viernes, 12 de septiembre de 2008

LA MUJER CTÓNICA (7): MÁS SOBRE LA MUJER-VERDAD


"No hay esencia de la mujer porque la mujer separa y se separa de ella misma (...). Engulle toda esencialidad, toda identidad, toda propiedad (...). No hay verdad de la mujer porque esta separación abisal de la verdad, esta no-verdad, es la 'verdad'. Mujer es un nombre de esta no-verdad de la verdad (...)".

Si la mujer es verdad, ella sabe que no hay verdad, que la verdad no tiene lugar y que no estamos en posesión de la verdad. Es mujer en tanto que no cree, ella, en la verdad, y por lo tanto en lo que ella es, en lo que se cree que es, que sin embargo no es".

Espolones, Jacques Derrida

6 comentarios:

El Pez Martillo dijo...

El cielo está enladrillado...

Anónimo dijo...

hola horrach, hablemos de Derrida.

le tengo un poco más de aprecio que a Heidegger, aunque no tiene un libro como "ser y tiempo".

derrida tiene alguna cosa de interés, para mí. no se puede negar que intentó ir hasta el fondo. pero en mi opinión sus ideas se quedan como las de tantos otros a las puertas. me refiero a que no fue capaz de pensar el tiempo más que como tiempo-repetición, a pesar de todo su deconstructivismo. y en este tiempo derridiano que por muy deconstruido que esté sigue siendo repetición de lo mismo (y apenas pensó como Deleuze en aquello de la diferencia y la repetición), lo que hace las veces de espacio primordial y ubicuo es la archiescritura. la archiescritura, tan talmúdica, es el resto teológico del espacio primordial y ubicuo de Derrida, cuyo tiempo no deja de ser por tanto una dimensión más de este espacio.

claro que Derrida historiza por así decir, y no del todo bien, este espacio, lo antropologiza, conviertiéndolo en archiescritura. es esto lo que me lo hace no obstante un poco más interesante que la tradición heideggeriana, cuya "actividad pura" me resulta hasta peligrosa.

nació en Biar, Argelia. en Alicante hay un pueblo que se llama Biar. aparte de textos sueltos o algún texto sobre su obra, solo le he leido un librito que la editorial Cuatro de Valladolid publicó sobre el cosmopolitismo kantiano.

de Derrida me es grato, a falta de reflexión sobre la diferencia, o mejor dicho, sobre la alteridad, el concepto de "diferancia", de "diferir". pero tiene el peligro que tienen todos los tipos de habla indirecta, que es a fin de cuentas acabar por no decir la verdad. metaforizando y psicologizando es fácil desbarrar.

saludos cordiales.

ximo

Johannes A. von Horrach dijo...

Para hablar de cualquier autor, y más de Derrida, habría que leer algo más sobre su obra, Ximo, que con algunas cosas desperdigadas y textos sobre él me parece arriesgado hacer cualquier tipo de balance al respecto. Piense que pocos autores tan manipulados por sus exégetas que los posmodernos como Derrida.

Lo de quedarse 'a las puertas' sí que es algo, creo yo, con lo que el propio Derrida estaría de acuerdo, pues para él no se puede llegar a un centro de sentido que otorge significación a todo. Por decirlo de otra manera, Derrida no contempla que se pueda decir 'la última palabra' (tratar de definir y de apropiarse de aquel centro de sentido lo que provocaría es una desfiguración del mismo, un falseamiento). La verdad filosófica no es la misma de la verdad científica, en el sentido de que no está tan vinculada a lo empírico, y por tanto no puede decirse de forma directa.

shalom

Anónimo dijo...

>>> apenas pensó como Deleuze en aquello de la diferencia y la repetición

Jopetas.

Anónimo dijo...

Querido Juan Antonio, te veo reflejado en el blog tal y como te conocí. Cuánto me gustaría repetir nuestras conversaciones de Palma.
En este texto de Derrida vuelvo a sentir que el pensamiento filosófico está muy cerca del poético, casi son uno.
Lauren Mendinueta

Johannes A. von Horrach dijo...

Querida Lau, cuánto tiempo sin saber de ti. Yo también añoro esos días en Palma, una pena que se acabaran de golpe, cuando parecían susceptibles de mejorar. Ojalá volvieran esos momentos. Espero que te vaya todo bien, guapa.

besos

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