domingo, 7 de enero de 2007

EL FILÓSOFO HÖLDERLIN


Friedrich Hölderlin (1770-1843) ha pasado a la historia como gran poeta del Romanticismo, pero su primera dedicación intelectual la consagró a la filosofía. Compañero de estudios de Hegel y Schelling en el seminario de Tubinga (de 1788 a 1793), no pocos investigadores han señalado el rol director que pudo adoptar sobre las ideas que originaron el idealismo alemán. A diferencia de sus amigos y condiscípulos citados, la obra filosófica de Hölderlin se reduce sólo a unos textos breves, casi meros apuntes (no tardó muchos años en decantarse por la poesía). Pero en algunos de estos escritos ensayísticos encontramos lo que podría ser el planteamiento de la cuestión fundamental del idealismo, el problema del Absoluto, un tema al que tanto Hegel como Schelling dedicarían su obra futura con la pretensión de establecer una solución definitiva al mismo. El texto de Hölderlin más importante en este sentido es el titulado Juicio y ser (el título no pertenece al poeta, sino a sus compiladores), cuya traducción y nota a pie de página corresponden a Felipe Martínez Marzoa (Ensayos, Friedrich Hölderlin. Ed. Hiperión, 1976):


JUICIO Y SER

Juicio es en el más alto y estricto sentido la originaria separación del objeto y el sujeto unidos del modo más íntimo en la intuición intelectual, es aquella separación mediante la cual -y sólo mediante ella- se hacen posibles objeto y sujeto, es la partición originaria(1). En el concepto de la partición se encuentra ya el concepto de la recíproca relación del objeto y el sujeto, y la necesaria presuposición de un todo del cual objeto y sujeto son partes. “Yo soy yo” es el ejemplo más adecuado de este concepto de la partición originaria en cuanto originaria partición teorética, porque en la partición originaria práctica hay contraposición al no-yo, no a sí mismo.

Realidad efectiva y posibilidad se distinguen como conciencia inmediata y mediata. Cuando pienso un objeto como posible, entonces no hago otra cosa que repetir la precedente conciencia en virtud de la cual ese objeto es efectivamente real. No hay para nosotros posibilidad de pensable que no haya sido realidad efectiva. Por eso, de los objetos de la Razón, tampoco es válido el concepto de la posibilidad, porque ellos nunca se hacen presentes en al conciencia como aquello que deben ser; de esos objetos sólo es válido el concepto de la necesidad. El concepto de la posibilidad vale de los objetos del entendimiento; el de la realidad efectiva, de los objetos de la percepción y la intuición.

Ser – expresa la ligazón del sujeto y el objeto.

Allí donde sujeto y objeto están unidos pura y simplemente, no sólo en parte, allí donde, por lo tanto, están unidos de modo que absolutamente ninguna partición puede ser efectuada sin preterir la esencia de aquello que debe ser un ser pura y simplemente, como ocurre en el caso de la intuición intelectual.

Pero este ser no debe ser confundido con la identidad. Cuando digo “Yo soy yo”, entonces el sujeto (Yo) y el objeto (Yo) no están unidos de tal manera que ninguna separación pueda ser efectuada sin preterir la esencia de aquello que debe ser separado; por el contrario, el yo sólo es posible mediante esta separación del yo frente al yo. ¿Cómo puedo decir “¡Yo!” sin conciencia de mí mismo?, pero ¿cómo es posible la conciencia de mí mismo?; es posible porque yo me pongo enfrente, frente a mí mismo, me separo de mí mismo y, pese a esta separación, en lo puesto enfrente me reconozco como lo mismo. Pero ¿en qué medida como lo mismo? Puedo, tengo que preguntar así; porque, en otro respecto, se ha puesto enfrente de sí. Por lo tanto, la identidad no es una unión del objeto y el sujeto que tuviera lugar pura y simplemente; por lo tanto, la identidad no es = el ser absoluto”.


(1)Ur-Teilung (así separado en el original en este primer lugar en que aparece) es lo que traducimos por “partición originaria”. Teilen es “partir”, “dividir”, y el prefijo ur- significa origen y originariedad; por otra parte, Urteil es “juicio”, y Urteilen, “juzgar” (“dictar sentencia”).

64 comentarios:

El Pez Martillo dijo...

Siempre me ha parecido que el Idealismo estuvo muy apegado al Yo, igual que al Absoluto, y que los dos conceptos son incompatibles. Si nos situamos en un Yo, el acceso al Absoluto queda vedado, puesto que el Yo ya supone una escisión. Parece que el Idealismo lo supo ver, y se esforzó en dar rodeos para acceder al Absoluto sin perder el Yo (Intuición categorial, el arte, la figura del genio...). La relación Yo-Absoluto es disyuntiva, si nos acogemos a uno, perdemos el otro. Y nuestro modo de ser en el mundo es yoico (en mayor o menor medida), por lo que no nos queda otro remedio que vivir en la escisión (que, ciertamente, y poniéndonos en esta postura, es originaria).

Anónimo dijo...

hombre, Holderlin!

conoce el libro del profesor de la US (Univ. de Sevilla), Manuel Barrios, sobre Holderlin? "Narrar el abismo". Está en Pre-textos, aunque tiene otros parecidos. Muy bueno.

Yo no soy muy partidario del llamado idealismo alemán, aunque tuve que pasar por él cuando hice el doctorado con Trías, Argullol, Marí, etc. Por cierto, muy simpático Marí, que es ibicenco.

Sobre el juicio en cuanto "nous", lo que pez martillo llama intuición categorial, me temo que el idealismo, hasta Husserl y Heidegger, no se aclaró, porque siempre le quiso dar, en efecto, un toque religioso. Incluso en la fenomenología post-nietzscheana.

Yo he estado con esto del "nous" y me parece que la palabra justa la tiene aún hoy el Aristóteles de "Del alma". Habría que contemporaneizar lo que allí dice Aristóteles.

Johannes A. von Horrach dijo...

Hola amigo Pez. Si consideramos a Fichte como la primera piedra del idealismo, hay que matizar una serie de cosas, y es que para él, Yo y Absoluto no serían conceptos disyuntivos, sino uno y el mismo. Precisamente Fichte trata de apuntalar ese carácter de Absoluto en el Yo (aún considerando que el Yo a secas, es decir, como conciencia, permanece enrocado en una dimensión puramente óntica), desdoblando a éste en dos Yo distintos, uno de carácter óntico y el otro ontológico, entre los cuales habría un 'puente comunicativo', es decir, que el Yo ontológico sería genético, podría originar determinaciones. Pero he aquí el problema que supo ver Hölderlin y que planteó en su texto de 'Juicio y Ser', y es que el Absoluto tiene el carácter de aprioridad irrecuperable, es decir, que no puede ser genético ni originar a partir de él mismo la constitución de ningún sistema de determinaciones. Por tanto, ese vínculo entre los dos Yo de Fichte reconocido (el vínculo) como la erradicación de la "diferencia ontológica" (Heidegger dixit) deslegitima la pretensión fichteana: el Yo no puede ser el Absoluto, porque este Yo ya se genera, como sujeto, en la escisión originaria. Aún así, Fichte trata de salvar su teoría introduciendo en la interioridad del propio Yo esa escisión entre sujeto y objeto, pero sin suerte, pues lo único que está consiguiendo con esto es ontizar la aprioridad ontológica, cosa que por principio lógico es errónea.

