lunes, 2 de abril de 2007

NIHILISMO Y RELATIVISMO

a E.J.

Insisto en la cuestión del nihilismo porque nunca está de más aclarar algunos puntos que suelen prestarse a equívocos, como es por ejemplo su vinculación con el relativismo. Precisamente la consecuencia más discutible de lo que en verdad significa el nihilismo es el grado de relatividad que implica sobre lo real, pero este grado de relatividad tiene dos niveles que es importante diferenciar.

Por una parte, como ya se ha dicho, el nihilismo (el ‘propio’ o ‘verdadero’) siempre implica cierto relativismo, pero se trata sobre todo de un relativismo formal. Es decir, que el nihilismo afecta a lo que es la pretensión absoluta que tiene todo sistema de valores o creencias para constituirse como el único posible; a su esencia misma como sistema. Es el salto hacia la sacralización de lo propio en lo que consiste el citado ‘relativismo formal’, y eso se daría en todo sistema (doctrina, ideología, etc.), independientemente de sus contenidos.

El relativismo peligroso, ese que implica siempre, directa o indirectamente, una cierta defensa de 'lo peor', es el que afecta a los contenidos de los valores y creencias de todo sistema, el que iguala estos contenidos de forma mecánica y acrítica. Este relativismo es el que, por recurrir a un ejemplo que se dio en su momento, iguala los principios de las democracias europeas y el nazismo; aquel que, como pasa actualmente en ciertos sectores, pone al mismo nivel el estado español y la banda terrorista ETA. Y en esta igualación lo que se da es un posicionamiento por la peor de las partes, por la más elemental en el sentido de destructiva.

11 comentarios:

Carmen dijo...

Demasiadas veces reconozco en la actitud del día a día de gente que conozco ese relativismo que llamas peligroso. Se extiende porque es más fácil entender y seguir el discurso establecido. Una pena, pero ¿será una tendencia en aumento?

Jarttita. dijo...

(.............)
Que ya no crees en la gente
Que tomas pastillas rosas
Y te has vuelto nihilista
Y sueñas con no soñar..

(............).

Dorian: A cualquier otra parte.

Johannes A. von Horrach dijo...

Hola Carmen, bienvenida al Subsuelo.

Lo que tiene el relativismo nihilista 'de contenidos' es que, como es acrítico, uno no tiene que preocuparse de pensar cada asunto por sí mismo; se aplica el esquema mental que lo iguala todo y ahí se acaba el asunto. Es el nihilismo más letal y, en determinadas situaciones, también el mayoritario. Piense en el ejemplo de la Alemania nazi: tengo asumida la tesis de que el nazismo no triunfó únicamente por los fanáticos que lo ponen en marcha y los que en un principio los secundan (fanáticos en serio al fin y al cabo nunca son mayoría en una sociedad), sino por la mayoría gris que le dejó hacer y que en un determinado momento también se acabó apuntando a la oleada criminal. Es la gente teóricamente normal la que siempre acaba decidiendo si una sociedad cae o no en lo peor. Fíjese en España: los radicales, los de verdad, los que ven la Constitución como una amenaza a erradicar, son muy minoritarios (más o menos son el 10 % de los votantes únicamente), pero son embargo han conseguido imponer a la mayoría sus temas, sus maneras y sus criterios; la política la marcan ellos.
En fin, que esto da para mucho. saludos

Carmen dijo...

Gracias por la bienvenida. Me encuentro cómoda por aquí. En el ejemplo de Alemania estoy plenamente de acuerdo, aunque más que pensar que la mayoría se sumó a la ola criminal creo que se aupó a la ola del no querer saber, del mirar para otro lado, que además les permitió después vivir sin mala conciencia. En el caso de la política nacional ya no estoy tan de acuerdo. No creo que ese diez por ciento esté haciendo que se cuestione la Constitución. De hecho hay apenas un ligero movimiento crítico con el texto y unas reformas tímidas que no dan para mucho. Y la agenda política... desde luego no la marca el Gobierno, no, no.

Johannes A. von Horrach dijo...

