"En la literatura alemana predominan más que en cualquier otra un toque de locura, una tentación radical, un inquietante extremismo vital (...) En el romanticismo alemán palpita un estado del espíritu montado sobre el caballo de una educación que va más allá de las rigideces bárbaras y toca el abismo".
De esta manera comentaba hace unos días el escritor José Luis de Juan el Michael Kohlhaas de Heinrich von Kleist. Ciertamente hay algo en el espíritu alemán (espíritu no interpretado como esencia, sino como ethos) profundamente vinculado a lo elemental, a lo abisal que escapa a cualquier mesura. Y no sólo sucede en la literatura, sino también en la filosofía, cuya primera línea metafísica ha sido copada estos últimos siglos por pensadores alemanes (con alguna que otra prolongación francesa). Heidegger, Hegel, Hüsserl, Kant, Nietzsche, Wittgenstein, Jünger y un largo etcétera no podrían haber sido otra cosa que alemanes. Los hermana a todos un mismo ímpetu revuelto, unas interioridades crispadas y volcadas hacia las fuerzas elementales y su poderosa y omnímoda ambivalencia. Lo absoluto, lo verdadero, el Ser, el 'último dios', nombres diferentes para referirse a aquello que estalla y se desmorona cuando tratamos de poner nuestros pies sobre su superficie, lo que nos ciega cuando nuestros ojos lo buscan. Lo abisal que nos devora en su extaticidad.
De esta manera comentaba hace unos días el escritor José Luis de Juan el Michael Kohlhaas de Heinrich von Kleist. Ciertamente hay algo en el espíritu alemán (espíritu no interpretado como esencia, sino como ethos) profundamente vinculado a lo elemental, a lo abisal que escapa a cualquier mesura. Y no sólo sucede en la literatura, sino también en la filosofía, cuya primera línea metafísica ha sido copada estos últimos siglos por pensadores alemanes (con alguna que otra prolongación francesa). Heidegger, Hegel, Hüsserl, Kant, Nietzsche, Wittgenstein, Jünger y un largo etcétera no podrían haber sido otra cosa que alemanes. Los hermana a todos un mismo ímpetu revuelto, unas interioridades crispadas y volcadas hacia las fuerzas elementales y su poderosa y omnímoda ambivalencia. Lo absoluto, lo verdadero, el Ser, el 'último dios', nombres diferentes para referirse a aquello que estalla y se desmorona cuando tratamos de poner nuestros pies sobre su superficie, lo que nos ciega cuando nuestros ojos lo buscan. Lo abisal que nos devora en su extaticidad.
12 comentarios:
Llego acá desde la Realidad estupefaciente... Uno, `para leerte (interesante, hasta el momento) y dos, para contestar:
Se escribe en otro lado, en otro tema:
"Aclarando: lo que digo es que ahora (...) es muy difícil encontrar en un país occidental que se hagan unos dibujos tan nazis (seguro?... recuerdas la caricaturita esa de la bomba en el turbante?)como estos iraníes (crímenes se cometen en todas las culturas, pero no en todas esos crímenes son censurados desde el interior de la propia cultura. Léete un poco a alguien como Castoriadis -yo, la verdad, me iría con cuidado a la hora de sugerir ciertas lecturas- y verás por donde voy). Se dice que en occidente se demoniza a los musulmanes, pero eso es falso: los demonizan ciertos sectores, pero no toda la sociedad (lastima que sean esos sectore, precisamente, los que controlan los medios de comunicación, el poder político y el económico, ¿no?), ni mucho menos. Pero esa es la pega de sociedades como la iraní, que aunque pueda haber cierta pluralidad en su sociedad, esa pluralidad es reprimida por el poder y por sus medios de comunicación para privilegiar sólo un punto de vista. Me parece indefendible."
Deberías darte un vuelta por el México gobernado por la ultraderecha... Por la Colombia de Uribe... Y por los Estados Unidos de Bush... Después me vienes a hablar de que, en occidente, no se criminaliza la pluralidad
Hola Hutopo, bienvenido al Subsuelo.