Esto por parte de Fichte. Por parte de los amigos de nuestro protagonista de hoy, Schelling y Hegel, ambos tienen muy en cuenta la tesis hölderliniana esbozada en este texto, y tratan, cada uno siguiendo un camino distinto, de suturar la escisión sujeto-objeto y tratar de recuperar la idea de Absoluto. Pero como señala Marzoa, los dos tratan de asumir la crítica de Hölderlin pero desde el interior del mismo idealismo, es decir, tomándola como una crítica a la interpretación del absoluto y de la génesis que puede hacer un Fichte, por ejemplo. Tanto Hegel como Schelling vendrían a pretender superar ese tipo de interpretación equivocada, con lo que siguen dando por hecho que el Absoluto es algo recuperable al nivel de la pura determinación, y eso no es así en Hölderlin, que deja muy clara la condición irrecuperable de ese Absoluto (Ser), que siempre queda rebasado en el nivel de la reflexión, pues ésta no surge más que en la ruptura, en un dejar-siempre-atrás-algo. Por tanto, la crítica de Hölderlin es más profunda, saliéndose incluso del marco idealista pues no pretende 'salvar' el fundamento, el origen, la libertad o la génesis. No. La crítica de Hölderlin afecta no a una determinada teoría sobre el Absoluto, sino al Absoluto mismo, al intento de conceptulizarlo por la reflexión. La reflexión está vinculada al sujeto, y de sujeto sólo tenemos cuando se ha producido su desdoblamiento en el objeto, y es con él, y no con lo que deja atrás (Ser, Absoluto), con el que puede establecer un vínculo dialéctico. Tratar de superar o suturar la escisión es imposible, y recuperar el Absoluto, lo mismo. Es por ello que Hölderlin comprendió antes incluso de iniciar una obra filosófica que sólo el arte, en su caso la poesía, podía establecer algún tipo de relación con el Absoluto, mediante la Intuición Intelectual. Como el 'saber poético' no es conceptual, es decir, no se articula a partir de la reflexión, la poesía carece de las mismas limitaciones que asedian a la filosofía. De ahí su entrega al delirio poético como único camino, no de conocer, sino de intuir, el poder de lo Sagrado-Absoluto.

Johannes A. von Horrach dijo...

Procopio, a mí me pasa lo contrario que a usted, que me apasiona esto del idealismo alemán. Pero claro, este tipo de cosas se explican si vemos quién nos ha puesto tras sus huellas, y en mi caso he tenido al mejor maestro posible, el gran Juan Luis Vermal. Vermal no habrá escrito los libros de Trías ni tendrá su fama, pero como profesor le da cienmil vueltas (a Trías lo he padecido en varias conferencias y ha dejado mucho que desear). Gracias a él he aprendido a leer los textos filosóficos sin las anteojeras a las que tanto estamos acostumbrados. Un texto nos habla, y debemos dejar que se exprese antes de cuadricularlo con nuestra limitada forma de entender las cosas y nuestra empobrecedora manía de querer dar un sentido cerrado a las cosas nos ciega cuando leemos a los grandes, que por su comprejidad intrínseca nos piden un poco más de paciencia de la habitual. La pega que tiene gente tan compleja y profunda como Hegel, Hüsserl, Kant o Heidegger, es que su trabajo se presta poco a esos resúmenes que nos endilgan tanto mediocre con ínfulas que baila por ahí; ante la incapacidad de penetrar los textos de nivel, siempre saldrá el típico que lo aplanará vendiéndonos una interpretación empobrecedora, que para desgracia nuestra, muchas veces acaba suplantando al texto original mismo en el escaparate de la filosofía. Con Vermal he aprendido a ver las cosas desde 'dentro', es decir, a aplazar interpretaciones 'ónticas' que tengamos la necesidad de hacer, y a escuchar lo que se mueve por dentro de lo que Hegel llamaba "la movilidad del pensar". En fin, que un lujo, el gran Vermal.

Barrios me suena él (su libro no): es uno de lo prosélitos de Trías, ¿verdad? El título del libro suena bien, ¿no podría contarme más para saber a lo que me expongo? Gracias.

PD: la 'intuición categorial' es algo exclusivo de la fenomenología, es decir, de Hüsserl y Hegel. O al menos en el contexto al que se refiere el amigo Pez Martillo. Así que lo del 'efecto religioso' no lo veo muy claro, ¿podría darme alguna pista de autores que vayan en ese línea? Gracias de nuevo.

Anónimo dijo...

bueno, parece que ahora, sin NJ, podemos pasarnos la semana sobre el idealismo alemán. Así que poco a poco. Yo considero religiosa toda filosofía que no es explícitamente política, que no contiene una teoría política. Sabemos que los tres de Jena plantaron un árbol de la libertad cuando la revolución francesa, pero por lo demás, políticamente, el idealismo alemán no hizo más que reforzar el nacionalismo homónimo.

No dudo de que el tal Vermal sea un lujo. Trías tiene momentos mejores o peores, pero sabe lo que dice y no diría yo que solo sea un mero intérprete. No sabía que Barrios fuera un proselitista de Trías, estos están en la UPF (Borbujo, Tous), y Barrios en Sevilla, con su revista particular dedicada al idealismo alemán, básicamente, "Er".

el libro lo tendría que mirar, pero tiene momentos muy buenos. Holderlin, Nietzsche y Lorca.

Anónimo dijo...

por cierto, vio el otro día el documental sobre los sefarditas? estuvo bien.

El Pez Martillo dijo...

Evidentemente, al hablar de intuición categorial me he confundido (será que tengo a Husserl demasiado presente y el subconsciente me ha traicionado). Quería decir Intuición Intelectual, que sí que entra dentro del idealismo alemán.
Voy a digerir lo que han escrito ustedes e intentaré regurgitar algo de interés.

J. A. Montano dijo...

Bien traído Hölderlin... En la biografía de Nietzsche hay un momento particularmente enternecedor: cuando el joven Friedrich escoge a Hölderlin para un trabajo de instituto (del que escribe un encendido elogio) y el profe le regaña por coger a un poeta de segunda o tercera fila. Este profe era logsiano *avant la lettre*. En fin, me permito hacer un uso arcádico de tu página para *colgar* una de esas aberraciones que pululan por los libelos. He aquí las jaculatorias de un cura, orgulloso (¡aún!) de esa retórica que ha causado tantos millones de muertos:

08.01.07
El proceso de paz que se nos viene encima

x Constantino Bértolo

Puede rastrearse, en los editoriales de la prensa y en el frente de columnistas orgánicos a su servicio, un sutil aroma, no digo de alegría, pero sí de un posible abrazo feliz entre familiares que al fin ven que ahora ya pueden y deben volver a reencontrarse en la casa común de la democracia
Hace setenta años, un 18 de Julio, estalló lo que era en principio una guerra interna de la burguesía española: la disputa por la gestión de las plusvalías para, inmediatamente, al tomar las armas al proletariado, entretejerse con una guerra revolucionaria que cuestionaba la propiedad privada de los medios de producción.

La suma de esas dos guerras caracterizó lo que llamamos nuestra guerra civil. Terminó con la victoria de la fracción de clase burguesa más cerril, es decir, la que entendía y entiende que la extracción de plusvalías no debe ser aminorada por una distribución adecuada para amortiguar la explotación. Aquella guerra llegó a su fin sin ningún proceso de paz.

La llamada transición española fue a su vez una triple transición. Dos de ellas remontaban sus raíces a aquella derrota pero una tenía como herederos a los que perdieron la guerra revolucionaria mientras que la otra la protagonizaban los que perdieron la guerra civil en su sentido estricto. Finalmente la raíz revolucionaria aceptó su derrota y se sumó al programa constitucional que volvía a poner sobre el tapete el juego de tensiones entre las diversas formas de gestionar unas plusvalías que ya tenían un horizonte europeo.

