Se me olvidaba: la imagen, of course, es de Mondrian, y quien desee leer el fabuloso libro que escribió Bresson, Notas sobre el cinematógrafo, lo puede encontrar editado por ediciones Ardora Madrid, 1997). Lo recomiendo muchísimo, no sólo para los interesados en el arte, sino también para los filosoferos.
Horrach: Pequeño cuento de B. Brecht. FORMA y MATERIA Contemplaba el señor K un cuadro en el que a varios objetos se les había dado una forma muy caprichosa. Entonces dijo: -Cuando contemplan el mundo, a algunos artistas les ocurre lo que a muchos filósofos. La atención excesiva por la forma les hace perder de vista la materia. En cierta ocasión trabajé con un jardinero que me entregó unas tijeras de podar y me dijo que podara un laurel. El árbol estaba en una maceta y se prestaba con ocasión de ciertas festividades. Para ello debía tener forma de bola. Al instante empecé a podar los silvestres retoños, pero por más esfuerzos que hacía para conseguir la forma de bola, no lograba coronar con éxito mi empresa. Unas veces podaba demasiado de un lado, otras, del lado contrario. Cuando finalmente adquirió forma de bola, ésta resultó ser muy pequeña. Decepcionado, el jardinero dijo: «-Muy bien, ésta es la bola, pero ¿dónde está el laurel? »
Hola sr. Verle y gracias por el cuento brechtiano. La cuestión es compleja, dado que sin contenido una forma no puede definirse como tal, pero si lo que se prioriza (como suele suceder en determinados ámbitos) es el contenido antes que la forma, esto implica que se abre el terreno a lo que no tiene sentido profundo. Lo formal escapa a lo puramente contingente y sobre su apenas inasible pureza se sostiene lo no perecedero.
4 comentarios:
Se me olvidaba: la imagen, of course, es de Mondrian, y quien desee leer el fabuloso libro que escribió Bresson, Notas sobre el cinematógrafo, lo puede encontrar editado por ediciones Ardora Madrid, 1997). Lo recomiendo muchísimo, no sólo para los interesados en el arte, sino también para los filosoferos.
Horrach: Pequeño cuento de B. Brecht.
FORMA y MATERIA
Contemplaba el señor K un cuadro en el que a varios objetos se les había dado una forma muy caprichosa. Entonces dijo:
-Cuando contemplan el mundo, a algunos artistas les ocurre lo que a muchos filósofos. La atención excesiva por la forma les hace perder de vista la materia. En cierta ocasión trabajé con un jardinero que me entregó unas tijeras de podar y me dijo que podara un laurel. El árbol estaba en una maceta y se prestaba con ocasión de ciertas festividades. Para ello debía tener forma de bola. Al instante empecé a podar los silvestres retoños, pero por más esfuerzos que hacía para conseguir la forma de bola, no lograba coronar con éxito mi empresa. Unas veces podaba demasiado de un lado, otras, del lado contrario. Cuando finalmente adquirió forma de bola, ésta resultó ser muy pequeña.
Decepcionado, el jardinero dijo:
«-Muy bien, ésta es la bola, pero ¿dónde está el laurel? »
Hola sr. Verle y gracias por el cuento brechtiano. La cuestión es compleja, dado que sin contenido una forma no puede definirse como tal, pero si lo que se prioriza (como suele suceder en determinados ámbitos) es el contenido antes que la forma, esto implica que se abre el terreno a lo que no tiene sentido profundo. Lo formal escapa a lo puramente contingente y sobre su apenas inasible pureza se sostiene lo no perecedero.
saludos y hasta pronto
Publicar un comentario