sábado, 1 de octubre de 2011

VÍA CRUCIS GIRARDIANO

Barton Von Horrach Fink, 'trabajando' sin parar

Psicología mimética, antropología sacrificial, deseo metafísico, configuración de identidades, fenomenología del desarraigo, el ser del exilio que no está aquí pero tampoco allí, pulsión de unanimidad, origen ctónico del double bind, chivo expiatorio y bête noire, indecibilidad del phármakon, figura victimaria del pharmakos, frenesí de la catarsis purificadora, sistema de culpabilizaciones, resolución expiatoria, del todos-contra-todos al todos-contra-uno, exclusión de lo indiferenciado como diferencia, el siniestro cortejo de la mediación interna y la doble mediación, quimera de autonomía y espontaneidad, centralidad despótica del mediador, jerarquía del degree, el espectro del Otro, principio de insuficiencia, el fundamento que no funda, estructura de antagonismo y feroz simetría de los dobles, contagios reversibles entre el amo y el esclavo, fracaso necesario del proyecto del deseo, apertura del Ser, ley del círculo psicológico que només veu lo que els ulls volen veure, sepulcros blanqueados a diestra y siniestra, la enfermedad ontológica que contagia su paradójico veneno, nueva deconstrucción del sujeto, identitarias transfiguraciones de lo real, matriz única entre rito y tabú, la unidad coral del genio novelesco, la virtud disolvente de las fuerzas desarraigantes, la piedra excluida que deviene angular, misericordia y no sacrificio, rescate de Kojeve, are you talking to me?, proustiano esnobismo, homo homini lupus, perfume de verdad farmacológica, el camino de continuidades derrumbadas del proceder genético, clausura del significado, no hay lugar propio, prusiana escalada a los extremos, moderno victimismo persecutorio, la pregunta más profunda, empacho de introitología, la cumbre hundida del saber abismoso, tragedia o catástrofe, terrible dinamismo de la descomposición, inacababamiento, ¡a la mierda todo!

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, mi querido Horrach, ya hace tiempo que no me asomaba en eston campos. No deja de ser interesante pensar en un "vía crucis girardiano"; pero me gustaría que fuera más explícito; ¿en qué sentido es posible tal afirmación? Primera estación: el hombre es condenado a la mímesis? segunda estación: el hombre dcon la mímesis a cuestas en una rivalidad violenta que lo conduce a los extremos? y tercera estación: el hombre cae por primera vez bajo el peso de la mímesis ejecutando a la víctima propiciatoria...? ... En fin, última estación: el apocalipsis, como el fruto amargo de nuestra imitación violenta? No deja de inquietarme su GIRARD y usted que no termina esa tesis, que aún sigo esperando con tanto afán....
Un abrazo, cuídese.
El Doble...

Anónimo dijo...

Hola, mi querido Horrach, ya hace tiempo que no me asomaba en eston campos. No deja de ser interesante pensar en un "vía crucis girardiano"; pero me gustaría que fuera más explícito; ¿en qué sentido es posible tal afirmación? Primera estación: el hombre es condenado a la mímesis? segunda estación: el hombre dcon la mímesis a cuestas en una rivalidad violenta que lo conduce a los extremos? y tercera estación: el hombre cae por primera vez bajo el peso de la mímesis ejecutando a la víctima propiciatoria...? ... En fin, última estación: el apocalipsis, como el fruto amargo de nuestra imitación violenta? No deja de inquietarme su GIRARD y usted que no termina esa tesis, que aún sigo esperando con tanto afán....
Un abrazo, cuídese.
El Doble...

Johannes A. von Horrach dijo...

No, lo de Via Crucis simplemente es porque llevo encima una dinámica cada vez más saturada de trabajo que parece a punto de acabar, pero no, siempre se aplaza el momento de la síntesis. El Via Crucis es el proceso mismo de la tesis, inacabable (llevo ya 8 años), y la amenaza de que si no la finiquito este otoño acaba definitivamente conmigo.

El texto es un vómito. No se trata de etapas ni siquiera de capítulos de la tesis, sino de una erupción de mi frustración al ver que el caos no puede ser domando definitivamente.

saludos

PD: no sé si acabará gustándole 'mi Girard' (en el caso de que pueda acabar presentando el trabajo), cada vez lo tengo más derridianizado.

Anónimo dijo...

Le pido disculpas de antemano, barón, este comentario es más desperdicio que comentario, pero no quería dejar pasar la oportunidad de hacerle partícipe de mi, todavía, falta de comprensión de su querido Girard (ya he tenido ocasión de hacerle partícipe de esto en otros posts).

Sobre su tesis, convénzase ciegamente de que si ha tardado tanto, el trabajo tiene que ser una jodida obra maestra. Y no se deje vencer, cada estación es un escalón más al escenario de la entrega del Nobel.

Me gusta eso de "derridianizado".

Pau Llanes dijo...