En ese mismo juego vino a desembocar, de modo conveniente para sus intereses de clase, la fracción de la burguesía que había gestionado la victoria pero que obligada por los tiempos –el horizonte europeo- concedió a modo de pacto el acuerdo constitucional pero sin renunciar a sus señas de identidad más características: España como una unidad de destino en lo universal y la identificación de la Iglesia Católica como urdimbre básica del entramado de lo nacional.

El único problema que el juego constitucional dejó fuera era la antigua disputa de raíz burguesa sobre la territorialización de sus derechos a la extracción de plusvalías. Cuestión que durante los años de la transición se había reforzado con el impulso de revolución social que, en algunos territorios y con mayor o menor grado de intensidad, habían originado grupos diversos de izquierdas nacionalistas con programas de transformación social. Con el agravante de que en uno de esos territorios, Euzkadi, la disputa se expresaba vía armada. Un problema al que la burguesía en su conjunto debía de hacer frente como el cuerpo de quien se siente sano aunque no consiga erradicar el papiloma plantar que le impide caminar sin sobresaltos y cuya molesta proliferación o contagio hay que atajar con los estatutos que hagan falta.

Ocurre que transcurridos casi cuarenta años desde aquel pacto constitucional que ha venido arbitrando las luchas en clave electoral por el dominio de la gestión de esas plusvalías ahora ya globalizadas, el papiloma declara una tregua y la fracción de la burguesía de raíz socialdemócrata se siente con fuerzas para situarse en el pedestal de la victoria y pone en marcha un proceso de paz en unos momentos en que la otra facción/fracción de la burguesía se siente en estado de guerra y los aires de las dos España llenan de nuevo las ondas, imprentas, púlpitos y escaños.

Y en estas condiciones, en las que la resolución es imposible porque un problema que implica a la burguesía como clase en su conjunto no puede solucionarlo una sola de sus fracciones (máxime si esa fracción encarna en algún grado a la burguesía derrotada en el 39), ETA hace explotar una carga en la nueva Terminal de Barajas y el proceso se da por terminado.

Un fracaso que ya está dejando ver efectos colaterales acaso inesperados pues más allá de los matices, intereses de partido y ángulos con que cada una de esas fracciones de la burguesía muestran su reacción frente al suceso puede rastrearse, en los editoriales de la prensa y en el frente de columnistas orgánicos a su servicio, un sutil aroma, no digo de alegría, pero sí de un posible, esperanzado, fraternal y bienvenido abrazo feliz entre familiares que al fin ven que ahora ya pueden y deben volver a reencontrarse en la casa común de la democracia porque sólo desde el entendimiento mutuo podrán extirpar las amenazas. De ahí que en los próximos meses vayamos a ser testigos de un nuevo proceso de paz: el de la burguesía consigo misma. Que dios nos coja confesados.

Rebelión

Anónimo dijo...

Horrach: He caído por aquí vagando como un alma en pena, huérfano, de blog en blog. Me han sorprendido algunos de sus post, y muchos de sus visitantes. Su nivel es alto y como no es alternativa de ningún otro, sino muy suyo, merece visitarse.
Por fin un tipo de letra legible para las personas 'mayores'. Por cierto Hölderlin merece quizás algún otro capítulo (el libro que cita Procopio de Félix Duque está bastante bien, aunque no sólo sea sobre el poeta).
Ya nos postearemos. Un saludo.

Johannes A. von Horrach dijo...

Buenas, sr Verle, y gracias por sus palabras. Lo bueno de la rareza es que no le hacemos la competencia a nadie, aunque hay categorías entre las rarezas (échele un vistazo sino al blog 'Sufriente Safo), pero bueno, sumamos fuerzas.

A Hölderlin y al idealismo alemán pienso dedicarle más entradas, ya he dicho que es una temática que me apasiona y en la que me encuentro metido de cabeza ahora mismo (mañana mismo vuelvo como oyente a las clases de Vermal en la UIB sobre la cuestión).
Me alegro de que le guste el invento y que piense participar, de eso se trata, de hablar de cosas que no tienen espacio en otros blogs.
Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Procopio,

no estoy de acuerdo con su interpretación 'religiosa' del idealismo alemán, al menos en lo que respecta a los 3 autores citados aquí. Otra cosa es que de ellos, en Alemania (y fuera) se haya privilegiado sólo la tesis 'religiosa', y ninguna otra. Pero no soy nada partidario de asimilar religión a metafísica; puede que ambas disciplinas tengan por objeto la cuestión del Absoluto, pero la tematización de esta cuestión es radicalmente opuesto. En un marco religioso, lo Absoluto es sinónimo de Dios, y por tanto es un ente (el mayor de todos, pero un ente al fin y al cabo). Pero para la metafísica, en este caso la hölderliniana (en la que podríamos incluir tal vez a Heidegger) el Absoluto es un apriori que está fuera de las condiciones de conocimiento, no siendo un ente sino el Ser, y el Ser es la nada de la que nada puede afirmarse positivamente. Como diría Heidegger, la cuestión del Ser no es más que la pregunta por la cuestión del Ser, una preparación o prolegíomeno de algo que nunca va a hacerse explícito.

ya le digo, puede que haya similitudes entre estos dos ámbitos, pero las diferencias impiden asimilar uno al otro.

Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Montano, muchas gracias por su largo comentario. Le contesto más tarde, que ahora tengo que salir a las frías calles palmesanas. Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Por cierto sr Verle, el libro que ha citado Proco es de Barrios, no de Félix Duque. ¿Sabe de alguno de Duque sobre el poeta-filósofo? Gracias.

Anónimo dijo...

Horrach: se me han cruzado los cables. Estaba preparando un powerpoint a toda leche para mañana y no me he fijado en lo que escribía. Perdone. Le buscaré en el estudio las referencias que me pide, a ver que encuentro.

El Pez Martillo dijo...

De acuerdo con el amigo Horrach sobre la difícil relación entre religión y metafísica. Aunque yo matizaría diciendo que las dos apelan y fijan su mirada en un ámbito de lo originario, desde el cual surgiría la realidad. La diferencia residiría en el enfoque, óntico para la religión (como bien ha señalado Horrach, no sale de los entes, imaginando a la realidad última -Dios- como un ente supremo) y ontológico para la metafísica. En cualquier caso, no veo incompatibilidad entre ambos enfoques, y de hecho casi todas las religiones (al menos las vivas) se han dotado de una metafísica. Lo que ocurre es que la religión tiene un impulso expansivo que hace que, para llegar a todos los fieles (reales y potenciales) ha de adoptar unas formas que la hagan comprensible para un mayor número de gente, perdiendo el "lastre" metafísico en el camino.
Parafraseando a Nietzsche: la religión es metafísica para el pueblo (es decir, mediocrizada, desmetafisicada).

J. A. Montano dijo...

¡Pues sí que está alto el nivelón aquí! ¡Al final Horrach va a ser la a lternativa a Arcadi! ¡Cambiamos el análisis diario de los periódicos, por el análisis de altas cuestiones filosóficas! ¡Con dos cojones! ¡Hay que apuntar alto, joder! ¡Vamos a darle a la metafísica de la buena! ¡De aquí tiene que salir un Heidegger como mínimo!

J. A. Montano dijo...

Creo que Nietzsche también dijo que "el opio es la religión del pueblo chino".

Anónimo dijo...

Joer qué nivell Horrach y amigos. Y yo que soy un pobre chueta que no se toma demasiado en serio ni lo óntico ni lo ontológico. Yo me quedé en Aristoteles y Platon en el Insti, pero ya ni me acuerdo. Con tanta historia y nivel, ¿qué opinais del cristianismo?

Johannes A. von Horrach dijo...

