El jueves de la semana pasada, día de Navidad, cumplía 85 años René Girard. Lo digo más que nada por dos motivos: uno, que tiene que ver con el hecho de que hablo menos de él de lo que debería en este blog (teniendo en cuenta que hago una tesis sobre su figura); y el segundo porque así le queda claro a algunas personas que Girard sigue siendo, de momento, un autor vivo (últimamente unos cuantos amigos o conocidos se han sorprendido cuando les decía que Girard no había muerto).
Quien siga este blog ya sabe que llevo mi tesis sobre Girard bastante retrasada. Hay quien me ha sugerido que, dada la ya avanzada edad del pensador franco-americano, podría manejar la posibilidad de dejar la tesis más o menos acabada, esperando el momento. ¿Qué momento? Pues el momento de su muerte, que es cuando, en España y en todas partes, se le hace siempre más caso a alguien. Girard es un autor poco conocido en nuestro país, pero sin embargo se han traducido al castellano casi todos sus libros (se le sigue más en Sudamérica que aquí). Sí que es cierto que tal vez la noticia de su muerte le permita tener la atención de la que hasta ahora ha carecido. Ahora bien, no puedo especular con este consejo de esperar a su muerte para defender la tesis... más que nada por si en el caso de Girard nos encontramos con un nuevo Jünger, y el hombre alcanza a superar el límite de lo centenario. Eso sería una 'catástrofie' (o no tanto, porque en ese caso estaría en condiciones de batir el récord que en el departamento de filosofía de la UIB tiene un profesor, que tardó nada menos que 22 años en acabar su tesis sobre la teoría funcionalista de la mente).
5 comentarios:
Lo que sí podría ocurrir es que, a la muerte de Girard, aparezcan un puñado -mucho o poco, a saber- de escritos inéditos, que alguien encuentre entre sus papeles y le dé por publicar... En todo caso, deseémosle al genial pensador una larga y próspera vida.
Pues no estoy muy seguro, querido Rafael, porque Girard sigue publicando bastante. No dice nada nuevo, sino que se limita a tratar de ampliar el foco de 'ilustraciones' de su teoría mimético-sacrificial. Algo tal vez pueda salir póstumo, pero no creo que sea nada decisivo.
shalom aleichem
hola horrach, buen año
no sabía que Girard siguiera vivo.
espero que le vaya bien con su tesis.
yo por mi parte he aprovechado las fiestas para revisar algunos manuscritos sueltos y preparar uno nuevo a mi colección (se llamará "La filosofía a diario"):
de momento ya he vendido 2 ejemplares de "Idea trágica de la democracia", uno de ellos por internet, el otro en Elche, además de las descargas gratuitas, que en total suman unas 60; ahora he llevado 15 ejemplares para dejar en las librerías La Central y Laie de Barcelona.
vuelvo a dejarle la referencia:
http://www.bubok.es/autores/usuario/5170
Estimado Horrach,
pues yo creo que el hecho de que muera o no le es indiferente para su tesis; lo importante es criticar y dialogar con las ideas que hasta el momento han aparecido. Una tesis no es una doxografía ni un testimonio enciclopédico del pensamiento de un autor. No necesitamos un introductor de Girard ni una tesis de trescientas páginas para conocer al autor, para eso nos basta con una sucinta nota y un elenco de obras. Flaco favor sería ese a la comunidad científica si en eso consistiera hacer una tesis. Dialógue y critique lo mucho que ya habrá leído de Girard; eso, le aseguro, nos interesa más.
Atina
Atina, me alegro de que ya esté de regreso. Un fuerte abrazo.
Estoy de acuerdo en lo que dice usted (mi idea no consiste tanto en 'presentar' a Girard como profundizar en sus dos tesis fundamentales, que creo que en cierta forma están poco trabajadas filosóficamente). Lo de la entrada tenía que ver con hacerme eco de ciertas cosas graciosas relacionadas con la ya algo prolongada elaboración de mi tesis. Lo más probable es que nunca llegue a acabarla, como casi todo lo que empiezo. Ya sabe que me falta constancia y que me dejo llevar por mil y una musarañas.
abrazos
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