar en Inglaterra.

ha pasado por mi blog? he escrito sobre Franco cosas q quizá le pueden interesar.

tb sobre la enseñanza del español como idioma internacional y sobre una correspondiente biblioteca de la ilustración española.

en este sentido fueron una vez más desenfocadas las declaraciones de Savater en la línea de su ex-amo Zapatero de que el castellano es el primer idioma histórico, etc. esta autocomplaciencia ruinosa me hizo pensar hace un tiempo q los q han retrasado a España han sido los progresistas.

en fin, por qué ha cambiado el blog? antes era más legible.

saludos

pd: poca cosa pudieron hacer ayer los Celtics ante el vendaval laker.

ximobrotons

Anónimo dijo...

por qué mantiene la cabecera de De Niro en taxi driver? es q se quiere suicidar? vaya unos meses q llevamos....

Anónimo dijo...

el último post tb es mío (ximobrotons)

Anónimo dijo...

en el capítulo de recomendaciones, escuche a un tal John Mayer si no le conoce, quizá le guste. se ha estrenado una película sobre el sacerdote católico Pablo Domínguez fallecido el año pasado, era un estudioso de la escuela polaca de lógica de principios del siglo XX y en concreto de Lukasiewicz y su lógica trivalente.

saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Hola Ximo, com anam?

Mantengo lo de De Niro simplemente porque un hombre del subsuelo siempre será un hombre del subsuelo. Que mi situación personal actual sea algo más amable que hace unos años no quiere decir nada.

saludos

PD: no vi el Lakers-Celtics. Ya he dicho en alguna ocasión que, salvo con el rugby, me he dado de baja de todos los deportes.

Lancelot dijo...

Hola Horrach,
¿Serías tan amabable de explicar en pocas palabras qué es el "deseo mimético"? Es por lo del último libro de la lista que relacionas en esta entrada.

Gracias por anticipado.

Johannes A. von Horrach dijo...

Bienvenido al subsuelo, Lancelot.

Sobre el deseo mimético puede encontrar una extensa disección en la revista Kiliedro (http://www.kiliedro.com/index.php?option=com_content&task=view&id=216), pero trataré de resumírsela brevemente:

El deseo mimético es la forma habitual de desear que tiene el ser humano y que no consiste en seguir un natural desear autónomo sino en la imitación de los deseos de otro individuo (nuestro modelo, muchas veces inconsciente, que por la identidad de lo deseado por ambos se acaba convirtiendo en nuestro adversario). ¿El motivo de ese desear indirecto y mimético? La falta esencial de autonomía (a nivel psicológico y espiritual) de todo ser humano, que cree ver en algunos otros individuos precisamente esa autonomía y dominio que ellos desean alcanzar.

Espero que le haya servido de algo.

saludos

Anónimo dijo...

Hola, no se quien eres ni donde vives, pero parece interesante eso de René Girard. Me gustaría hacer una tesis sobre él... estudio filosofía... ¿Lo recomiendas?

Anónimo dijo...

Hola, no se quien eres ni donde vives, pero parece interesante eso de René Girard. Me gustaría hacer una tesis sobre él... estudio filosofía... ¿Lo recomiendas?

Yanao dijo...

Entonces toda la sociedad está basada en un malentendido. Si ¿sólo? existe el deseo mimético y el de nadie es autónomo, cuando imitamos el deseo de otro imitamos el deseo que no tiene, el que creemos que tiene. Ya me lo decía un colega, hubo a la base un error y se construyó todo mal, y falso, a partir de ahí. Saludos.

Artqwin dijo...

Hola, algún día le comento sobre vaginitis. Un beso.

El doble dijo...

Buenas, mi querido hombre del subsuelo, ¿cómo están las relaciones en ese bajo mundo? ¿ilusorias, metafísicas, luciferinas? ¿Miméticas al fin? Gracias a Dios yo ya abandoné el "Sótano". Bendita y adorada libertad de desear lo que "quiero". Cuídese de vagabundeos ideológicos sin sentido...