Montano, no había leído su texto, pensaba que era algo de Nietzsche. Creo que el castrista de Bértolo no pega mucho en esta entrada; mejor reservarlo para la semana que viene, cuando colgaré la nueva 'disección' para Kiliedro, centrada en el tema de las víctimas de ETA (el tema estaba decidido mucho antes del atentado en Barajas), y podremos debatir con cosas más digeribles y seguramente por eso también más polémicas. Ahí sí que los Bértolos y demás peña tendrán mejor ubicación.

De esto no sé si va a salir un Heidegger, pero seguro que el futuro Premio Nadal de Novela sí que saldrá de este blog (y no me refiero a un servidor precisamente) :-)

Saludos

Johannes A. von Horrach dijo...

sr. Verle, no soy un gran lector de Duque (después de descubrir que habla como Bono, menos todavía), pero si sé que ha dedicado algún estudio al idealismo alemán, no sé si como grupo o a partir de algunos de sus nombres. Yo por quien tengo más debilidad es por el gran Marzoa; para quien no lo conozca, recomiendo TODOS sus libros. Es cierto que, como me dice Mateu Cabot, es un poco repetitivo y machacón, pero yo soy de los que piensa que cuando se habla de lo bueno cualquier insistencia es poca. Si puede decirsin mentir que Vermal me enseñó a leer filosofía, Marzoa me ha enseñado cómo se escribe sobre filosofía. Pocas escrituras más precisas, cual bisturí, y más sintéticas hay en España, este país tan poco filosófico.
Saludos y hasta pronto.

Johannes A. von Horrach dijo...

Amigo Pez, su turno:

lo que he dicho sobre la metafísica y la religión es algo más bien personal. Heidegger nos diría que la metafísica también se ha ocupado sólo del ente, dejando de lado el Ser; por lo que no se diferenciaría de la religión. Sin embargo, sólo desde la metafísica podría plantearse la pregunta por el Ser, es decir, podría tener sentido hablar del Abslouto en términos que no lo convirtieran en otra cosa que no es, sin hipostasiarlo. Sólo desde la metafísica se puede entender que la búsqueda de un sentido ontológico nos lleva al abismo, porque esa pregunta no puede plantearse en el ámbito de lo contingente, es decir, que no puede tener una relevancia en el ámbito de lo humano. Y sí es en esa ámbito donde la religión pretende incidir; recordemos que 'religión' viene de la palabra 're-ligare', "reunir", es decir, que en la religión en qué consiste lo Absoluto es secundario, pues lo importante es ese 'reunir' de lo humano, esa unificación de los hombres en el círculo exclusivo de una comunidad sagrada. La religión tiende al Uno, trata de conjurarlo separado de una exterioridad negativizada, pero donde más lo consigue es en una dimensión social (le sucede igual a los nacionalismo, que buscan también la unanimidad, el 're-ligare'). También puede tenderse al Uno en la filosofía, pues el filósofo también busca (a otro nivel, pero viene a ser lo mismo) sentido a lo real, un fundamento sobre el que se pueda sostener lo existente. Pero bueno, eso para más adelante...

Johannes A. von Horrach dijo...

Pez, se me olvidaba: que las religiones e hayan dotado de una metafísica no quiere decir que su vínculo con lo Absoluto sea el mismo. Es decir, que lo que la religión busca en la metafísica es un aparato conceptual sobre el que defender una tesis, pero no hay búsqueda y análisis verdaderamente metafísico, es decir, ontológico. De Dios la religión sólo aporta certezas, no trata de interrogar la esencia de ese Absoluto que hipostasia en una figura óntica (el ser supremo, como bien dice).

Por otra parte, coincido con usted en esa entrega de la religión a lo comunitario, con lo que de nivelación comporta. Ls religión vive en la 'clausura del sentido', no deja espacio al cuestionamiento, se blinda a partir del dogma. También puede suceder eso en la metafísica (según Heidegger, lleva sucediendo desde su inicio), pero no al mismo nivel, pues en la metafísica el blindaje nunca es total, siempre hay una grieta en el edificio, la totalidad nunca puede cerrarse sobre sí misma, no hay clausura absoluta y sí, en cambio, escisión. Resumiendo (y tal vez exagerando), la religión vivie en la clausura, mientras que la metafísica lo hace en la escisión, en el Xaos creador. Por eso la verdadera filosofía es lo opuesto a lo que pretendían los sofistas: no es un saber sobre cosas concretas, empíricas; la verdadera filosofía trata del Ser, y del Ser no podemos afirmar nada de forma positiva, de ahí su extrema dificultad. El marco potencial de apertura en el que se desarrolla es también lo que la limita. La filosofía es desarraigo. profunda ruptura, una pura escisión insuturable.

Johannes A. von Horrach dijo...

Chueta,

no se preocupe por el nivel o supuesto nivel, que en realidad los 'Vermal boys' sólo aparentamos que sabemos algo, pero todo está en fase de pruebas (sobre todo en mi caso). Basta que nos entre aquí algún Sokal de la metafísica para que nos ponga con el culo al aire y mirando para Antequera.

En cuanto a su pregunta, joder, intimida un poco contestar a algo así, y más a estas horas. En mi caso, decirle que el cristianismo me parece la religión menos mala, aunque no las conozco a todas, y las que conozco, algunas no demasiado bien. El autor del que hago la tesis, René Girard, es católico, y él suele hablar siempre de 'judeocristianismo', porque no considera que sean dos religiones distintas, ya que el cristianismo original (cuando ni se llamaba de esta manera) no pretendía ser otra cosa que una interpretación del judaísmo. En cualquier caso, me hubiera gustado conocer la evolución del cristianismo si su rama judeocristiana no hubiera sido aniquilada, y superada después por la grecolatina. Girard precisamente hace eso, re-interpretar el cristianismo a la luz del judaísmo, y el resultado es espectacular ('El misterio de nuestro mundo', editado por Sígueme, es una buena prueba).

Pero bueno, mi opinión: del cristianismo, sus textos fundadores, NT, sobre todo los Evangelios, un 9; evolución histórica e imposición del dogma, un 4 (depende del día, un 4'5 o un 3 y poco).

Shalom!

Bartleby dijo...

Horrach: Se empeña usted, con sus artículos, en llevarle la contraria a su amigo Hölderlin cuando dijo aquello famoso de "El hombre es un mendigo cuando piensa y un Dios cuando sueña".

(Otra cosa, que es a lo que iba: había pensado en enlazarle -su blog, no el cuello- como Horrach a secas, pero con su idealismo no sé si me quedo corto. Se admiten sugerencias)
Bartleby.

Anónimo dijo...

Horrach: he recuperado el hilo, tras el lapsus, y resulta que no erré sin dar en el blanco. Barrios, cuando habla de Hölderlin en el libro que recomienda Procopio, cita, y textualmente copia, a Duque (mentalmente los tenía conectados pues), al que tiene como especialista en el poeta y su contexto('Filosofía de la técnica de la Naturaleza'y 'El mundo por de dentro'son bien reseñados allí).
Pero en Duque (del que conozco más, por deformación profesional, sus escritos sobre arte que sobre filosofía) la temática hölderliniana viene creo a través de la recreación heideggeriana de 'Poéticamente habita el hombre'o más de su legible 'Hölderlin y la esencia de la poesía', traducido del alemán por Bacca en Anthropos.
De Marzoa, me habla en otro post, es duro, ¿conoce su opúsculo sobre Hölderlin en relación con Hegel? Bueno para el idealismo supongo. Salud.

Anónimo dijo...

¿Cuáles son las conclusiones judeocristianas a las que llega Girard? Este autor me suena vagamente, parece de origen mallorquín, aunque no he leído nada suyo ni sabría decir de qué me suena. ¿Alguna entrevista en suplemento cultural? Como especialista en su obra, ¿cuáles son sus tesis? Holderlin me parece demasiado complicado porque no he entendido mucho de lo que aquí se discute, pero les sigo interesado. Viniendo de Arcadi Espada, pensé que hablarian mas de politica, pero leyendoos aprendo. Me agrada más el mundo judío por lo que creo que me gustara Ginard. Mis libros de cabecera son los de Primo Levi y los de historia sobre la inquisición. Chueta

Anónimo dijo...