Cada uno habla desde su experiencia personal, y la mía se enmarca en el contexto español, y te aseguro que en España dibujos como los iraníes de los que hablamos no se exhiben en televisiones. El mexicano y el español son contextos diferentes, aunque tildar de 'ultraderecha' a Calderón me parece algo excesivo. Yo dije una cosa en La Realidad Estupefaciente: que claro que hay en occidente sectores que criminalizan a los musulmanes, pero que no hay sólo eso, que también hay sectores que van en otras direcciones. La pluralidad no es un proyecto, sino algo real que funciona. Otra cosa es que algunos sectores (de izquierda y de derecha) pretendan erradicar esa pluralidad e imponer y convertir sus posturas en las mayoritarias.
saludos y hasta pronto
Primero lo primero... Suscribo, tildar de ultraderecha a Calderón es demasiado; la ultraderecha no es el títere, sino quien lo controla...
De lo otro. EL problema no es que haya quien pretenda que sus opiniones sean las mayoritarias... EL problema es que pretenden que sean las únicas
Sólo un matiz: la tentación de convertir la propia opinión en la única la comparten tanto la extrema derecha como la extrema izquierda.
H.: ¡Que suerte contar en castellano con el artículo neutro! Así se significa con precisión lo que entiendo que sugiere su título. Y a propósito de la potente recua que nombra, nada mejor que un poderoso verso (con una traducción propia en alejandrino) del más terrible poema alemán del siglo pasado: "La muerte es un maestro que viene de Alemania..."
Hola señor Verle. Sobre el libro de Duque, decirle que ya me ha llegado y que un día de estos, cuando me dejen otras lecturas más perentorias, me lo leo. De momento una curiosidad sobre este libro, de la cual me enteré ayer: resulta que se titula ('El cofre de la nada') como unas conferencias que dio Duque hace un año en Palma, en la UIB, de modo que yo suponía que en esa época ya debía tener el libro en preparación y que lo que explicó aquí eran los contenidos. Pero resulta que la idea del libro fue posterior (y causada por) a estas conferencias, pues a Duque le pareció que valía la pena publicarlo. Lo curioso es que esto ha imposibilitado que la UIb pueda publicar (creo que en la revista de filosofía Taula) las conferencias, al verse ya publicadas en la editorial Abada.
saludos
Jajaja, acabo de leer una entrevista divertidísima con el filósofo Zizek. La cuelgo aquí:
* * *
ENTREVISTA: Slavoj Zizek Filósofo
"Occidente practica una tolerancia virtual"
J. RODRÍGUEZ MARCOS - Madrid - El País 23/03/2007
Slavoj Zizek es un provocador nato, pero él se define como "un intelectual clásico". "En el fondo, soy lo contrario de esos chicos malos del instituto, aquellos que dentro del libro de filosofía escondían una revista porno", afirma. "Yo soy al revés. Dentro de las revistas porno escondo la filosofía. Disfruto con Hegel y finjo que disfruto con Hollywood. Son mis colegas los que disfrutan con Hollywood y fingen que lo hacen con Hegel". Este pensador esloveno no para de moverse y hablar. La conversación comienza en su hotel, sigue en un taxi, pasa por tres ventanillas de facturación del aeropuerto de Barajas, se prolonga en la sala de espera y termina en el control de seguridad.