Lancelot dijo...

Muy amable Horrach, como imaginaba es un tema apasionante sobre el que intentaré profundizar.

Te quedo agradecido.

Johannes A. von Horrach dijo...

Yanao, bienvenido al subsuelo. Eso mismo que dice lo señalan los Evangelios y la filosofía griega: toda sociedad trata de autoconstituirse a partir de la exclusión de algo, de una exterioridad satanizada necesariamente para que lo propio se entienda como el Bien y la Verdad. Sólo la filosofía griega y la cultura judeocristiana perciben tan claramente esa falla interna en el mismo momento de la génesis. Me falta añadir que me diferencia de Girard mi reconocimiento de la filosofía, disciplina totalmente demonizada por el francés.

Anónimo, recomiendo la tesis filosófica sobre Girard. Precisamente eso hago yo: trato de reivindicar (demostrándolo) que la filosofía (en contra de lo que piensa Girard) es bsolutamente necesaria para profundizar en el proyecto girardiano del deseo mimético y del mecanismo sacrificial.

El doble, bienvenido también. No acabo de entender lo de los "vagabundeos ideológicos". ¿Se refiere a mi trabajo girardiano o a otras cosas?

saludos a todos

Johannes A. von Horrach dijo...

Lancelot, desde luego es apasionante. Lo que yo estoy intentando hacer es poner en relación lo más consistente de las tesis girardianas con el meollo de la filosofía griega y también de la metafísica practicada por autores como Heidegger, Derrida o Foucault. Aunque encuadrados en planos muy diferentes del saber, creo que en ambos casos tratan la misma cosa, lo que Hölderlin calificó de 'escisión original' y que consiste en algo así como el permanente intento de fundamentar aquello que no es más que un vacío, el deseo de aprehender una verdad absoluta donde sólo puede haber acercamientos nunca colmados del todo. Creo que el trabajo de Girard conduce a un relativismo muy interesante, no el relativismo estúpido que lo iguala todo sino aquel que nos obliga a permanecer en marcha sin intentar clausurar la movilidad intrínseca del pensar.

saludos

El doble dijo...

"Vagabundeos ideológicos"... Cuando uno se obstina en la filosofía occidental, como veo que está usted enraizado, creo que no es díficl abordar cualquier propuesta aunque parezca ser muy esúpida. Cuando uno se aferra a su perspectiva no se dificulta arropar cualquier hipótesis. Pero bueno, somo hijos de la occidentalización, y creo que será muy difícil desentoxicarnos... La razón moderna pretende aún su hegemonía. No estamos a la altura de las propuestas pascalianas... Que tenga un día espectacular.

Johannes A. von Horrach dijo...

Veo que es usted un etnocentrista del antietnocentrismo occidental. No considero que todo pueda realizarse desde un posicionamiento intelectual de raigambre occidental, al igual que tampoco veo nada claro que se pueda hacer desde otra posición cultural externa. Sólo se puede partir desde un lugar, de una cultura... pero no para encerrarse en ella, clausurando toda movilidad hacia la exterioridad. Hay que practicar (inteligentemente) el sentido de la apertura, aunque eso no puede hacerse desde el vacío, sino partiendo de alguna parte.

saludos

El doble dijo...

Desoccidentalizándose, reconocemos que existen esas partes exteriores desde las que se puede partir, cómo excelentemente ha intentado hacerlo Girard, a quien por otra parte pretendemos juzgar, no se si con justicia o no, desde nuestra pervertida occidentalización. Desde esta "nuestra" perspectiva siempre arrojaremos un considerable puño de juicios, ya sea contra los internos hijos de "casa"; como hacia los que despuntan desde otra perspectiva. Parece que no podemos no hacerlo ¿Cuál sería la estrada para continuar la propuesta girardiana sin la herramienta de "nuestros" filósofos? Y más que el rumbo, ¿cuáles serían las consecuencias? Sin duda que sería una victimización, pues seríamos la antena receptora de un buen de críticas provenientes de los "nuestros"

El doble dijo...

