Corría el mes de mayo del año 1961 y John Coltrane (34 años) se encontraba en el período de transición entre su primera obra más clásica y la última, experimental hasta la demencia. Al fin desligado de su colaboración con Miles Davis, Trane dirigió su independencia al servicio de una espiritualidad nihilista, a la búsqueda de una sacudida absoluta, un temblor que escapara a toda categoría. Entonces llegó Africa/Brass, su disco más ambicioso hasta el momento y que incluía como pieza principal Africa (16'31), aunque la que cuelgo arriba se trata de la primera versión (14'08), más descarnada y también más depurada de las irritantes trompetas africanas que estropean el resultado de la pieza principal de disco. Coltrane, que ya no cedía a la necesidad de alargar el tiempo de sus piezas para dejar más espacio a sus tortuosos solos con el saxo tenor (especie de monólogos interiores con salida hacia el delirio), trata de adentrarse 'foucoultianamente' en aquella penumbra donde carecemos ya de conceptos para definir nada.
El ritmo sincopado de la pieza sigue el mismo patrón que guía su descomunal Tunji (titulada así por el percusionista africano Babatunde Olatunji), de la misma época. Aunque algo alejada del desenfreno de sus últimos años (el saxofón ruge, pero todavía no aúlla como una ametralladora), sin embargo la pieza apura grandes momentos de densidad oscura, con esas 'láminas de sonido' cada vez más fibrosas y envolventes. Un monumento a la música y al subsuelo.
5 comentarios:
Gracias por esos 14 minutos, han hecho volar mis recuerdos a gratas experiencias de los 70's. Tienes razón, un monumento a la música y al subsuelo. Más aún, yo diría, un grito a la "libertad" y a la no discriminación.... (De plano, el Jazz me trae memorias excitantes)
saludos.
Chi è Coltrane?
No me gusta el jazz, pero pienso que es bueno.
"Chi è Coltrane?".
Un genio imprescindible.
¿Un genio imprescindible? Mmm me reservo el comentario
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