
En un momento de la fascinante (y también divertidísima, sí) El séptimo sello de Ingmar Bergman, el escudero Jöns (interpretado por Gunnar Björnstrand) inicia una conversación con un pintor de iglesias, mientras su señor, el caballero Antonius Blok (Max von Sydow), se confiesa con la Muerte. El pintor está acabando una de sus obras en el contexto angustioso que refleja la película, es decir, una imparable epidemia de peste que asola el país:
Jöns: ¿Qué representa esto?
Pintor: La Danza de la Muerte.
Jöns: ¿Y ésa es la Muerte?
Pintor: Sí; se los lleva a todos bailando.
Jöns: ¿Por qué pintas semejante tontería?
Pintor: Pensé que serviría para recordar a las gentes que tienen que morir.
Jöns: Bueno, pero no los hará sentirse más felices.
Pintor: ¿Por qué debe uno hacer siempre felices a las gentes? No sería mala idea asustarlas un poco de cuando en cuando.
Jöns: Entonces cerrarán los ojos y se negarán a mirar tu pintura.
Pintor: ¡Oh, ya mirarán! Una calavera es casi más interesante que una mujer desnuda.
Jöns: Si llegas a asustarlos...
Pintor: Pensarán.
Jöns: Y si piensan...
Pintor: Estarán todavía más asustados.
Jöns: Y entonces correrán a refugiarse justo entre los brazos de los curas.
Pintor: Eso ya no es asunto mío.
Jöns: Ya, tú sólo estás pintando la Danza de la Muerte.
Pintor: Yo estoy pintando las cosas como son. Los demás pueden hacer lo que mejor les plazca.
Jöns: Piensa, nada más, cómo te van a maldecir.
Pintor: Tal vez. Pero entonces pintaré algo divertido para que miren. Tengo que ganarme la vida..., por lo menos hasta que me atrape la peste.
Jöns: ¿Qué representa esto?
Pintor: La Danza de la Muerte.
Jöns: ¿Y ésa es la Muerte?
Pintor: Sí; se los lleva a todos bailando.
Jöns: ¿Por qué pintas semejante tontería?
Pintor: Pensé que serviría para recordar a las gentes que tienen que morir.
Jöns: Bueno, pero no los hará sentirse más felices.
Pintor: ¿Por qué debe uno hacer siempre felices a las gentes? No sería mala idea asustarlas un poco de cuando en cuando.
Jöns: Entonces cerrarán los ojos y se negarán a mirar tu pintura.
Pintor: ¡Oh, ya mirarán! Una calavera es casi más interesante que una mujer desnuda.
Jöns: Si llegas a asustarlos...
Pintor: Pensarán.
Jöns: Y si piensan...
Pintor: Estarán todavía más asustados.
Jöns: Y entonces correrán a refugiarse justo entre los brazos de los curas.
Pintor: Eso ya no es asunto mío.
Jöns: Ya, tú sólo estás pintando la Danza de la Muerte.
Pintor: Yo estoy pintando las cosas como son. Los demás pueden hacer lo que mejor les plazca.
Jöns: Piensa, nada más, cómo te van a maldecir.
Pintor: Tal vez. Pero entonces pintaré algo divertido para que miren. Tengo que ganarme la vida..., por lo menos hasta que me atrape la peste.