sábado, 7 de noviembre de 2015

OBITUARIO DE RENÉ GIRARD (EL MUNDO)




EL DARWIN DE LAS CIENCIAS SOCIALES


Si en el siglo XX se ha multiplicado la especialización en el mundo del conocimiento, por contra también han florecido los intelectuales multidisciplinares. Pensadores como George Steiner, Gregory Bateson o el mismo René Girard, que articuló una obra de gran fuerza y profundidad a partir de diversos mimbres: literatura, filosofía, antropología, teología, psicología, sociología. Se atrevió con todo, ¡incluso llegó a consagrarle una obra a Clausewitz!, el militar prusiano tan citado pero apenas leído. Se le ha conocido como “el Darwin de las ciencias sociales” (Serres) porque consiguió desvelar las capas más profundas de la esencia humana mediante una idea que explicita nuestra evolución cultural. Sus ambiciones parecían de otra época: una tesis totalizadora que nos ofreciera el máximo de respuestas posibles.
Nació en Aviñón el día de Navidad de 1923. Tras la Segunda Guerra Mundial se trasladó a los EEUU, donde desarrolló su carrera docente en diversas universidades, retirándose en 1995 como profesor de Stanford. En gran parte desligado de los cenáculos intelectuales de Francia, escrib casi toda su obra en su lengua materna, y hace 10 años fue nombrado miembro de la Academia francesa.
Debutó en 1961 con Mentira romántica y verdad novelesca, donde plantea la cuestión motora de su pensamiento: el deseo mimético. Redefiniendo a Kojève y Freud, y estimulado por la obra de Cervantes o Proust, disecciona el deseo triangular (sujeto-objeto-modelo) que destruye las quimeras románticas del desear ingenuo que busca siempre un fantasma: autonomía, invulnerabilidad. No deseamos algo por su valía intrínseca sino por el prestigio que le confieren aquellos que lo poseen, y a los que secretamente imitamos. Se da la ambivalencia de que nuestros modelos más apreciados se acaban convirtiendo en lo más odiado, porque se transforman en nuestros rivales. Las tensiones cruzadas que genera en la sociedad esa fuerza mimética (todos contra todos) ponen en marcha dispositivos de drenaje como el chivo expiatorio (todos contra uno), un individuo o colectivo que permite, siendo primero demonizado y después eliminado, la vuelta a la unanimidad grupal y al orden cultural. Al final del ciclo mimético sacrificial vuelve a reaparecer la ambivalencia porque, al ver las ventajas que ofrece su exclusión, lo odiado acaba siendo divinizado. Esto sobre todo sucedía en las sociedades antiguas, pero gran parte de ese esquema inconsciente sigue presente en nuestras vidas en pleno siglo XXI.
Convertido al catolicismo en los años 50, en La Violencia y lo sagrado (1972) da el salto de la literatura a la antropología. Se trata de su texto más filosófico, y en él ocupa un lugar importante la tragedia griega, desvelando aspectos de sus principales obras que permanecían veladas. En 1978 llegó su obra más estructurada, El misterio de nuestro mundo, donde mostró claramente su vinculación intelectual con el cristianismo. Ahí fue desgranando uno a uno los temas principales de su teoría, incidiendo en una original exégesis bíblica que evidencia la poderosa línea hermenéutica de defensa de las víctimas de la cultura judeocristiana.
Asentados los principios de su obra, Girard cultivó una ferviente apologética católica, con La ruta antigua de los hombres perversos (1985), Veo a Satán caer como el relámpago (1999) o Aquel por el que llega el escándalo (2002), en las que plantea sin ambages el “triunfo de la cruz” contra las modernas operaciones sacrificiales y encubridoras de los sistemas míticos.
Su eco en España ha sido extraño pues, a pesar de que la mayoría de su obra está traducida al castellano, su recepción ha sido tímida. Le dediqué mi tesis Hacia una fenomenología del desarraigo (2012)
Falleció este miércoles en California a los 91 años.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas, amigo Horrach, he dado con su blog a raíz del obituario de René Girard en El Mundo y, como quiera que sea que tengo una buena formación en la fenomenología posthusserliana y la filosofía existencial, me ha despertado un gran interés su tesis, que parece alejarse, según su título, del prisma desde el que se suele tratar el pensamiento girardiano. Me pregunto, entonces, si se encuentra accesible en algún repositorio o si ha sido publicada.

Saludos,
H.R.

Johannes A. von Horrach dijo...

Muchas gracias por su interés. De momento, la tesis no ha sido publicada. Pero le puedo facilitar una copia en pdf, si le interesa. Si es así, escríbame al correo que aparece en mi perfil del blog.

un saludo

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