Desoccidentalizándose, reconocemos que existen esas partes exteriores desde las que se puede partir, cómo excelentemente ha intentado hacerlo Girard, a quien por otra parte pretendemos juzgar, no se si con justicia o no, desde nuestra pervertida occidentalización. Desde esta "nuestra" perspectiva siempre arrojaremos un considerable puño de juicios, ya sea contra los internos hijos de "casa"; como hacia los que despuntan desde otra perspectiva. Parece que no podemos no hacerlo ¿Cuál sería la estrada para continuar la propuesta girardiana sin la herramienta de "nuestros" filósofos? Y más que el rumbo, ¿cuáles serían las consecuencias? Sin duda que sería una victimización, pues seríamos la antena receptora de un buen de críticas provenientes de los "nuestros"

Johannes A. von Horrach dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Johannes A. von Horrach dijo...

Doble, usted entiende la exterioridad de una forma muy políticamente correcta, es decir, a la manera multicultural que reduce la verdad a las distintas interpretaciones que se realizan. Pero yo entiendo la exterioridad a la manera de la metafísica, es decir, de aquello que siempre queda fuera de todo intento de conocimiento, aquello que ninguna cultura puede apresar... aunque sí mantener algún tipo de relación, por esquiva que sea (como diría Heidegger: la verdad del Ser no puede decirse, pero sí puede plantearse la cuestión del Ser y mantenerla abierta, aunque sea como cuestión y pregunta).

El problema de Girard es que en el fondo no escapa a la esencialización que su propia teoría pone en jaque, pues se entrega de forma cada vez más dogmática a un orden cultural-religioso que no acepta medias tintas ni determinadas matizaciones. Girard es un pensador tremendo hasta 1989 (hasta 'La route...'); después ha ido precipitándose en una dinámica cada vez menos interesante y esclerotizada.

saludos

PD: nunca imaginé que una entrada sobre Girard pudiera suscitar tanta participación.

Johannes A. von Horrach dijo...

Hasta 1985, quería decir.

El doble dijo...

En este genial amanecer, cuando un viento mañanero intentaba limpiar la oscuridad de la noche, he leído con garbo las líneas que usted a cristalizado. Deseaba de inmediato, como buen mimético, fijar mi comentario, pero mi trabajo ha bloqueado mis intenciones.
Ahora, en un intérvalo, me deslizo expresando mis sentires. Percibo que lo que a usted le irrita en demasía es el Girard cristiano, y quizá el abiertamente "católico". Es precisamente eso lo que le enfada a todos los racio-occidentales. La posición dogmática a la que usted se refiere no es de Girard en sí, es más bien el resultado que exige el desarrollo interno de la teoría que propone.
En efecto, ¿por qué Girard no ha tenido el alcance que sus estudiosos desean? Usted mismo se ha quejado de ello... ¿Será realmente su muerte la que le hará justicia en el plantel intelectual y universitario? Creo que no, es nuestra incapacidad de aceptar las conclusiones a las que llega. Pero como Girard no deja de ser genial, pues queremos hacerlo de los "nuestros". Clausurando esa faceta de Girard, a la que usted parece tenerle fobia, ¿no será que cierra también las puertas a lo mejor de esa metafísica de la que usted hace gala? Desacralizar por desacralizar nos conducirá siempre a producir nuevos sagrados, nuevos falsos universales, nuevas pseudo-trascendencias o pseudo-metafísicas, o si usted prefiere, metafísicas hipostasiadas, esencialistas, lógicas o abstractas; o semejantes a la que usted ostenta; sin ningún tope, sin ningún referente sólido; proprio como el budismo. No se olvide que la hipótesis girardiana emerge espontánea y se enraiza en la animalidad, sin ninguna definición metafísica, a priori, del hombre; pero que impulsa teleológicamente la hominización hacia un Omega que su razón no es capaz de descifrar...
Es verdad, como dicen, que hay un Don Juan para todos los dominios, y usted pretende delimitar el suyo al desear la totalidad omniabarcante, cortinas de humo que al menor soplo se rasgan, sancedes de la razón, argumentos bañados de iluminismo...
Bien ha propuesto Girard una "conversión", sin la cual es muy difícil captar la genialidad de su teoría....

