martes, 27 de mayo de 2008

SIMULACROS


"Vivimos el infierno de las suplencias. Donde rendir culto al icono de una sigla u otra nos consuela como acto sacro, en el cual nuestras vidas recobrarían, por milagro, lo que nunca tuvieron: sentido. Lo que nunca tendrán: vida".

Gabriel Albiac

8 comentarios:

El Conde de Dinamarca dijo...

En algún punto, hay un gran dejo de Nietzsche en lo escrito. Corto, pero deja en tan pocas letras mucho para pensar.

Y de la pintura, bueno, ya la conocía. Genial el detalle de que el libro se vea bien reflejado.

Un saludo!!!

Anónimo dijo...

Horrach: te paso título, autor, fecha y lugar de publicación, editorial, páginas y el pasaje textual por si te sirve:

"Es a partir de estos sucesos como se configuró aquella relación, desmesuradamente inmoral, entre los gobiernos y sus condottieri, que es tan característica del siglo XV. Una vieja anécdota –de esas que ni son ciertas ni nunca dejan de serlo- ilustra más o menos esta relación: en cierta ocasión los habitantes de una ciudad (que parece ser Siena) tenían un oficial que los había liberado de un gran peligro extranjero; y a diario se consultaban y preguntaban cómo recompensarlo, sin que ninguna remuneración a su alcance les pareciera suficiente, ni siquiera el hacerle señor de la ciudad. Finalmente un ciudadano se levantó y propuso lo siguiente: "Matémosle, y nombrémosle santo patrón de la ciudad". Y así se dice que se hizo, emulando el comportamiento del senado romano con Rómulo".

(La cultura del Renacimiento en Italia, Jacob Burckhardt, 1860, Basilea, Ediciones Akal 2004, páginas 52-53)

Anónimo dijo...

No me entusiasma especialmente el contenido de esta cita, pero desde luego Gabriel Albiac es un personaje muy, muy grande. Me despierta muchísima simpatía y sin duda me merece un enorme respeto.

Johannes A. von Horrach dijo...

Buenas trades a todos. Conde, se notan los ecos nietzscheanos, en efecto, pero también de los pensadores de la llamada posmodernidad.

Javi, muchísimas gracias por descubrirme este pasaje. desde luego lo citaré en la tesis sobre Girard. Es facinante ver como en cualquier parte puede uno encontrar referencias que conectan con lo que uno está haciendo.

Ángel, veo que está usted de vuelta a la blogosfera, me alegro. Yo con respecto a Albiac tengo una opinión ambivalente. Por una parte me hace cierta gracia el personaje (aunque creo que demasiadas veces se cree su personaje, se toma muy en serio), y creo que, aunque peca de sentencioso, y de retórico anti-retórico, no escribe nada mal (en prensa). Pero como filósofo, pues no es de lo mejorcito, la verdad. Desde luego, al gran Marzoa no le llega lo que se dice ni a la suela de los zapatos. Me recuerda un poco a Eugenio Trías, en el sentido de que es más recreador del pensamiento que pensador en sí mismo (que tampoco es poco; otros ni llegan a eso).

saludos

Anónimo dijo...

Si alguien tiene cono conocimiento de algo "real", que lo diga, aparte del "yo".

fonollosa

Un solitario con pipa y copa de coñac dijo...

Lo único real es que vivimos como soñamos; solos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Está bien Fonollosa, pero el Yo no puede elevarse a la categoría de absoluto, es decir, que no puede dejarse de lado aquello que es previo a la propia constitución del yo. ¿Cómo lo tenemos en cuenta? Ese es el problema.

Solitario, muy subsuelítico, sí. La frase creo que es de Conrad, ¿no? En 'Seul contre tous' de Gaspar NOé su protagonista dice algo así, pero sustituyendo soñar por morir.

saludos

Un solitario con pipa y copa de coñac dijo...

Efectivamente, Horrach.... Del mismísimo Conrad.

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