jueves, 20 de enero de 2011

MÚSICA DEL SUBSUELO (36): SÁNCHEZ-VERDÚ



Arquitecturas del vacío (2009)

Descubierto recientísimamente por mi querido espectro ctónico, José María Sánchez-Verdú (1968) se ha convertido en mi compositor actual de cabecera. Quien no lo conozca, se está perdiendo algo realmente grandioso, uno de aquellos pocos espeleólogos de las profundidades que consiguen dar, en cada descenso, con algo indispensable que merece salvarse de la hoguera del tiempo. Muy influido por otras artes, como la pintura y la literatura, Sánchez-Verdú es uno de esos escogidos genios que se puede permitir realizar la máxima de Chillida según la cual el artista no debería limitarse únicamente a reproducir una y otra vez, casi en serie, el mismo patrón que pretendidamente define su identidad como creador, sino que sería preferible adentrarse en ese terreno desconocido en el que uno aprende sobre la marcha lo que no sabía hasta entonces. Este gaditano que ha necesitado huir de la mediocridad hispana para refugiarse en Berlín, explora y descubre con cada nueva obra territorios insólitos o escasamente frecuentados, extrae de los instrumentos conocidos (el saxofón, entre otros) unas sonoridades únicas, e incluso ha llegado a inventar alguno (el aurafón). Para Sánchez-Verdú la creación musical es una especie de palimpsesto infinito que trata de atomizar la materia sonora, aislándola de las viejas formas de sentido, ya esclerotizadas de tan repetidas (aunque sin dejar de lado una particular genealogía musical), para otorgarle una nueva estructura que, alejada de la armonía y de la melodía, trate de expresar poéticamente el fulgor de la nada y el abisal latir del aire.


Cercano sonoramente a Xenakis, Scelsi y Messiaen, Sánchez-Verdú dota a sus composiciones de una complicada estructura que, sin embargo, posee una gran capacidad hipnótica; son complicadas, pero extrañamente emocionantes, poseedoras de un hechizo envolvente y magnético. Más conocido por haber compuesto la pieza que en 2009 homenajeó a las víctimas del 11-M, Arquitecturas del vacío (cuyo video encabeza esta entrada), hasta el momento ha compuesto piezas tan imponentes como Paisajes del placer y de la culpa (aquí su segunda parte, de 2003), Ahmar Aswad (de 2001 y dedicada al pintor Pablo Palazuelo, una de sus principales referencias artísticas), Dhamar (2000), la recién estrenada Elogio del tránsito, e incluso cuatro óperas. Una de ellas, GRAMMA. Jardines de la escritura (2005), basada en el mito de la escritura que aparece en el Fedro de Platón, trasciende las habituales separaciones escénicas entre público y músicos, dibujando un espacio que los conjunta y que se asemeja a la biblioteca de un convento benedictino. La última, estrenada en el Teatro Real, El viaje a Simorgh (2007, inspirada en una novela de Juan Goytisolo), todavía no puede conseguirse en dvd o cd, aunque pueden disfrutarse unos pocos pasajes memorables (no sólo en música, sino también en escenografía, diseñada por  un inspirado Frederic Amat que lleva la imaginería alada hasta su extremo más logrado de estilización lóbrega, y en la coreografía dirigida por el gran Cesc Gelabert) en Youtube: IntroElogio (segundo video de esta entrada), La peste o Interludio

Finalmente, dejo también una reciente y provechosa entrevista a Sánchez-Verdú en TVE, que sirve para conocer mejor las claves artísticas de este portento (el video también incluye imágenes de la fascinante escenografía de GRAMMA), además de un especial que le dedicaron en el programa Al margen, de Radio Clásica.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

amigo horrach,

la nada y el vació no existen. deben encontrar otras palabras.

cómo va todo? si ha visitado mi blog, ya verá por dónde ando yo, suspendido aun de empleo y sueldo hasta el 1 de marzo. terrorismo "institucional" (escribirlo sin comillas sería un oximoron).

acabo de leer "Conservatism" de Roger Scruton, y cita en el tema de la religión a su gurú René Girard.

otra obra de interés q acabo de leer es la Gramática del hebreo de Spinoza. es breve y pesadita como es la gramática, pero tiene su miga en varios aspectos de la lengua hebrea, de la Biblia, que el filósofo tuvo en cuenta en su teoría

bueno, le dejo, feliz año nuevo

ximobrotons

Johannes A. von Horrach dijo...

Caramba! ¿Le han suspendido de empleo y sueldo, qué ha pasado? Le echaré un vistazo ahora a su blog.

En cuanto a la nada y al vacío: entendido como sustancias físicas, pues sí, no existen. Pero no todo son sustancias físicas.

saludos

Anónimo dijo...

ya, pero el sentido figurativo es una cosa especialmente delicada, a mi me parece deshonesto abusar del mismo, sobre todo a partir de una cierta edad

en fin, me incoaron un expediente y estuve a punto de morir en un ataque de ansiedad -o eso es al menos la sensación, física, que tienes

todavía me estoy recuperando y de momento va para largo

saludos

Johannes A. von Horrach dijo...

Joder. Pues espero que se recupere lo antes posible, Ximo. saludos

Al59 dijo...

"Huir de la mediocridad hispana para refugiarse en Berlín". Una decisión muy acertada: así, si en algún momento le entra nostalgia de dicha mediocridad, no tiene más que acercarse al IC.

Johannes A. von Horrach dijo...

¡Qué malo que es usted, don Alejandro! Aunque tal vez su dardo no llegue al destino, porque no tengo muy claro que el afectado se acerque por estos andurriales (me refiero al blog, no a Berlín, claro).

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