Inquisicio i bruixeria era el libro de prohens que comente. Dije que era foucaultiano porque asi me lo dijeron una vez. Foucault además de rapado ¿que defendia?

Anónimo dijo...

Esto tambien merece un comentario, chueta

ETA afirma a través de un comunicado en la edición digital del diario gara, que el alto el fuego permanente iniciado el 24 de marzo de 2006 "continúa vigente" y reivindica la autoría del atentado de Barajas en el que murieron dos personas.

ETA realizó este anuncio en un comunicado remitido al diario Gara, según un avance que aparece en la edición digital de este periódico.

La organización terrorista asegura que "el objetivo de esa acción armada no era causar víctimas", y denuncia que no se hubiera desalojado el aparcamiento a pesar de las tres llamadas realizadas, con más de una hora de antelación, detallando la ubicación exacta del artefacto explosivo.

En el comunicado ETA arremete contra "el Gobierno español por seguir sin cumplir los compromisos adquiridos " y denuncia "la postura mostrada por el PNV de Imaz contra la izquierda abertzale en los últimos meses". La organización terrorista hizo público su comunicado un día después de que Batasuna le pidiera públicamente que "mantenga intactos los compromisos y objetivos explicitados en su comunicado del 22 de marzo" en el que anunció el alto el fuego permanente.

El pasado día 30 de diciembre, ETA puso fin a nueve meses de tregua haciendo estallar un potente explosivo en el interior del aparcamiento de la T4 en Barajas. La bomba acabó con la vida de los ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate y destruyó gran parte del parking de la nueva terminal.

Poco después de conocer el comunicado de la banda y en espera de "analizar a fondo su contenido", el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha advertido a ETA que "sólo le queda un camino, poner fin a la violencia".

Johannes A. von Horrach dijo...

Bartleby,

esa famosa frase de Hölderlin que cita pertenece al 'Hiperión', pwero no creo que lo que he dicho de él vaya en contra de esa afirmación. De las palabras de H se deduce una desilusión por las posibilidades cognoscitivas del lenguaje filosófico en lo que respecta al 'contenido' del Absoluto, limitación ésta que según él la poesía no tendría (o no tendría en idéntica y tan estricta medida). Pero este lenguaje filosófico tiene una ventaja sobre la poesía, y es que en su miseria reside su grandeza, pues nos permite comprender la condición equívoca de toda tesis sobre el Ser, y eso puede parecer poca cosa, pero es mucho, porque pone a prueba, deja entre paréntesis, y relativiza, cualquier discurso conceptual. En el fondo se deduce de todo esto que lo Asbsoluto sí puede ser 'recuperado' a un nivel óntico, pero no de forma positiva (es decir, como determinación de sí mismo), sino de manera más sutil, afectando al grado de totalización que pueda pretender cualquier tipo de discurso. Es decir, que lo Absoluto, partiendo de su condición de apriori irreductible, pone bajo sospecha (no anula, sólo relativiza) cualquier determinación del saber (en cualquiera de sus formas ónticas). De ahí el profundo (y maravilloso) nihilismo ("nihilismo propio" en la jerga de Heidegger) que subyace a estas tesis.

Sobre el enlace, muchas gracias,también por la consulta: puede dejarlo en 'Horrach', sin adornos, que le tengo cierto cariño a mi apellido.

Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

sr Verle,

muchas gracias por la información sobre Barrios-Duque. A pesar de lo que dije ayer, Duque me interesa y pienso consultar (si puedo dar con ellos) los libros que cita. Gracias.

Los análisis de Heidegger sobre la poesía hölderliniana me encantan, los descubrí hace unos 5 o 6 años, cuando todavía Heidegger se me indigestaba. Mi única reserva sobre ellos es que no aparece apenas reflexiones sobre la parte ensayística de la obra de Hölderlin, como es 'Juicio y Ser', y creo que cuando Heidegger escribió estos textos ya se habían publicao los ensayos hölderlinianos (que tuvieron que esparar a ya iniciado el siglo XX para ver la luz).

Conozco el 'Hölderlin y la lógica hegeliana' de Marzoa el Grande, lo tengo de texto de cabecera ahora que estoy finiquitando el curso de metafísica con el otro Grande, Vermal. Este librito es la continuación de otro de la misma temática (la obra de Marzoa es un continuum ascendente), 'De Kant a Hölderlin', otra perla. Para quien quiera conocer en pocas páginas lo que toca el idealismo, puede acudir al mismo Marzoa, a su 'Historia de la filosofía (tomo II)', donde en 4 páginas consigue lo que a otro le costaría explicar en 55 (el capítulo en cuestión es 'Inciso en la historia del idealismo').

Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Ya que estamos con Félix Duque (para quien no lo conozca, Mr Temibles Notas a Pie de Página), hoy me he enterado de que lleva tiempo traduciendo 'LA CIENCIA DE LA LÓGICA' de Hegel, texto capital donde los haya y que necesita una revisión de la traducción de Mondolfo, que es casi imposible de conseguir, por cierto. Espero que Duque se decida en breve a entregarla para la publicación, que ya está bien de pelar la pava.

Por cierto, si ya la Ciencia es de dimensiones monumentales, si encima le añadimos las inacabables notas al pie de Duque, el libro tendremos que ir a comprarlo con un carrito para transportarlo :-)

Johannes A. von Horrach dijo...

Chueta,

le contesto a lo de Foucault más tarde (quien mejor podría indicarle de qué va Foucault, sería Dianoia, a ver si aparecev y nos hace el favor).

Sobre Girard, su libro más conocido es 'La violencia y lo sagrado', publicado en Anagrama (casi toda su obra está en esta editorial). Ahora han salido nos novedades, en Trotta y Caparrós.

Creo que también le explicaré lo de Girard más tarde, porque podría pasarme horas escribiendo. De momento lo dejaremos con que, según su tesis, sólo los Evangelios desvelan la verdad sobre la humanidad: su condición sacrificial. Si los mitos intentarían siempre escamoeatr la realidad sobre la violencia humana, el texto judeocristiano haría justo lo contrario, mostrarla tal como es.
Una dificultad que presenta Girard es que es muy interdisciplinar, pues pasa de la teología a la antropología, la psicologóa, la crítica literaria, la filosofía, sociología, etc. Se hace un poco complicado mezclar ámbitos tan diversos, por eso yo trato de reinterpretar sus tesis más importantes (mecanismo sacrificial o chivo expiatorio, y deseo mimético) a partir de la metafísica (Heidegger, Hegel, Nietzsche, Derrida, Marzoa, etc.).
Si le interesa lo dicho hasta ahora, más tarde le cuento más. Saludos y hasta luego.

Anónimo dijo...

No guardes nada Horrach. Lo que has escrito me gusta aunque no lo termino de entender: ¿condición sacrificial? ¿Te refieres a Cristo como redentor? ¿No jugaba un papel similar en el mito griego la figura de Prometeo? Pensaba que el judaismo es religion muy poco dado a voladuras metafisicas y más apegada al terruño. ¿cómo se pueden relacionar metafisicas alemanas con la religion de judá? Chueta

El Pez Martillo dijo...

Horrach dijo:

"lo que la religión busca en la metafísica es un aparato conceptual sobre el que defender una tesis"

Por ahí iban mis tiros cuando dije que las religiones se habían dotado de una metafísica.