El doble dijo...

Post data: Disculpe si estamos aglutinando de sosos comentarios la entrada que usted quería un poco más libre....

El doble dijo...

Post data: Disculpe si estamos aglutinando de sosos comentarios la entrada que usted quería un poco más libre....

Johannes A. von Horrach dijo...

Creo que me atribuye cosas que no he dicho y que no forman parte de mi análisis. Eso podría exclicarse por un cierto desconocimiento (suyo) de lo que es la metafísica.

A mi no me irrita en absoluto el Girard cristiano. Lo que sucede es que yo veo el judeocristianismo (recordemos que hace un tiempo Girard consideraba que judaísmo y cristianismo son la misma cosa, al menos culturalmente) como una base cultural fascinante, y no como una religión con la que uno deba comprometerse con fidelidad. Servidor es agnóstico, y considera que aspectos de la religiosidad de Girard contradicen los fundamentos de su teoría mimético-sacrificial. Obviamente se puede ser cristiano y defender estas teorías, pero el cristianismo de Girard se ha ido endureciendo con los años, haciéndose progresivamente más dogmático y, siento decirlo, menos inteligente.

Eso sí: que a Girard le ha perjudicado, en España sobre todo, ser católico, eso está clarísimo. Mucha gente quele seguía le dio la espalda tras la edición de 'El misterio de nuestro mundo', cuando el cristianismo de Girard en este libro es mucho más 'científico' que el posterior, cada vez más profético.

Tampoco es cierto que servidor sea un ultrarracionalista, ni busco una 'totalidad omniabarcante' (precisamente la metafísica que manejo, más derridiana que heideggeriana, ve imposible conseguir objetivos de este fuste). En este planteamiento no caben, por contra de lo que usted dice, búsquedas de nuevos sagrados o trascendencias.

PD: no se preocupe. Cuando dije que me sorprendía tantos comentarios, no era por molestia sino por sorpresa grata.

Johannes A. von Horrach dijo...

Sobre la 'conversión': es cierto que el saber girardiano implica una conversión de esquemas y presupuestos. Pero esa conversión no tiene por qué ser necesariamente católica. Un girardiano siempre tendrá que valorar, necesariamente, la importancia decisiva de lacultura judecristiana, pero podrá ser católico, agnóstico, ateo, judío, de derechas o izquierdas, etc.

La hipótesis girardiana no emerge de forma espontánea, perdone que le diga, y desde luego que tiene presupuestos. Otra cosa es que no los manifieste su propia teoría. Igual que debe mucho a los Evangelios (para mí, como exégeta bíblico Girard es un proddigio), también ha mamado de Hegel, Platón y Derrida, aunque en los dos primeros casos se niegue a admitirlo.

Artqwin dijo...

