lunes, 19 de octubre de 2009

DIARIO DEL SUBSUELO (4)


Domingo 4 de octubre. Hace años que no leía a Salvador Pániker. Estos días me encuentro releyendo su Primer testamento, primera parte de sus memorias, a medio camino entre la autobiografía y el diario. Pániker es uno de esos escasos hombres españoles en los que se conjugan el paradigma científico y el de las humanidades. No hace falta topar con muchas afinidades para leerlo con agrado, aunque me reconozco en un rasgo suyo, alejado de las emocionalidades tan inmediatas a las que es dado nuestro país: "Sólo al cabo de un proceso abstracto tengo la sensación de topar con algo mínimamente concreto".

Martes 6 de octubre. Novedades. Black Heart Procession publica nuevo disco, Six, que es, como queda bien claro, el sexto de su apasionante discografía. A falta de una escucha más detenida, de momento destaco su última pieza, la oscura y depresiva Iri sulu. Por otra parte, no sabía nada de la noticia pero en la librería-cafetería Literanta me topo con una novedad de René Girard: La anorexia y el deseo mimético (ed. Marbot). Me resulta un tanto chocante hasta qué temas puede llegar a alcanzar la omnímoda pretensión de Girard de explicarlo todo en base a la teoría mimético-sacrificial, así que en principio me pongo un poco en guardia. Pero, quién sabe, ya en otros temas la capacidad de Girard para desentrañar madejas espesas me ha fascinado. Dejo el libro en la lista de espera de corto alcance.

Sábado 10 de octubre. El penúltimo morlaco de la ganadería Horrach que todavía pastaba por las fértiles y libres praderas de Apolo abandonará en breve sus amplios dominios para encerrarse en el callejón sin salida del tálamo taurinonupcial. Esta tarde, se supone que para celebrarlo, ha arrastrado su orgullo por las calles de Palma en alegre y desmadrada compañía. Que la gran diosa ctónica, ¡oh, Útero-Tumba!, se apiade de su inconsciencia.

Jueves 15 de octubre. Xavier Pericay presenta sus memorias en Literanta. En un momento del acto, el presentador, el doctor en Economía en la UIB Gonzalo Lozano (y miembro destacado de la coordinadora de UPyD de Baleares), señala un pasaje de las memorias de Pericay en el que se citan unas palabras de una agresividad llamativas: se trata de una encuesta realizada por la revista Taula de Canvi (próxima al PSUC) bajo el título 'Escribir en castellano en Cataluña'. Una de las preguntas que se ofrecían a los encuestados (todos ellos escritores reconocidos, como por ejemplo Pere Gimferrer, Salvador Espriu o Manuel de Pedrolo. Juan Marsé se negó a contestar) era la siguiente (traduzco del catalán): "¿Es necesario considerar (a los escritores en castellano en Cataluña) como un fenómeno coyuntural a liquidar a medida que Cataluña asuma sus propios órganos de gestión política y cultural?". Desde la distancia que aporta el tiempo el sentido de muchas cosas queda diáfanamente al descubierto, y este caso no es una excepción, porque el discurso que destilan estas palabras (discurso que era asumido, tácita o directamente por la mayoría de escritores encuestados) ha ido ampliando su foco de dominio de una manera implacable y progresiva. En 1977, año en el que fueron escritas y publicadas, únicamente una minoría de la sociedad catalana defendía tales ideas. Hoy, sin embargo, fruto de la labor de adoctrinamiento llevada a cabo por el catalanismo (representado, en gran parte, por aquellos que en 1977 eran minoría, pero una minoría con poder), que controla todos los resortes de la sociedad catalana, ha permitido que la proporción de la sociedad que defiende este discurso 'liquidador' sea mucho más mayoritario.

Sábado 17 de octubre. La boda de mi hermano me jode el plan de ver tres partidos de rugby en apenas 8 horas. Se trata de las dos semifinales de la Currie Cup sudafricana, uno de los torneos deportivos más antiguos del mundo (se inició hace dos siglos, en 1889), disputadas entre Western Province y los Blue Bulls (campeones del Super 14), por un lado, y los Sharks de Durban y los Cheetahs de Bloemfontein por el otro; el tercero sería el partido que Teledeporte emitiera de la Heineken Cup.

(entrada publicada en el NICKJOURNAL)

3 comentarios:

koolauleproso dijo...

Por un momento me asusté: ¡Horrach también ha sucumbido a las absurdas ceremonias del matrimonio! Aunque luego seguí leyendo y descubrí que el "infeliz" era realmente tu hermano. No podía ser que mi amigo "virtual" mallorquín fuese tan idiota como yo.
Hablando de otra cosa, una amiga muy querida, me ha regalado el último libro de Nick Cave ("La muerte de Bunny Munro"), y me ha dejado maravillado. De paso, llevado por la curiosidad, he descubierto su música, que para mi vergüenza no conocía, y este australiano me parece un más que digno sucesor de nuestro comunmente admirado Leonard Cohem, al que le une esa "vena" de tranquilo e inteligente escepticismo.
Nick Cave ha supuesto pra mi todo un descubrimiento como músico y literato. Como siempre tengo que alabar tu buen gusto.

Johannes A. von Horrach dijo...

No, ni mucho menos he pasado por la vicaría, jajajaj. Añado también (porque se ha dado algún malentendido) que servidor no estaba presente en la sanferminada por las calles de Palma. No me atraen nada esos saraos.

Tengo pendiente el libro que citas de Cave. No sé si conoces su primera incursión en la novela, 'Y el asno vio al ángel'. La editó hace años Pre-Textos, que lo ha reeditado hace no mucho (yo lo compré hace unos meses... aunque todavía lo tengo en la lista de pendientes). Musicalmente Cave es de lo mejorcito que hay por ahí, mejor incluso que Waits. Un tipo que dejará huella, sin duda.

abrazos

Lectora dijo...

Con el tema del castellano hemos llegado a un punto donde ya no escribir sino hasta hablarlo empieza a ser difícil.
Suena increible pero en en según que ámbitos educativos el emplearlo supone adoptar involuntariamente una actitud manifiestamente hostil, gente que de forma privada te habla en castellano en el curro y ante otros se cambia, yo por ejemplo hay ocasiones en que me siento obligada a ello también, diantres tengo dos boquitas que alimentar.

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