Respecto de la religión cristiana, veo en ella lo que Horrach ya ha dicho, una cierta dualidad (a veces conflictiva y contradictoria) entre sus orígenes y el desarrollo histórico posterior de la "institución". Y también tengo la sensación de que con el desarrollo del pensamiento cristiano ( con la asimilación de platonismo y aristotelismo, básicamente) se ha perdido parte del núcleo originario, el de los evangelios (que fueron fijados con posterioridad a Cristo). La edad media fue una fase de total transformación, tanto del fondo como de las formas. En este sentido podría atreverme a decir que los movimientos protestantes, al mantener el apego por los textos originarios se han mantenido más unidos al cristianismo original. Eso sería razonable si no fuera porque el protestantismo apareció después de la edad media.

También me interesa el tema de la ligazón del primer cristianismo (del mismo Jesucristo) con el mundo judío, ya que creo que en el fondo no hay una ruptura muy radical, al menos en ese momento (lo que vino después, la Iglesia y sus historias, ya es otra cosa).

Anónimo dijo...

Un par de enlaces con sendas presentaciones breves de Foucault.

http://es.wikipedia.org/wiki/Michel_Foucault

http://www.luventicus.org/articulos/02A027/foucault.html

Anónimo dijo...

¡Cómo está el patio! ¡Cuánta información ilustrada!
*Horrach, gracias a Ud. por sus sugerencias.
Un librillo de Duque, dedicado a su homónimo Félix, señor de Azúa, sobre el terror y la postmodernidad, es de los pocos en los que no usa y abusa, el tema es made in Usa, de las citas a pie de página. Se lee muy bien.

+Dianoia: Me alegra que aparezca por aquí y tener la posibilidad de alguna charla con un/una foucaltiano/a. Y con sugerente blog. Saludos

Esto es un no parar.

Anónimo dijo...

En mi ciudad tuvieron que retirar la calle dedicada a Hölderlin porque el populacho consideraba dicho nombre de difícil pronunciación. Horrach debe saber algo de eso.

Bartleby dijo...

Horrach:
No me refería, en mi anterior comentario, a que su artículo contradijera la famosa
frase de Hölderlin, "El hombre es un mendigo cuando piensa y un Dios cuando sueña", sino a que su propio artículo la invertía, dado el interés de sus reflexiones. O sea, que era elogioso y quedaría así: "Horrach es un Dios cuando piensa...".
Mi intención era hacerle justicia (al fin y al cabo ha ganado una etapa del último Tour ¿o Vuelta?) y, de paso, ganarme una mariscada.
Bartleby.

Johannes A. von Horrach dijo...

"Horrach es un Dios cuando piensa...".

¡¡Hombre, Bart, eso suena mucho mejor, dé por hecha la mariscada y lo que haga falta!! La pena es que usted sea un hombre y no una ctónica. Iba a saber lo que es bueno... :-)


Bajista,

pues no sé por donde va. ¿Se refiere a Palma? Creo que no, debe vivir usted ahora en otro sitio. De todas maneras en lo de la pronunciación acierta, pues sé lo que es que te pronuncien el apellido de mala manera. Para los que no sean mallorquines, Horrach se pronuncia 'orrák', y no 'jóurrach', 'jórrak' o cosas así.

Saludos.

(nota: el populacho siempre tiene la culpa, pero siempre pagan otros por él)

Johannes A. von Horrach dijo...

Hola chueta. No, si quien está relacionando de manera algo temeraria lo judeocristiano con el idealismo alemán no es Girard, sino un servidor, 'Travis el Títere'. Mi intención es dejar de lado la parte más teológica de las tesis giraradianas y centrarme (hoy lo he hablado con mi director de tesis y me anima en esa dirección) en un intento de ontologización de su hipótesis sacrificial-mimética.
(hay que especificar que, a pesar de tener la licenciatura, Girard no es filósofo estrictamente. A mí me recuerda a esas figuras de la cultura, a esos sabios estilo Harold Bloom, George Steiner o Northrop Frye).

Sobre el judaísmo, conozco a un rabino, Jordi Gendrà (catalán exiliado en USA), que es mi gurú en estos temas, y según parece hay tantas escuelas que no se puede hablar de un único judaísmo. Casi cualqier teoría cultural seguro que ha sido defendida o adaptada por un colectivo judío. De esa pluralidad de puntos de vista (pluralidad reunida y reivindicada) da buen ejemplo el Talmud, y precisamente a esta visión multi de lo hermenéutico dedicaré una entrada más adelante ('El Talmud democrático').

Sobre el papel redentor de Cristo: para Girard, la muerte de Cristo (que es para él un sacrificio no deseado, sino forzado por la enfermiza violencia humana) lo que hace es revelar ese mecanismo que todos los relatos míticos velaban: la condición sacrificial del ser humano, su necesidad de desviar las culpas individuales y colectivas hacia una víctima única e indefensa, cuya muerte tendrá la virtud de expiar dichas culpas y, más importante, reunificar la unanimidad de la comunidad, blindándola contra la exterioridad amenazadora. A partir de esta idea, las tesis de Girard se despliegan en todas direcciones.
Le paso algún link interesante:

http://es.wikipedia.org/wiki/Ren%C3%A9_Girard

http://iessalvadorespriu-salt.xtec.es/~lsobrino/afi/afi1.htm

Si desea más información, envíeme un mail y le paso más cosas (mi tesina no se la puedo pasar porque es una mierda y me da vergüenza, pero tengo otras cosas mejores).

Shalom!

Johannes A. von Horrach dijo...

Amigo Pez Martillo, precisamente los orígenes del cristianismo me fascinan y quiero dedicarle más tiempo a este tema en el futuro. tengo una tesis bailando por dentro de mi cabeza, y consiste en que el cristianismo no se creó como una identidad cultural, es decir, carecía de pretensiones religiosas en lo que al sentido institucional se refiere. Las apelaciones del profeta Yeshua a la 'Iglesia de Pedro' las veo como añadidos posteriores. En la línea de lo que digo van una serie de autores, como el protestante (precisamente) Dietrich Bonhöffer, un autor fascinante.
También me gustaría hacer, algún día, con los profetas judíos algo así como lo que ha hecho Heidegger con los presocráticos. Creo que hay algo ahí, en el saber profético, que es muy explotable filosóficamente, pero ya veremos.

Sobre los orígenes del cristianismo, he conseguido hace poco el libro 'La sinagoga cristiana' de Josep Montserrat, que me recomendó mi amigo y futuro Premio Nobel, Andrés Jaume (alias, 'el Mallorquín de las Vírgenes Negras').

Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Y gracias al sr. Verle por el libro de Duque, y al Rabino Satánico por los links de Foucault.

Creo que Hölderlin ha batido el récord de coments, en manos hasta ahora de las temibles hembras ctónicas. ¡Enhorabuena, Federico!

Anónimo dijo...

Lo cierto es que el nivel de los comentarios ha subido unos peldaños, y la cosa me ha servido para descubrir un par de historias en las que andas también liado (ya hablaremos sobre lo de los profetas judíos... un proyecto bastante ambicioso, ¿no? Vale, recursos no te faltan para acometerlo...) ¡Ah! Y tu tesina no es una mierda, es tu autoexigencia la que es demasiado alta. Y circunstancias... Por cierto, estoy deseando que caiga aquí la serie de la Mirada Infernal. Supongo que la reservas para más adelante, cuando la gente empiece a dominar un poco los principios básicos del horrachismo. Kalinijta.

Anónimo dijo...

Horrach, mi duda estriba en prometeo al que veo como figura sacrifical. Los links que mes das, como la seleccion española, a por ellos!
La tesis de la sinagoga cristiana me parece arriesgada y fascinante.Chueta

Johannes A. von Horrach dijo...

