jueves, 20 de diciembre de 2007

VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS


Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, amada esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.

Cesare Pavese

13 comentarios:

Johannes A. von Horrach dijo...

Agradecimientos a Daniel Pons por ponerme en la pista de este sensacional poema de Pavese.

Sr. Verle dijo...

Horrach: Sensacional y tremendo. Feliz comienzo del invierno y salud para el nuevo año. Un saludo.

El Pez Martillo dijo...

¿Hemos de entender el poema (que no es malo, no) como una felicitación navideña horrachiana?

PD: últimamente le dedica algunos comentarios y pies de página a nuesttro común amigo Daniel Pons. ¿No se nos estará enamorando...?

koolauleproso dijo...

Extraordinario poema: gracias por recordarnoslo

Unknown dijo...

Tétrico poema. :) saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

¡Ay, ay, ay, que se me pone usted celosín, amigo Pez, jajajaj! No se preocupe, que hay horraquismo para todos (y sobre todo, para todas). El amigo Dani me cae muy bien y además estos últimos días me ha hecho sugerencias interesantísimas (ya sabe que alguna tiene que ver con la nueva disección, 'El suicidio', de salida creo que inminente). Creo que era de justicia citarlo. (como compañero de fatigas y complejos en el tétrico San Agustín que es el nuevo Diógenes, algo de la cita también le cae a usted)

Y sí, acierta en la intención del poema en el sentido de que es una especie de saludo desde el subsuelo ante la tabarra de cada año por estas fechas. Quédese con el último verso pavesiano: "Mudos, descenderemos al abismo".

Verle, Koolau, David, felices vacaciones/fiestas a todos.

J. A. Montano dijo...

Eso sí que es una Blanca Navidad y lo demás son tonterías! :-)

Johannes A. von Horrach dijo...

Amigo Montano, podría hacernos el favor de presentarnos a esa maravilla que nos ha mostrado en su blog. Espectacular ejemplar de hipopótama con felpudón, jajaja:

http://bp1.blogger.com/_W5hxZ3srkRg/R2tv2V4Xl4I/AAAAAAAABWk/WeTQar1Efas/s1600-h/hipo.jpg

saludos

JH dijo...

Bellisimo poema: aqui está en original, y ademá un link en el que se recita

ttp://paoloaccademico.podOmatic.com/entry/2007-12-01T14_52_57-08_00

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi-
questa morte che ci accompagna
dal mattino alla sera, insonne,
sorda, come un vecchio rimorso
o un vizio assurdo. I tuoi occhi
saranno una vana parola,
un grido taciuto, un silenzio.
Così li vedi ogni mattina
quando su te sola ti pieghi
nello specchio. O cara speranza,
quel giorno sapremo anche noi
che sei la vita e sei il nulla
Per tutti la morte ha uno sguardo.
Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.
Sarà come smettere un vizio,
come vedere nello specchio
riemergere un viso morto,
come ascoltare un labbro chiuso.
Scenderemo nel gorgo muti.

El Pez Martillo dijo...

Horrach, debo de salir en defensa del que usted llama tétrico San Agustín. No sé las vivencias que Dani tuvo en él, pero desde luego las mías no fueron tétricas (en más de diez años hubo de todo, por supuesto). Obviamente, alguna influencia debe haber tenido en nuestra vida, pero no tanta como usted (y él) parecen pregonar, al menos en mi caso. El origen de mis peculiaridades, que usted parece encontrar en ese colegio, está localizado en otro lugar, en una parte de mi vida que muy muy poca gente sabe, de la que casi con nadie he hablado (porque me cuesta, y mucho) y que con el paso del tiempo considero más decisiva para mi existencia (de hecho, en ciertos aspectos, hay un antes y un después).

De hecho, si no hubiera sido por San Agustín, ni él ni yo nos hubiéramos metido en esto de la filosofía, puesto que allí fue donde el gran Javier Navarro (uno de los pocos profesores a los que tranquilamente puedo llamar maestro) nos contagió.

Y me callo ya, que parecerá que los curas me han pagado por publicitar su negocio.

Saludos.

Johannes A. von Horrach dijo...

Spazio, muchas gracias por colgar el original y el link, que completan la entrada.

Amigo Pez, tal vez lo que sucede es que la influencia 'tétrica' la lleva tan dentro que no es capaz ni de identificarla. Pasa mucho, no se crea que es el único que no se da cuenta de lo que le pasa (yo mismo soy un ejemplo). Sobre ese otro 'origen de las particularidades' no diré nada, que parece que es una cosa muy personal y privada, y no es este el lugar para referirse a ello. Si lo prefiere, lo hablamos en privado, aunque si no lo desea, respeto su silencio, claro.

Yo reconozco que sí me influenció (para mal) el estudiar en San José Obrero (no soy, ni mucho menos, el único), aunque bien es cierto que esos traumas abrieron posibilidades que tal vez no se habrían dado en situaciones más amables.

saludos a ambos

Juan dijo...

Diste con uno de mis poemas fetiche. Hermosísimo: "Verrà la morte e avrà i tuoi occhi..."
Saludos madrileños.

Johannes A. von Horrach dijo...

Hola Juan Luis, bienvenido al subsuelo. Al peoma de Pavese yo lo acabo de descubrir hace unos días; hasta ahora, de este autor, sólo conocía sus estupendos diarios, 'Oficio de vivir'.

abrazos y buenas fiestas por Zamora

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