por imitación, Horrach, por imitación. Realmente me cuesta un poco comprender la genialidad de Girard, no como filósofo ni como creador; me parece que sus teorías, no conozco sino lo que ha dejado por aquí, deben ser bastante elegantes en conjunto, quizás originales, no estoy segura, ordenadas, con pocas contradicciones, aunque usted indica que las hay. Muy bien construídas en definitiva pero se me hacen como un edificio construído fuera de la ciudad, ajeno a todo, incluso a la naturaleza donde se halla; y que pretendiera, como dice el doble, una totalidad omniabarcante y todo lo demás, muy bella frase. Se rasgan tan fácilmente, sí.
Aunque no creo, Horrach, que usted caiga en ello. Me gusta su forma de intentar pensar, como si lo absorbiera todo y lo observara todo sin incluirse en lo que observa, manteniéndolo enajenado de alguna forma. No creí que llegase a ser tan abstracto, de algún modo. Casi aparenta el pensamiento puro, sin la persona. Si lo pienso bien me parece que a poca agilidad mental que se tenga nadie debe creer en lo que uno mismo dice realmente, pero mi relativismo es bloqueante. La mayoría de las veces es la imagen que se transmite, teorías rígidas, dogmáticas, cartón-piedra mientras la vida y las sensaciones discurren apaciblemente a nuestro lado sin que les prestemos la atención que deberían tener, según la gran importancia que parecemos darles en nuestras teorías. Creo que a eso se refería el consejo que le dieron. A usted le agradezco esa frase de no inmovilizar el pensamiento pese a la relatividad. Y a su amabilidad el atreverme a rellenarle el sitio con más comentarios sosos.
Me gustaba más también el fondo anterior; imito el atrevimiento, no el contenido y si antes imité lo contrario, ésa sí era imitación de verdad.
Pero la imitación ¿es el verdadero deseo? ¿Pasar desapercibido, discretamente, sin que nadie moleste ni se fije demasiado? Sobrevivir. ¿No es en eso en lo que consiste la vida, en vivir? ¿Más allá de la posesión? No, Girard no me convence, demasiado esquemático, aunque me parezca muy difícil rebatirle porque se defiende incluyéndote en su propia teoría a la manera en que lo hace la sociedad que él concibe. Eso le otorgo, se lo traga todo, un monstruo que se autoalimenta. Pero no alcanza. Saludos, y perdone la divagación. Usted anima a la diversión de este tipo pero me pregunto si de todo ello se sacará algo en limpio, algo práctico. No sé si es eso lo que busco.
Hay un libro: la hierba roja.
Me temo que se me difuminan las fronteras entre filosofía y literatura, ya me pasó al revés.

El doble dijo...

Después de una intensa jornada laboral, es reconfortante en medio de un sosiego sabroso embriagarse en los espacios cibernéticos.
Lástima que en espacios tan cortos siempre hay proporcionales peligros de recíprocas malinterpretaciones. Y más aún cuando se abordan especulaciones que requieren de no menos de una tarde de café (o cerveza negra si mejor le va)
Ha sido un placer tejer juntos, en esta entrada y sin maestría conceptual, un par de esporádicos comentarios. La posibilidad de repetir la hazaña queda en el aire. Prometo mascullar mejor los conceptos filosóficos y rumiar mejor a los filósofos, para intentar cubrir todas esas carencias que usted descubre en mí.
Y bien, no quiero multiplicar las palabras inútiles, agradezco infinitamente su fineza y valoro la inagotable mina de sus conocimientos.
Hasta la próxima...
PD. Espero algún día tener entre mis manos su tesis sobre Girard, y entregarme celosamente a su lectura.

El doble dijo...

Perdón, no puede evitarlo. Agradezco el comentario de Artqwin.
Y agrego, puesto que no había leído la segunda parte del suyo...
Desde luego que no me refería a las "fuentes" intelectuales o culturales de las que mama Girard, para los que le conocemos, sabemos de sobra que detrás están "muchos"; me refería más bien al proceso de hominización, tomando como base la mímesis y la apropiación, en suma el mimetismo.... Es ahí que cobra vida el mecanismo en cuestión, es la médula de la columna vertebral, sin la cual no se sostiene la famosa catedral girardiana....

Johannes A. von Horrach dijo...