Dianoia,

es usted una especie de compensación paternal para mis excesos: si soy demasiado prepotente, ahí está usted para frenarme; y cuando soy demasiado derrotista, ídem en sentido inverso. Se nota que es usted el 1 en la promoción de los Vermal boys.

Sobre el proyecto de los profetas, es algo que tengo en mente desde hace unos 4 o 5 años, pero sé que queda lejos el día en que me lance sobre la idea. Primero tengo que dominar muchas cosas, entre ellas, Heidegger. Tengo otros proyectos, pero se encuentran en situación parecida de espera (no todos), pero no tengo prisa. 'Tira a tira', o como dice un amigo, 'gota a gota fa torrent'.

'La Mirada Infernal' está al caer. La semana que viene seguramente ya empezaré a colgar como entradas los 3 artículos. Me alegro por su interés.

Shalom!

PD: ¿'kalinijita' es Shalom en wonderwomanés?)

Johannes A. von Horrach dijo...

Chueta,

Prometeo puede ser una figura sacrificial (más bien trágica), pues hay muchas, Cristo no es el único en esta situación. La diferencia, según Girard, en la historia de Jesús en los Evangelios, es que el relato, por primera vez, no se pone de parte de los sacrificadores, justificando el crimen; al contrario, defiende la inocencia del sacrificado, y con ello, la inefectividad del sacrificio (pues no propicia la reunificación esperada, no hay reconciliación sino que se ahonda la ruptura) y la superioridad moral de Jesús. Lo malo es que ya el mismo NT rompe con esta interpretación no-sacrificial, pues en la Carta a los Hebreos (carta atribuida a Pablo en su momento, pero que no es suya), aún defendiendo la inocencia de Jesús, se justifica su muerte por la 'redención de los pecados'. Esta interpretación sacrificial (por ejemplo, la misma que adopta Mel Gibson en su The Passion) tiene el matiz de exculpar a la humanidad de su violencia, pues el sacrificio, según esta tesis, es responsabilidad divina (Dios quiso 'entregar' a su hijo...); y porque no pretende ninguna voluntad de superación identificada con la figura de Cristo, al contrario, nuestros pecados, por brutales que sean, ya nos han sido perdonados por el sacrificio de Jesús. Lo malo es que ha sido ésta la interpretación mayoritaria de la Pasión de Cristo que ha seguido la iglesia católica.

Saludos.

Anónimo dijo...

Horrach: Y sobre Prometeo, la mirada lúcida de Kafka.

Anónimo dijo...

>>>¿'kalinijta' es Shalom en wonderwomanés?

Más o menos; "buenas noches", en griego (transliterado, seguimos con el problema de las fuentes).

Hablando de tragedia... una de las cosas que pueden resultar interesantes de Trías (...) es su distinción entre drama y tragedia... a Drama e identidad me remito. Ya lo hablaremos...

El Pez Martillo dijo...

¿Colaría la historia del descuartizamiento de Dionisos por los Titanes como realidad sacrificial? Le recuerdo que fue Hera la que, Celosa de que su marido Zaus tuviera descendencia por ahí con otras que no fuera ella, planeó la muerte de Dionisos. Menos mal que Zeus estuvo al quite y pudo rescatar el corazón del pequeño dios y pudo hacerlo "resucitar".
Repito: ¿Podríamos meter esto en lo sacrificial?¿O mejor englobarlo dentro del ámbito de los fenómenos ctónicos? (lo digo por los celos de Hera y lo que puede llegar a planear).

El Pez Martillo dijo...

Rectifico: Donde pone Zaus, léase Zeus.

Anónimo dijo...

De modo que el ser absoluto, puro y simple, solo puede ser concebido sin separación pretérita, sino presente y bien presente, originaria, manteniendo pues la "unidad" de sujeto y objeto, mediante la intuición intelectual. Muy bien. Estoy de acuerdo. Aunque mi vocabulario no es el del "urteil", sino el del "nous", que es como lo llamaban los griegos.

Paso a Husserl, por ejemplo, que es alguien que emplea los términos noiesis y noético. Pero su concepción del "nous" está lastrada por ese afán teológico que estaba en el mismo Aristóteles, y no digamos en el idealismo alemán, a mi modo de ver.

Veo que hay un nick "dianoia". Claro, es que el nous es siempre dianous, porque es esa partición originaria: dia-nous: doble vía de apertura del nous, separación ("afairesis", abstracción) _en_ lo sensible de lo teórico y de lo práctico (Holderlin llama a lo sensible "inmediato"; lo que no entiendo es que la partición originaria pueda ser práctica, me parece que si esto está mal, es que necesitamos una palabra). "Nous" suele traducirse como entendimiento, y no como razón ("logos").

Las reflexiones de Holderlin sobre posibilidad, necesidad, etc., son un poco confusas. como la misma exposición de la intuición intelectual.

Anónimo dijo...

¿Esa interpretación que usted hace del sacrificio de cristo que me recuerda al protestantismo como casa con la fe catolica de girard? He visto que es defensor incluso del latin. ¿Qué solucion aporta al tema Carta de los Hebreros? Chueta

Anónimo dijo...

todo esto... paparruchas

Johannes A. von Horrach dijo...

sr Verle, mi adorado Kafka (nº 2 en el perfil) tiene interpretaciones apasionantes de historias griegas, como por ejemplo el de las Sirenas.

Dianoia, ya hablaremos de Trías. ¿Sigue ese libro su misma línea de siempre, o es una excepción?

Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Pez Martillo,

en la dimensión de lo sacrificial caben muchas cosas, la muerte de Dionisos incluida. Pero repito que lo importante en Girard no es tanto que esa dimensión sacrificial exista (que existe) como que por primera vez se ponga totalmente (y no sólo en parte) en duda en su sentido moral en los cuatro Evangelios (una frase de los Evangelios es clave, tomada del profeta Joel: "no quiero sacrificios, sino misericordia"). En la cultura griega hay condenas de lo sacrificial, pero no tienen la misma intensidad, y lo mismo sucede en algunos pasajes del AT, auténtica propedéutica de los Evangelios.

Sobre Hera, ese es un buen ejemplo de maneras a lo Lady Mcbeth. Es un goloso ejemplo de putada ctónica. Aunque para ejemplo de lo que indirectamente puede provocar una dama, ahí está Helenita la aquea y su guerra de Troya.
Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Chueta,

Girard tiene algun influencia protestante, pero se suele decantar por los teólogos católicos (como el segundo Von Balthasar, Alison, Corbin, Rahner, etc.). A mí particularmente me atrae más gente como el citado Bonhöffer, Bornkam o Cullmann (pero no soy ningún experto en el tema, ya digo que la parte teológica la dejo un poco de lado en la tesis).

¿La solución a la Carta a los hebreos? No entiendo la pregunta. ¿Quiere decir que cómo salva esos restos de sacrificalismo? Si es así, fácil, porque el sacrificialismo es parte de la esencia humana, y siempre caeremos en él a la hora de comportarnos y más todavía a la hora de interpretar una historia como la de Cristo. Lo raro es que la interpretación no-sacrificial se haya abierto camino, a la contra, y forme parte de nuestra contemporaneidad (la declaración de los derechos Humanos no parte de otra raíz).
Shalom!

Anónimo dijo...

Vamos a ver; desconozco la figura de Girard pero los autores que citas no tienen ningún sentido. Sospecho que en teología hablas por hablar. El segundo Von Balthasar está radicalmente enfrentado con Rahner - ni siquiera creo que el primero tenga algo que ver con Rahner -, son escuelas distintas, enfoques distintos y conclusiones distintas. Corbin no es un teólogo católico, desconozco cuál es su interés como estudioso del islamismo iranio, pero sus conocimientos de teología católica son ridiculos y no creo que él nunca se considerarar a sí mismo un hermeneuta del cristianismo. Rahner, por supuesto sí que es interesante, pero el punto de conexión con Balthasar es un misterio que me resulta enorme y estoy seguro que girard habrá leído a ambos, pero su enfoque será más cercano al de balthasar.