Nació en Liubliana (Eslovenia) en 1949 y allí vive un tercio del año. Otro más reside en Buenos Aires (su mujer es argentina) y el tercero lo hace "en aviones". Venía de Moscú vía Praga y se marchaba a Santiago de Compostela para, al día siguiente, viajar a Francfort y Los Ángeles. Ha sido profesor en La Sorbona y en Harvard, pero quiere dejar las clases. En Eslovenia tiene el mejor trabajo del mundo: "No hacer nada", es decir, investigar para el Instituto de Estudios Sociales. Junto a Hegel y a Lacan, tiene a Marx entre sus referentes, pero el Gobierno comunista de Yugoslavia lo consideró poco ortodoxo para confiarle la formación de los jóvenes y lo apartó de las clases: "Además no creo en el diálogo filosófico. La filosofía siempre ha sido dogmática. En todo caso es un malentendido. Aristóteles malinterpretó a Platón, Marx a Hegel y Hegel a Kant. ¿Platón? Los de Platón son los diálogos más falsos de todos. Consisten en alguien que habla y otro que a cada rato dice: 'Por Zeus, estás es lo cierto".
Con un inglés cortado a motosierra pero imparable, Zizek pasó por Madrid para dictar una conferencia en el Círculo de Bellas Artes dentro de un ciclo sobre la inmigración. En la sala no cabía un alma. Había gente de pie y gente sentada en el suelo. ¿El título de su charla? Teme a tu prójimo como a ti mismo. En el taxi matiza: "No es un consejo, es una descripción de la ideología dominante. Hay dos palabras fetiche: tolerancia y agresión. ¿Pero qué significan en realidad? Agresión significa aproximarse demasiado. Por eso Occidente ejerce la tolerancia a distancia, virtualmente. Somos solidarios con los africanos en África, no con los de nuestro barrio".
Para Zizek, el ejemplo máximo de esa ideología es EE UU. Allí, dice, todo puede ser una agresión: "Tocar a alguien, mirarlo demasiado... Igual que queremos pasteles sin azúcar queremos a un prójimo descafeinado. En California la gran moda es un invento llamado Mastubatón: 400 personas se masturban en un lugar público, pero no tienen derecho a tocarse. La entrada cuesta 20 dólares y, por supuesto, el dinero se destina a una obra de caridad. Esa lógica masturbatoria es la que rige hoy las relaciones sociales. Vivimos en un solipsismo colectivo. Eso es también Internet: todos conectados pero todos aislados".
En las entrañas del ordenador que lleva al hombro, Zizek carga el ensayo que acaba de terminar, sobre la violencia, y el que acaba de empezar, que, adelanta, empieza con Heidegger y termina con El Código Da Vinci. Así es Zizek. Afirma que va a dejarlo todo para consagrarse a escribir sobre el idealismo alemán, pero se le iluminan los ojos hablando de Stalin Subway, un juego con el que pasa las horas junto a su hijo de cinco años: "Los juegos de ordenador requieren una concentración y un orden que te permita inventar un país y mantenerlo en pie". Zizek siempre va un libro por delante de sus editores, que en España son media docena. Autor de títulos como Lacrimae rerum (sobre cine), Bienvenidos al desierto de lo real (sobre el 11-S) o La tetera prestada (sobre Irak), dice no tener recetas: "Mi propuesta es: tomémonos el tiempo de pensar por qué hemos llegado aquí y quién nos ha traído. No nos dejemos atrapar en la trampa humanitaria, que es otra de las grandes ideologías de hoy. La caridad es ahora parte del capitalismo global y sus figuras principales son George Soros y Bill Gates. Su lógica es: te quito todo el dinero y luego te doy las vueltas. En esto sigo siendo marxista, pero lo que me interesa de Marx no es la lucha de clases, sino la lucidez con que señala las contradicciones del capitalismo". Mientras salta de un tema a otro, Zizek insiste en definirse como un modesto pesimista: "Sólo digo: mantengamos la mente abierta, no aceptemos las fórmulas. Merecemos algo más que un capitalismo con rostro humano".