Matizando: en la Alemania nazi se produjeron demasiados casos de gente que en teoría no era nazi (y no llegó a adherirse a ese ideario) pero que prefirió culpabilizar a los judíos para alejar cualquier sombra de sospecha sobre ellos. Es decir, no fueron nazis pero tampoco se limitaron a 'dejar hacer', sino que en cierta forma participaron en la deriva puesta en marcha por Hitler.
Yo creo que ahora pasa algo parecido, salvando evidentemente las distancias y las diferencias, que no son pocas: por ejemplo, en cierta gente que antes de culpabilizar a los asesinos de ETA (y a sus palmeros), prefiere soltar anadanada tras andanada a las víctimas. El último caso, el de Savater, hombre claramente de izquierdas pero que por su oposición al 'proceso' está siendo tildado por determinados sectores de 'ideólogo de la extrema derecha' (o cosas peores).

Otra cosa: lo del 'ligero movimiento crítico' con el texto de la Constitución... yo no lo veo así. Puede que el PSOE prefiera sólo cambiar alguna cosa de importancia menor (lo de la sucesión a la Corona, por ejemplo), pero los de ERC, Batasuna y PNV son mucho más maximalistas y no se van a conformar con tan poca cosa.

saludos

Carmen dijo...

Totalmente de acuerdo con el caso de Savater. Es una tendencia, parece que imparable en este país, la de clasificar y meter a la gente en etiquetas estancas. Si dices hola eres de un bando, pero si dices "qué tal" ya formas parte de otro diametralmente opuesto y contrario.
En política nacional discrepamos más. ERC ya estamos viendo que se despista a golpe de elecciones, se pierde estando en el gobierno y desvaría. Pero sí, pide cambios constitucionales fuertes. Batasuna, por supuesto... y el PNV todavía está buscando su ideología y su posición. Más a la deriva imposible porque dice sin decir, está sin estar y prefiere unas medias tintas que desesperan (al menos a mi).
Esto es lo que me lleva a decir que se reclaman reformas pequeñas, porque son pocos y porque, quizá, están lejos de las que me gustaría escuchar.

Johannes A. von Horrach dijo...

Ya lo escribía ayer en Basta Ya el filósofo Aurelio Arteta esto de que vivimos una época excesivamente polarizada, de ánimos encelados y sectarios (prefiero no recurrir a ese palabro tan famoso ya, 'crispación', que me suena más a neolengua que a otra cosa), y todo se ve desde la paranoia grupal de turno. No puede ser que a Savater (filósofo discutible pero ciudadano ejemplar) lo tilden de facha y a Otegui lo consideren un 'hombre de paz' (ZP dixit).

El problema de ERC no creo que esté en la cercanía de las elecciones, sino en su doctrina. Peor todavía le que sucede con el PNV, del que no espero nada (positivo) desde hace tiempo (yo no creo en que Egibar sea el 'poli malo' e Imaz el 'bueno', ni mucho menos; uno será un poco más bestia en las maneras, pero ambos defienden lo mismo); su ideología la tienen muy clara, siguen defendiendo las tesis enfermizas y racistas de Sabino Arana y se comportan en consonancia (fíjense sino en todo lo que ha rodeado la brutal agresión a Antonio Aguirre, sobre todo las delirantes declaraciones de la portavoz del gobierno peneuvista).

saludos

av[artist] dijo...

Mamma mía este blog es de mucho nivel mental para mí... me pierdo en la mitad de los posts jeje tendré k darle cañita a la filosofía...
¿La imagen es de un cuadro de Bacon?

Johannes A. von Horrach dijo...

Bienvenido al Subsuelo, Artist, y gracias por sus palabras.

Referente a su pregunta, sí, se trata de un cuadro de Bacon, pero no sabría decirle su título. Me gusta Bacon aunque reconozco que no tengo ni idea de pintura.

saludos

Anónimo dijo...

"Es la gente teóricamente normal la que siempre acaba decidiendo si una sociedad cae o no en lo peor."

Esta frase, Sr. Horrach, es una de las más lúcidas que he leído últimamente, pero además es una verdad como un templo.

Su frase debería esculpirse en piedra.

Olé.

Anónimo dijo...

Si usted tuviera que elegir entre la filosofía moral de Luc Ferry , el método procedimental de Habermas y la etica de Aristoteles ¿Cual de estas filosofías considera la mas optima para hacer frente al relativismo y nihilismo del hombre presente?

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