(artículo publicado hoy en El Mundo de Baleares, p. 17)
La
tercera vía
auspiciada últimamente por Joan Mesquida evidencia, mediante la
crítica que pretende representar, la extraña situación actual del
PSOE en toda España: una progresiva pérdida de criterio e identidad
política que lo ha llevado a pactar con cualquier partido (de
izquierda, derecha o nacionalista) con tal de acaparar poder. La
condición de enemigo absoluto que representa el PP se ha llevado a
tal extremo que, con tal de echarle del gobierno de turno, ha servido
cualquier tipo de pacto, con lo que ha implicado de acotamiento
(cuando no disolución) del propio discurso ideológico y de renuncia
a ejercer un papel de liderazgo en solitario. El resultado de esta
deriva es que el PSOE ha pasado de ser el partido mayoritario y el
que más tiempo ha gobernado en democracia a desangrarse en una
situación de derrotismo e incapacidad de reacción, amén de padecer
un serio desconcierto ideológico. El PSOE ha perdido la confianza de
millones que ciudadanos que lo habían ido votando, y es que sus
bandazos han sido tan notorios que acaban trastocando lo que se
espera de un partido solvente y fiable.
En
Baleares hemos sido pioneros en esta experiencia de 'todos contra el
PP' que ha conducido a su principal artífice a un pozo del que
difícilmente saldrá sin entender el sentido real de su descalabro.
Si en 1999 Antich montó un Pacte de 5 partidos, en 2007 se reeditó
la experiencia aumentando los partenaires
a 6, con el añadido de ERC. Los resultados son conocidos: cuanto más
nacionalista se ha hecho el PSIB, más votos ha ido perdiendo. De
manera que su discurso ha quedado reducido a una oposición
automática y obsesiva a lo que representa el PP, ante el cual vale
cualquier tipo de planteamiento, aunque no tenga nada que ver con lo
que el partido ha defendido tradicionalmente.
Un
caso que considero ejemplifica perfectamente la desorientación de
los socialistas lo podemos advertir en Baleares, donde sus dos
principales lideresas
guardan una llamativa diferencia ideológica con el programa
histórico de su partido. Por una parte, tenemos a Francina Armengol,
a la que basta escuchar un rato para darse cuenta de que su corazón
ideológico habita espacios vinculados al PSM; por otro lado, está
la secretaria general del partido en Mallorca, la filósofa Silvia
Cano, cuyas ideas y planteamientos son más cercanos a Izquierda
Unida que a un partido socialdemócrata. ¿Cómo ha sido posible que
dos personas tan diferenciadas en sus ideas del discurso de los
votantes habituales de los socialistas hayan acabado liderando el
partido en nuestras islas? El motivo me parece común en ambos casos:
la filiación paterna. Ambas son hijas de políticos históricos del
PSIB, como son respectivamente el ex-alcalde de Inca, Jaume Armengol,
y el ex-secretario general de Calvià, Francisco Cano. No sería
extraño pensar que, de no haber sido hijas de personas tan
vinculadas al partido, su presente político estaría en algún lugar
fuera del PSIB. En fin, un disparate semejante al de la novela de
Chesterton El hombre que era jueves,
donde los líderes de una banda criminal acaban siendo todos ellos
infiltrados de la policía.
6 comentarios:
No conozco a fondo el caso de Baleares, pero la tragedia del PSOE actual, y de todos los partidos llamados socialdemócratas en Europa, no radica tanto en su posible alianza coyuntural con unos o con otros, si no en la desaparición de un espacio propio. La socialdemocracia impulsó, en su momento, el llamado "estado del bienestar", que era una manera de domesticar el capitalismo, e incluir en sus beneficios a la llamada clase obrera, alejándola de veleidades revolucionarias. Con el modo de producción capitalista sumido en una crisis que sólo tiene comparación con la del 29, la socialdemocracia tradicional se tambalea en todo el mundo. Es imposible augurar cuál es nuestro futuro, o si estamos en una de esas encrucijadas históricas en las que todo cambia ("todo cambia para seguir igual", que ya decía Lampedusa en "El Gatopardo"). Creo que, al menos, la socialdemocracia difícilmente sobrevivirá a esta colosal hecatombe. Nuevas formas políticas surgirán y superarán la atosigante alternancia entre conservadores y socialdemócratas, que en España sustituye a la de conservadores y liberales de la primera restauración borbónica (incluso si cambias caciquismo por corrupción tienes el mismo cáncer que amenaza a una u otra).
Koolau, la dinámica del PSIB es muy similar a la del PSC (que es el espejo en el que se mira): cuanto más nacionalista se ha hecho, más votos ha ido perdiendo. En las primeras elecciones autonómicas, el PSIB (con Félix Pons de candidato) igualó técnicamente al PP, pero luego se han ido ampliando drásticamente las diferencias. Lo del PSC es más grave todavía, pues ha pasado de 52 escaños en 1999 a los 20 de ahora... Lo curioso es que ambos siempre hacen el mismo diagnóstico: el problema es que no hemos sido suficientemente nacionalistas (recuerdo que dijo esto casi exactamente Castells en Cataluña)... cuando todo el cinturón industrial de BCN lo ha ido abandonando totalmente, por algo será, ¿no? Lo que más les preocupa es alejarse de su demonizado PP, en lugar de afirmar su discurso histórico al margen de si en unas cosas coinciden y en otras no. Pues nada, que sigan esa dinámica.
En cuanto a lo que dices de la socialdemocracia en Europa, no estoy de acuerdo. En determinados países ha retrocedido, pero en otros goza de muy buena salud, y me refiero a países que han superado con creces la Crisis, como Dinamarca, Finlandia, Holanda, Austria, Noruega, Suecia, Alemania, etc. Un Estado del Bienestar bien gestionado, con rigor 'protestante', se ha demostrado que no es tan caro, pero el problema se produce en los famosos 'PIGS' del sur, que han multiplicado el gasto público enormemente al margen del Estado del Bienestar y en beneficio de la partitocracia, ese cáncer de España y otros (por no hablar de la corrupción). Creo que de todo esto sobrevivirá una socialdemocracia responsable y rigurosa, a años luz del populismo de dirigentes como ZP.
abrazos
Lo malo para esos socialistas del norte de Europa es que, como los del sur, están en la oposición (con la excepción de Holanda, donde hay una especie de gobierno de unidad nacional entre sociademócratas y democristianos). En la actualidad los socialdemócratas han sido desalojados del gobierno en toda Europa occidental (con la notable excepción de Francia, eso sí)
Le escribo aquí pero a propósito de su teoría sobre la mujer ctónica. Menudo payasete teórico es usted, querido. Necesita usted una patada en la entrepierna de Ángela Davis. Besitos en la frente.
que buen post, como siempre un gusto visitar tu blog y leer lo que nos compartes.
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