Cuando se le pregunta por la alianza de civilizaciones, el filósofo, que en 1990 fue candidato a la presidencia de Eslovenia, reconoce que es la primera vez que oye hablar de ella: "Zapatero es hoy el gran representante de la tercera vía. Y más simpático que Blair, pero él también ha levantado un muro en Marruecos. ¿Alianza? Suena a vacío: celebremos nuestras diferencias, subrayemos los valores que nos unen, bla, bla, bla. La política consiste en actuar, no en plantear teorías bienintencionadas. A veces los hechos consumados crean las condiciones que los hacen posibles. Si esperas a que esas condiciones existan, nunca harás nada. Es lo que hizo el propio Zapatero al sacar a las tropas de Irak o al decretar la igualdad entre hombres y mujeres en su Gobierno". Para Zizek, la única alianza posible es una "entre los disidentes del liberalismo y los disidentes del Islam".
Azote de Bush con sus artículos en The New York Times, el filósofo afirma que la gran catástrofe de los países árabes es el declive de la izquierda laica. "El panarabismo de los años cincuenta era un movimiento laico. Hoy prácticamente han desaparecido los laicos del mundo árabe, en buena parte porque EE UU se alió con los islamistas para acabar con los demócratas, en los que veía un nido de comunistas. Los agentes de la CIA de ayer son los terroristas de hoy. Ahora sucede lo contrario. Para la izquierda europea, los laicos árabes antiislamistas son agentes americanos".
"Hablo demasiado, ¿no?". Con un ojo en el reloj del aeropuerto, pregunta por El laberinto del fauno y cuenta que coincidió en un estreno con Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu: "Con Del Toro congenié al momento. A los otros dos no les bastaba con ser directores de cine, además querían ser intelectuales. Me pasó lo mismo con los Wachowski", concluye refiriéndose a los directores de Matrix, una película a la que dedicó Las dos caras de la perversión, su segundo ensayo más famoso. El primero es El arte del ridículo sublime, consagrado a David Lynch: "No me interesa la gente que está fuera del sistema, sino los marginales que todavía trabajan dentro. El gran ejemplo era Robert Altman". A Lynch no lo conoce personalmente: "Estuve a punto. Había leído mi libro y no había entendido nada, pero le intrigó. Quería conocerme. Incluso alguien quiso que hiciéramos una película con una conversación entre nosotros. No creo que hubiera funcionado. Sus entrevistas están llenas de clichés y yo no creo en el diálogo. Al final no quise conocerlo para que me decepcionara. Es un genio. Eso sí, está loco".
Hola.
No conocía este blog, pero lo he añadido inmediatamente a mi sección de enlaces de mi 'blogosfera filosófica'.
Me interesa estar en contacto con todos los blogs filosóficos y reflexivos.
Saludos.
Bienvenido Phiblogsopho, me pillas no filosofando precisamente, sino peleando con mi antivirus. Decirte que, tras una rápida ojeada, me parecen muy interesantes tus dos blogs, tanto el filosófico como el cinéfilo. Seguiremos en contacto. saludos
Realmente excelente este Blog.
Encuentro inumerables puntos de contacto con mis lecturas y mis intereses.
Aquí en Argentina es difícil encontrar lectores de Jünger.
Saludos.
Hola Russian, bienvenido y gracias por tus amables palabras.
En ESpaña tampoco es que Jünger sea un autor muy leído, la verdad. Su texto 'Sobre la línea' (lo leímos el año pasado en un curso de doctorado con tu ciompatriota JL Vermal) es apasionante, como la contestación de Heidegger, 'Hacia la pregunta por el ser' (para los interesados, ambos ensayos están reunidos en el libro 'Acerca del nihilismo', publicado por Paidós).
Voy a echar un vistazo a tu blo. Shalom!!
En efecto, amigo Russian: gran blog este de Horrach. Está tomando cuerpo (y alzando el vuelo) de un modo sublime. Yo tengo un blog más frivolón, pero con algún que otro atisbo jüngeriano, pueso que también soy un apasionado de Jünger. Puedes verlo en esta anotación que te enlazo (y en las de los dos días anteriores: 30 y 29 de octubre de 2006). Saludos trasatlánticos! http://joseantoniomontano.blogspot.com/2006/10/oficio-pasajero-10.html
http://joseantoniomontano.blogspot.com/2006/10/oficio-pasajero-10.html
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