En contra de las conceptualizaciones habituales, los deseos humanos no son generalmente autónomos, sino derivados, pues su génesis procede menos de los criterios del sujeto deseante que de los condicionantes exteriores determinados por la esencia mimética del ser humano. En la obra de René Girard, el deseo siempre es ‘deseo según el Otro’, lo que implica una voluntad de ser ese Otro. Lo mimético es una fuerza que divide pero que también separa, que diferencia y que a la vez genera indiferenciaciones. Las identidades humanas se articulan a partir de la mímesis, del ‘deseo mimético’, que es entendido por Girard como un mecanismo de génesis unitaria que produce dinámicas múltiples y diferenciadas; se trata de un fenómeno único que da explicación a infinidad de comportamientos humanos, tales como el voyeurismo, el masoquismo, el sadismo, la envidia, el odio, el resentimiento, el amor, algunos tipos de homosexualidad, etc. Esta pluralidad de manifestaciones tiene que ver con los diversos tipos de conflicto que nuestra naturaleza mimética puede llegar a generar, y dentro de esta perspectiva se podría afirmar que todo conflicto humano a un determinado nivel arraiga en lo mimético...
(artículo completo publicado en KILIEDRO)
2 comentarios:
Por una casualidad he descubierto tu blog. Tus textos son adictivos. Gracias por mostrarte.
Judit
Gracias a usted por la amabilidad. saludos
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