Querido y admirado Horrach… vengo esta madrugada a visitarle en su casa transformado en un simulacro, el adivino Tiresias, el ciego vidente…

El ser humano necesita símbolos para penetrar en el terreno de lo ocultado, de los misterios inefables, que de otro modo no podría transitar ni seguir su sinuosa estela invisible. Los símbolos son como luciérnagas en una noche sin luna en el fondo de un cañón de paredes inexpugnables y lechos de puntas de iceberg. No alumbran el camino, pero reconocemos sus límites, los verticales abismos sembrados por esas minúsculas estrellas voladoras expectantes, el volumen del vacío que nos contiene y determina. Más allá del primer éxtasis ante la visión poética de las luciérnagas-símbolo comenzamos a vislumbrar otras maravillas aun con los ojos cerrados o vendados o cegados, es lo mismo. Son luces sordas, de la misma sustancia que la oscuridad pero más sutiles. El gesto del ciego es tender las manos hacia delante, explorar el vacío, anticiparse al peligro. El ciego extiende sus manos para anticipar lo que va a encontrar, es un “tacto que ve”, o mejor aún, un “prever sin ver”. Lo (im)previsible se busca y encuentra palpando. Es “la especulación que se aventura”, de la que hablaba Derrida… Así penetramos en la oscuridad profunda, última, de lo sagrado: ciegos y arrojados, apenas pre-viendo con la yema de nuestros dedos. En nuestra memoria de ciegos recientes, voluntarios, las únicas luces que recordamos son las de las luciérnagas…

La escritura también va “a través de la noche, más lejos que lo visible o lo previsible”. (…) “No (más) saber, no (más) poder: la escritura se entrega más bien a la anticipación” ––Jacques Derrida: Mémoires d’aveugle. L´autoportrait et autres ruines.

No hay mimesis en la ceguera, querido Horrach. Los ciegos de nacimiento han de inventar su mundo a ojos ciegas desde el primer momento. Los ciegos recientes reinventamos lo posible como si de un texto predictivo se tratara… Todo es invención (de “invenire” (l): encontrar) ni más ni menos. Hay que encontrar palpando lo imprevisible, el destino que viene a nuestro encuentro por devenir… El final de su tesis, Horrach, es un muro infranqueable. Acaso un muro monstruoso en donde confesar definitivamente su vergüenza y lamentos (donde cada uno deposita sus deseos más íntimos, sus súplicas más conmovedoras, sus terribles secretos) y confundirse con sus pliegues y rendijas, sus recovecos, plagiándose orgulloso.

La momia de Irt-Hor-Ru es la más precisa representación de lo que este travestido Tiresias neomexicano interpreta en su narración: una figura silente ciega y emparedada… (¿O no es “el” muro, Horrach?)

Saludos desde las laderas del Xitle, bajo el volcán, en mi madrugada insomne…

Pau Llanes

Sr. Verle dijo...

Horrach: Lea, lea a Kojève, singularísimo comentarista de Hegel.
Tengo en la mesilla su anacrónico estudio de la pintura de su tío Kandinsky [al que alguna colombiana busca relacionar con Heidegger y el acontecimiento]. Salud

Johannes A. von Horrach dijo...

Álvaro, gracias por sus amables palabras, que tratan de insuflarme ánimos... aunque no acabo de ver clara la relación de años invertidos con el resultado final. En otros casos tal vez, pero en el mío el resultado de todo ello es, como se puede ver en la entrada, un creciente confusionismo a todos los niveles.

Sr Verle, ando en compañía íntima de Kojeve desde hace un tiempo, cuyo 'deseo antropógeno' es la génesis del deseo mimético girardiano (herencia que Girard ha tardado nada menos que 46 años en reconocer). Por cierto, ¿le dedicará alguna entrada en su blog al estudio kandinskiano?

Querido Pau Llanes, encantado de reencontrarlo en este subsuelo. ¿Sigue usted por tierras de los huicholes? Le contesto más tranquilamente a su texto por la noche, que ahora debo ausentarme de mis aposentos.

saludos a los tres

Sr. Verle dijo...

H.: Estoy de baja por accidente y me cuesta pergeñar entradas de blog, salvo recurrir a alguna copla. De momento. Gracias.

Tipo Material dijo...

El Sr. Verle me sugiere que podría interesarle esta serie.
http://materiaconstruida.blogspot.com/2011/10/prologo-espacio-y-conmemoracion-i.html

Johannes A. von Horrach dijo...

Gracias, Tipo Material, sea bienvenido al subsuelo. Un texto que cite a Marzoa y Derrida me tiene que interesar sí o sí.

saludos

Tipo Material dijo...

Otra parte:
http://materiaconstruida.blogspot.com/2011/10/prologo-espacio-y-conmemoracion-y-ii.html

Anónimo dijo...

Hola horrach, sabes que ahora que he leido tu blog, parece que comienzo
A darme cuenta de lo que sucede en mi vida. Es revelador el artículo sobre
El hombre del subsuelo.
Pero, ahora que sé declarado mi mal, te pregunto Horrach:
¿Hay algún camino para escapar del subsuelo?
¿o es qu estamos condenados a la catástrofe y la destrucción?

Johannes A. von Horrach dijo...

Hola anónimo, bienvenido al blog, y disculpas por la tardanza en la respuesta, pero enfrascado con la disección de monsieur Girard me distraigo en las catacumbas del subsuelo y apenas veo la luz de la superficie, incluido este puesto de vigía.

¿'Caminos para escapar'? De momento no los he encontrado, la verdad. Me he quedado atascado en la dicotomía tragedia vs catástrofe (siendo la tragedia la característica del subsuelo... así que imagine cómo está la otra), expresada por el gran Alvy Singer de esta manera:

http://www.youtube.com/watch?v=DE3OYSVpycY

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