Doble, espero que no se haya ofendido por lo de las 'carencias filosóficas'. A mí me ha costado 6 duros años de trabajo con Juan Luis Vermal y sus fabulosos seminarios (Heidegger, Kant, Derrida, Foucault, Deleuze, Blanchot, etc.) poder llegar a dominar un poquito el terreno. Sé lo que cuesta y, tras el esfuerzo realizado, a veces mosquean las facilidades que se dicen sobre este tipo de filosofía (Arcadi es un maestro en estos rebajamientos).

Lo que trato de hacer en la tesis es un intento de fundamentación ontológica del proceso mimético-sacrificial. Trato de ahondar en aquello que permite que el proceso en cuestión se ponga en marcha, explicado las necesidades que trata de cubrir y las finalidades que la dirigen. En metafísica esto podría llamarse el 'problema de la génesis o del fundamento'. Trato de acercar las ciencias sociales a la metafísica, y utilizo la obra girardiana como campo de pruebas.

Sobre lo de la tesis es usted muy amable. Y es fácil de realizar: si me pasa un mail suyo, le prometo que se la haré llegar en cuanto la acabe (en 9 o 10 meses, espero).

saludos

PD: por cierto, ¿vive usted en Mallorca?

Johannes A. von Horrach dijo...

Artqwin, usted mismo lo ha dicho: lo que sabe de Girard es por este blog, así que ya sabe lo que tiene que hacer. Le recomiendo sus dos obras más importantes: 'La violencvia y lo sagrado' y 'El misterio de nuestro mundo'. 'Los orígenes de la cultura' tampoco está mal para hacerse una idea.

saludos

El doble dijo...

Le agradezco, sin más....
Desde el exterior, mis carencias "parecen" reales, desde mi perspectiva, son carencias fantasma... Yo no llevo 6 u 8 años con odiosos filósofos... Llevo 20.
Es usted un genio. Seguiré a la sombra de sus indiscutibles propuestas...

Anónimo dijo...

Pues si, ya me recomendaste hacer la tesis filosófica sobre Girard, pero que aspecto seguir? parece un pulpo sin cabeza, cuáles son las implicaciones más fuertes de su pensamiento o propuesta o teoría o lo que sea?
Perdona si te pregunto lo que quizá ya has respondido cientos de veces...

Anónimo dijo...

Creo que fue un erro pensar que encontraría sana respuesta

Johannes A. von Horrach dijo...

Disculpe, se me había pasado darle alguna respuesta (entienda que no estoy todo el día delante del ordenador y la memoria no es inmaculada). El aspecto que pueda seguir usted a la hora de encarar una tesis de Girard dependerá básicamente de sus intereses. Pero, como no los conozco, no sé si le pordé ayudar demasiado. Sobre las 'implicaciones', Girard quiere decir la Verdad del hombre, pero a la vez quiere que ese espacio de manifestación de la Verdad sea exclñusivamente religioso. Creo que es un error, porque las mayores implicaciones de la tesis girardiana se dan fuera de la religión (y, de hecho, de todo discurso con vocación clausurante y omnicomprensiva).

saludos

Anónimo dijo...

Estimado Horrach, me pregunto si usted tiene el ejemplar en francés de "Des choses cachées depuis la fondation du monde..."
Si usted, u otra persona entre el público tiene uno, quizás pueda ayudarme. En la edición en español de Sígueme, 1982, en la pág.158 (sección I.5.3 al final) ocurre el siguiente párrafo "El texto de persecución atestigua entonces una importancia para producir verdaderos mitos, que es la característica del mundo occidental..."
El problema es que la palabra importancia allí parece ser un error editorial que no figura en fe de erratas. ¿Será, en cambio, la palabra "impotencia"?(tiene más sentido).
Agradecería MUCHO su colaboración con esto.

Johannes A. von Horrach dijo...

Pues sí, tengo el ejemplar francés a mano y... ¡tiene usted razón! El término en cuestión no es "importance" sino "impuissance", lo que cambia todo el sentido de la frase. Enhorabuena por su intuición. saludos y gracias a usted

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