lunes, 24 de julio de 2017

SEGUNDA EPÍSTOLA DE FRANCINA A LOS BALEARENSES


(disección publicada hoy en El Mundo-El Día de Baleares)

Queridos hermanos, bienaventurados seáis. Os habla Francina, vuestra amada lideresa. He tenido una revelación. El sábado fue el Congressus Maximum de mi iglesia, los Apóstoles del Noísmo, y puedo anunciaros urbi et orbi que he salido reforzada en mi liderazgo carismático. Todo fue una plétora de palmas y loas ditirámbicas. He obtenido nada menos que el 98 % de apoyo… contra ningún postulante, y es que hay ocasiones mayestáticas en que sólo se combate contra una misma. Es cierto que cuando tengo rivales de otros credos el castigo es severo, ¿pero no dice nuestro Mesías que “los últimos serán los primeros, sobre todo si son los nuestros” (Pedro 4, 11)? Sin duda nuestro príncipe del aire y rico en misericordia a veces nos confunde, pero siempre nos ilumina, como anteayer: “Fuera de la ley no hay nada, pero con la ley no basta” (Pedro 14, 3). Ciertamente la razón es el pecado original, y por eso el espíritu sopla donde quiere.
Últimamente el prócer local Noguerus, que de carisma va sobrado porque en sus comicios no fue ni siquiera segundo sino tercero, ¡quién pillara tan altas bajas cotas!, está intentando hacerme sombra con sus epístolas de corto alcance. Sed fuertes, no cedáis a sus insidiosos arrumacos. ¿Qué sabrá él de lo que es tocar fondo, como yo en los comicios de 2015, con el peor registro de mi cofradía en 32 años? Tampoco saben nada Jarabus o Barcelonis. No están a mi egregia altura, y por eso serán neutralizados por la eclosión de mi sublime martirologio en 2019.
Debemos trabajar por el bien ciudadano: derribando la Faixina, destruyendo la igualdad fiscal (Régimen Especial) y decidiendo unilateralmente. No os quepa duda de que en el ágora de Balearis tenemos plena parresía, es decir, libertad máxima para expresar lo que se quiera. Eso es así, descuidad, porque ya me encargaré yo de expedientar a quien diga lo contrario.
Alejaos de las asechanzas de Lucifer y los saduceos de Orbis, hijos de la ira. Confiad en las plegarias redentoras de nuestro amado líder: “Las naciones brotarán de vuestra alma como soplo divino” (Pedro 9, 2). Si dejamos que Orbis y su sicofante Horrachus se salgan con la suya, será el llanto y el crujir de dientes, y se abrirán los siete sellos del apocalipsis. Hay que arremangarse en la tarea purificadora que os marco, y si en la defensa de nuestros valores sois tibios, ni fríos ni calientes, os vomitaré de mi boca. Dejaos guiar por mi mano clarividente y así la dicha será eterna y colmará a generación tras generación.
En nombre del Pacte, de la Coherencia y de la Verdadera Siniestra, amén. Podéis ir en paz.

2 comentarios:

Nani dijo...

Tremendo, Herr Horrach!

Johannes A. von Horrach dijo...

Es que nuestra lideresa tiene labia, ehh? Qué bien le salen sus epístolas

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