Teólogos protestantes. Bonhoeffer tiene un interés indudable como padre de la teología del Dios débil, muy fecunda en la teología del siglo XX. Como estudioso del primer cristianismo su interés es nulo. De su obra - más allá de las cartas de prisión - no ha perdurado nada. No es más que una mera variante de la teología liberal que encontró su mejor exponente en Barth, de quien es discípulo.

Johannes A. von Horrach dijo...

Bienvenido y gracias por su aportación.

Vamos a ver, los teólogos que cito he dicho que habla de ellos Girard, pero yo apenas los conozco (no he dicho que yo sea especialista, ni mucho menos,en el tema). Sobre el teólogo Corbin, se trata del otro Corbin (ahora no recuerdo el nombre de pila,Girard se refiere a él como 'padre Corbin', no el especialista es el islam. Aclarado pues.

Hay que precisar que el mismo Girard dice que para descubrir la teoría mimética y el mecanismo sacrificial no aprendió apenas nada de la teología cristiana (actólica más bien), y sí mucho, por ejemplo de Nietzsche. Su interés (y conversión) por el catolicismo fue posterior.

Tema Bonhoeffer: me malinterpreta usted. NO he dicho en ningún momento que Bonhoeffer tenga obra sobre el primer cristianismo, sino que ideas suyas me han inspirado en esa dirección, que es muy diferente.
Además, de Bonhoeffer se han publicado en España muchas más obras de las que usted cita, como su 'Ética' (Trotta), 'El precio de la gracia' (Sígueme), 'Vida en comunidad' (Síg.) o 'Escritos esenciales' (Sal Terrae).
Saludos.

Anónimo dijo...

Gracias por su atenta y educada respuesta Horrach. varias puntualizaciones:
1 - Queda aclarado el tema Corbin. Desconozco a quién se refiere Girard. No hay ningun teólogo de cierta importancia que responda a este nombre, al menos hasta donde me alcanza. Quizá se haya confundido con el Padre Perrin. La importancia del susodicho Père Corbin es nula en el pensamiento teológico contemporáneo. Rahner y von Balthasar son dos primeras figuras contrapuestas, en especial el II Balthasar es irreconciliable con Rahner y se trata de una lectura especialmente católica.

2 - Las influencias de Nietzche sobre la obra de Girard son ciertas, también sus distancias. Hay un Nietzche que gusta a Girard como ha gustado a gran parte de la teología contemporánea católica (el Nietzche precisamente que menos interesa a Heidegger), por lo que no veo contradicción por ningún lado. Las tesis de Girard pueden ser leídas sin acudir al dogma católico y no conozco bien la genética de su pensamiento como para aseverar si se originó ad intra o ad extra el pensamiento católico. Pero lo importante es que Girard es completamente fiel a la teología dogmática católica, mientras que lo que hace es una relectura a fondo de la antropología cristiana.

3.- Caso Bonhoeffer. Aquí debo disculparme por mi expresión. Quise decir que el resto de su obra no tiene importancia alguna en el desarrollo de la teología cristiana. Libros como los que me cita han quedado, obviamente, anquilosados y no son para nada fecundos. La importancia de su obra reside en las Cartas de la prisión. Coincido con usted en su fuerte originalidad.

Dicho esto, estas cartas nada tienen que ver con un presunto retorno a los orígenes. Me llevó a confusión una cita suya sobre el profeta Yeshua y la iglesia de Pedro seguido por las interpelaciones de Chueta. Es sabido que Bonhoefer no es especialista en el primer cristianismo, pero tampoco va en la linea que usted dice. Y menos aun se puede afirmar que el protestantismo por la sola scriptura se encuentra más cerca de la primera iglesia que el catolicismo. Siento decirle que esto no tiene fundamento alguno y más bien puede suceder al contrario. De todos modos, emplear a Bonhoefer para hacer una lectura de este tipo me parece un dislate. Las paradojas que alimentan la Reforma son enormes y alguna ciertamente curiosa, como que la Carta de Santiago, representante del espíritu de la Iglesia de Jerusalén y de la linea más judía de la fe, no sea admitida por la Reforma, es una de ellas. La notable carga amartológica, fruto de una relectura radical de san Agustín, es otra.

De todos modos, le recomiendo que haga más caso a Girard y menos a Dionisios.

Johannes A. von Horrach dijo...

Hola de nuevo, Anónimo. Reconozco que hay aspectos de su comentario que no acabo de entender, entre otras cosas porque son en exceso contradictorias. Por ejemplo, primero me dice que no conoce a René Girard, para después analizar su obra, su recepción por la teología católica, e incluso y sus influencias nietzscheanas. Además, al final incluso me lo 'recomienda'. ???

Después, sobre Corbin y los teólogos citados por Girard, ya he dicho en varias ocasiones que yo no los he leído (aclaro, de nuevo, que soy de filosofía, y no de teología). Girard cita algunos como autores con los que encuentra analogías (el último von Balthasar por ejemplo) y a otros como intérpretes de su obra (como el citado Corbin, junto con Lohfink, Raymund Schwager o James Alison, el único al que conozco personalmente y algo de su obra).
Girard creó su obra al margen (ad extra)del catolicismo, pero luego ha readaptado alguna de sus tesis, como la del sacrificio, para asimilarse a la ortodoxia católica (para mí eso ha sido un gran error por su parte, pues ha casi anulado la originalidad de alguna de sus teorías, como la del cristianismo como creador de un "espacio no-sacrificial").

Tema Bonhoeffer: muy aventurado por su parte eso de calificar como "dislate" mi interpretación de tesis bonhoefferianas. Más todavía censurar sus libros como "nada fecundos" (el grado de 'fecundidad' que pueda tener una obra es algo muy relativo, ¿no le parece a usted?). Yo no soy teólogo ni católico practicante, y por tanto me trae sin cuidado salirme de lo que defienda ningún tipo de ortodoxia dogmática. Mi interés es el conocimiento, sea del credo o de la bandera que sea, y las tesis de Bonhoeffer en este sentido me parecen muy estimulantes para lo que yo busco. Entre otros ya dije ayer que también me influye, en este tema del origen del cristianismo el libro de Monserrat, 'La sinagoga cristiana' libro perseguido por cierto fundamentalismo católico desde hace años, cuando fue publicado por Muchnik (ahora Trotta lo ha reeditado, felizmente).

Tampoco he dicho que yo defienda al protestantismo por encima del catolicismo. Lo único que he afirmado es que algunos autores protestantes me han inspirado muchísimo. Y ya le digo, como no soy católico, no tengo porqué rechazar mecánicamente a un autor por el hecho de ser protestante.

Muchas gracias por sus recomendaciones, pero ya sé lo que más y mejor conviene al desarrollo de mi tesis. Un saludo.

Anónimo dijo...

Te pido perdon si te he ofendido. No era mi intencion si no aclarar algunas cosas en las que puedo estar equivocado. Un saludo.

Johannes A. von Horrach dijo...

No hombre, no se preocupe, que no me ha ofendido. Sólo me habían extrañado algunas afirmaciones, pero no pasa nada, que sin discrepancias no hay debate alguno. Espero también que usted no se haya sentido molesto por alguna afirmación mía.
Saludos y hasta pronto, que está usted invitado en este blog.

Anónimo dijo...

Algo puede pasar en Terrassa el 26 de abril de 2007.

Ramiro H dijo...

Si tuviesen formación matemática y de geometría, así de sencillo, no se les trabaría tanto la lengua para hablar pendejadas.

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