(artículo publicado hoy en El Mundo-El Día de Baleares)
Hace
meses titulé una disección Spain is pain (rima de España
es dolor), haciendo un homenaje a un disco editado en el
año 2000 por el grupo español The Pribata Idaho, y señalando lo
que parece ser la esencia de España y sus ciudadanos: despeñarse
por la autocomplacencia más prosaica. Hoy vuelvo a utilizarlo como
título y podría haberlo hecho decenas de veces con anterioridad,
porque los motivos en este sentido son tan inacabables como el
petróleo del Golfo Pérsico.
Pero
en esta ocasión viene a cuenta del AVE. Esta semana al economista
Luis Garicano le ha caído la del pulpo por decir algo que parece
bastante razonable: en España sobran kilómetros de AVE. Recordemos
que, si no me fallan los datos, somos el país con más kilómetros
de este tipo de líneas del mundo sólo superados por la infinita
(geográficamente hablando) China. Si eso no es una anormalidad,
indicadora de una burbuja absoluta como ha habido pocas en este país
burbujeante...
A
Garicano lo entrevistaba Carlos Alsina, en su nuevo programa
matutino, y eran los 'abeceros' Ignacio Camacho y David Gistau los
que arremetían con extraña dureza contra él. Gistau con especial
mala baba, tildándolo de “demagogo” sin contemplaciones.
Días más tarde eran Arcadi Espada y Jiménez Losantos los que
seguían con las tortas en las páginas de este periódico. Al final
la mayoría de ellos coincidía en el mismo supuesto argumento:
España es como es y no es lícito cambiarla. Ya sabemos que no somos
Dinamarca, el país de moda, pero, hombre, podríamos intentar
parecernos un poco, ¿no?
También
se ha hablado mucho de esa pirueta del destino, digna de la
apasionante historia del Edipo Rey de Sófocles, del
ex-ministro socialista que ha sido víctima de la polémica ley que
impulsó en la inolvidable era zapateril. Edipo ponía en marcha en
la citada tragedia griega la teoría expiatoria de que señalar a una
única persona basta para drenar las pasiones de la colectividad,
pero finalmente el castigo acababa cayendo sobre su cabeza pues él
fue el designado para esa culpa redentora. En este caso, López
Aguilar se habrá dado cuenta de que al final todo acaba regresando
al origen. Las siembras las carga el diablo.
2 comentarios:
Comentario al margen con nada o todo que ver:
EEUU: colas del hambre
España: colas del hambre
Reino Unido: hambre a secas
Alemania: niños comiendo de asistencia social
¿Queda demostrado que eso de la teoría del derrame es la gran mentira de los últimos tiempos?
¡Ay, Manolete! Si no sabes torear, ¿pa' q te metes?
Dejese de articulos en El inMundo y de Ciudadanos, y vuelva al subsuelo y al rugby.
Publicar un comentario